Durante el registro del coche los agentes encontraron un maletín que contenía 287 discos de música y 37 videojuegos que estaban copiados sin autorización.
El juez considera que las pruebas practicadas no permiten acreditar la comisión del delito que se le imputa, al existir "dudas razonables" de que el acusado tuviese los discos, que fueron ocupados en el asiento trasero del coche, dispuestos para su venta.
Otra posibilidad es que fueran de su acompañante y que se limitara a transportarlos.
El acusado mantuvo durante el juicio que la mercancía requisada no era suya, sino de otra persona a la que "le hacía un favor".
La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la Sociedad General de Autores, habían pedido para el acusado la imposición de una multa de 1.800 euros por un delito contra la propiedad intelectual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario