FRANCISCO GUTIÉRREZ |
Cuenta la tradición popular que unos pescadores en la playa de Melicena, hoy día conocida como Peñón de San Patricio, sacaron de sus redes la imagen de un santo que resultaba ser la de san Patricio, procedente del hundimiento de un barco irlandés, cuyos ocupantes huían de la persecución religiosa inglesa. Hubo disputa entre los pescadores por quedarse con la imagen y decidieron subirla a un mulo, que tomara una dirección y que en el pueblo donde se parase allí quedaría como patrón. Ese pueblo es Albuñol, una bonita localidad de la Alpujarra baja granadina recostada en la vertiente suroeste de la sierra de la Contraviesa, en un valle al pie del monte de Las Yeseras, muy cerca ya de la costa mediterránea.
El próximo miércoles día 17 los vecinos sacarán en procesión por las calles del pueblo las imágenes de san Patricio y de san José. Por la noche el ambiente lúdico continúa con una verbena popular.
La fundación de este municipio hay que buscarla en tiempo de los árabes, que dividieron la Alpujarra en una docena de distritos denominados 'tahas' formando Albuñol y La Rábita parte de la 'Taha de Cehel'.
Por aquellos entonces Albuñol se denominaba Hins al Bonyul, lo que se puede traducir al castellano como 'Castillo del Viñedo'. La Rábita sigue manteniendo su topónimo. Después de la expulsión de los moriscos, en el año 1505, Luis Zapata adquirió el Señorío de Albuñol a doña Juana de Castilla y en 1508 adquirió la Rábita. La expulsión de los moriscos en los primeros años del siglo XVII supuso el despoblamiento casi generalizado del territorio, que se colonizaría de nuevo con castellanos, gallegos y leoneses.
En 1834 se convierte en cabeza del partido judicial de su mismo nombre. A mediados del siglo XIX, Albuñol conoció un considerable auge económico, gracias a la producción de vino y pasas que se exportaban al extranjero desde los puertos de La Mamola o La Rábita, y llegó a contar con más de 7.000 habitantes.
Hoy, como el resto de los pueblos próximos al litoral granadino, vuelve a recobrar su antigua pujanza gracias al desarrollo de la agricultura intensiva bajo plástico y a la atracción turística del territorio.
Aunque el pueblo está enclavado en el interior, en su término municipal se encuentran dos pedanías costeras, El Pozuelo y La Rábita, donde hay una incipiente industria turística. En tanto que las laderas de estas montañas que se precipitan al Mediterráneo se encuentran ocupadas por invernaderos, que parecen desafiar a la ley de la gravedad.
De la montaña al mar
Albuñol se debate entre el mar y la montaña, con un espíritu entre alpujarreño y costero, que conforme llegamos a su interior se hace más abrupto y escalonado, y muestra de ello son sus famosos cerros como los del Gato, Los Gálvez, la Ermita, famosos por su producción de viñedos y almendras, así como también la conocida garganta de Las Angosturas, que cuenta con una ruta señalizada para recorrer el sendero.
En los alrededores del pueblo se encuentra la conocida como Cueva de los Murciélagos, un yacimiento del Neolítico de gran valor debido a los escasos restos orgánicos prehistóricos conservados en la Península.
Fue descubierta en 1831 por un vecino del lugar que aprovechaba la capa de guano depositado por los murciélagos en la entrada de la cueva. En 1857 una compañía minera inició la explotación de la cueva debido a la aparición de material de plomo. Se abrieron varias salas en su interior, donde se localizaron y destruyeron objetos de gran interés arqueológico.
De los materiales que se pudieron salvar del expolio destacan, por su excepcional conservación, los objetos realizados en esparto: distintos tipos de cestillos, tapaderas, esteras y sandalias. Entre los objetos recuperados están también presentes los realizados en madera de roble, como medio cuenco y dos punzones que forman parte del Museo Arqueológico de Granada.
Iglesia del Rosario
Como monumento más destacado debemos visitar la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Fue construida en 1616. Posteriormente fue reconstruida en 1803. Tiene tres naves en cruz latina, 12 altares, dos torres y una bóveda en el presbiterio. Es en esta iglesia donde se encuentra la imagen de san Patricio.
La gastronomía de este municipio no escapa de las influencias de la cercana comarca de Alpujarra y, por supuesto, de la cocina marinera. Son muy conocidos el choto al ajillo, las ligas con pescado, los dulces moriscos, y la leche frita entre otros. Albuñol posee una tradición vinícola muy importante, y en sus cerros y laderas se cultivan las vides de los vinos 'costa', de singular sabor y alta graduación. Son muy conocidos algunos de sus embutidos, como los chorizos y morcillas. Es de destacar la producción de sus aromáticas almendras, base de los dulces tradicionales de Albuñol tales como los almendrados de higos secos.
HOJA DE RUTA
CÓMO LLEGAR: Desde Málaga hay 141 kilómetros. Se toma la A-7 en dirección a Almería. Al llegar a La Rábita, se toma la A-345 que nos lleva a Albuñol.
DÓNDE COMER: Restaurante Lupión (T958 826 073), restaurante Iguazú (T 958 349 352).
DÓNDE DORMIR: Hotel Beatriz (una estrella), T 958 829 040. El Pozuelo. Hotel Las Conchas (una estrella), T 958 829 017. En La Rábita.
QUÉ VER: La parroquia de San Patricio y la Cueva del Murciélago, un yacimiento neolítico de gran valor.
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