El acetaminofén es un analgésico mundialmente reconocido por su efectividad para combatir el dolor muscular y la cefalea (dolor de cabeza persistente), siendo esta última una causa importante de discapacidad a nivel mundial.
De hecho, según explica la doctora Natalia Serrano Espinosa, hay investigaciones que demuestran que la prevalencia del dolor de cabeza crónico primario es de 15%, y se estima que hasta el 13% de la población colombiana sufre de dolor de cabeza intenso.
Los usos principales del acetaminofén se aplican también para la fiebre y el dolor general y es efectivo en todas las condiciones médicas en las cuales se presentan estas patologías. Además, tiene un perfil de seguridad adecuado por sus propiedades, en comparación con otros fármacos.
¡Cuidado con la sobredosis!
La doctora Espinosa aclara que “el acetaminofén tiene un perfil de seguridad adecuado siempre y cuando se sigan las etiquetas del producto”. Pero cuando no se hace un uso racional del medicamento o una automedicación responsable, llegan las consecuencias de la sobredosificación, que puede llevar incluso a una hepatotoxicidad, que afecta el hígado. Por lo tanto -y aplica para cualquier medicamento, medicina o suplemento- es necesario consumir las dosis establecidas en la etiqueta y seguir las recomendaciones del médico tratante para evitar una sobredosis.
¿Existen contraindicaciones?
La experta aclara que el acetaminofén está contraindicado en situaciones de hipersensibilidad al medicamento, y debe ser consumido con precaución en caso de diagnóstico previo de enfermedad hepática o enfermedad renal (en ambos casos debe tener evaluación médica previa). También los pacientes que tengan tratamiento prolongado con anticoagulantes como son la herparina u otras deben consultar de manera previa al médico. Adicionalmente está indicado en el embarazo y la lactancia, siempre y cuando se haga supervisión médica.
Importancia del acetaminfén
La razón por la que este analgésico ha demostrado gran efectividad es porque su mecanismo de acción no afecta el tracto gastrointestinal, aclara la experta. “No erosiona la mucosa que cubre el tracto gastrointestinal y está recomendado en pacientes que sufren problemas estomacales, con riesgo de úlcera gástrica o sensibilidad y, además, se puede consumir con el estómago vacío”. De igual forma, es adecuado su consumo en los adultos mayores y hasta en pacientes con hipertensión arterial.
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