El temporal deja las plantaciones hortícolas costeras destrozadas, tras 20 días sin sol
18.01.10 - 02:10 -
Ante la certeza de que ese día no llovería, el pasado sábado la actividad en el invernadero de María José Moya era una carrera contrarreloj. Había que reparar parte de la cubierta, los destrozos provocados por la caída del 'recoge aguas' y no pocos problemas con el terraplén. En su interior, se alinean las matas de tomate cherry naranja y verde bien 'cargadas' de pudrición, botritis y cangrena.
Son los efectos visibles -porque también hay invisibles y más a posteriori- del paso del temporal de lluvias, del consiguiente exceso de humedad y de la ausencia de luz solar durante más de veinte días; un golpe de muerte contra la producción hortícola de la zona que está encarando la peor merma de la década, por no decir la ruina de cientos de familias.
«Llevamos dos años sin levantar cabeza -dice María José-, primero los precios, nada de ayudas y encima una auténtica catástrofe a causa del tiempo». Verdaderamente, el aspecto de las plantas deja poco espacio a la duda, «y con tres o cuatro ramas del tomate perdidas ya hemos echado por alto la campaña». Y es cierto, en algunas plantaciones bajo plástico de la Costa parece que la selva hortícola hubiera sido arrasada con un lanzallamas, pues las hileras están amarillas, caídas y yermas.
El sábado, a pesar de la reparación a toda prisa por si volvían las lluvias, era un día triste para esta agricultora, pues recibió un burofax del seguro anunciándole que de indemnización nada de nada. Un desastre que se extiende, como el rajado del tomate, por toda la zona cultivable de Motril, de Castell, de Albuñol...
Jaime Domínguez es técnico agrícola de una empresa de la zona y lo resume de manera sucinta y explícita: «Hay mañanas que no me atrevo a mirar a la cara a mis agricultores, algunos están tan desesperados que nada más verte te dan una mala contestación; pero es que hay que comprenderlos».
Para el sector agrícola de la comarca este temporal está siendo la gota que colma el vaso de un año bastante malo, con los intensos fríos del anterior invierno, los bajos precios de inicio de campaña y ahora la lluvia continuada que ha causado bastantes pérdidas, con daños de todo tipo, tanto en infraestructuras municipales como a nivel particular a los agricultores con pérdida parcial o total de las cosechas y daños directos en bancales, invernaderos y caminos.
Grandes daños
«Y es que las precipitaciones de estos días prácticamente han igualado, en unos 600 litros por metro cuadrado, a las caídas en el año 1973 cuando las trágicas inundaciones que asolaron el municipio», relata José Andrés Rodríguez Maldonado, técnico y concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Albuñol, quien estima que desde ese Consistorio se ha realizado una valoración de daños directos en infraestructuras municipales por valor de más de 250.000 euros y se continúa trabajando en la limpieza de cauces y reparación de caminos de forma urgente.
Pero hay más, según Rodríguez el Ayuntamiento ha recogido en los últimos días un centenar de solicitudes de agricultores con cerca de trescientas fincas afectadas con daños diversos como desprendimiento de terraplenes, rotura de las acequias de evacuación, estructuras de los invernaderos dañadas, caminos y carriles cortados, muros derrumbados... valorados entre 3.000 y 30.000 euros aproximadamente por afectado.
Además, hay varios casos con daños aún mayores y entre ellos la dramática destrucción total del invernadero por desplazamiento del terreno con pérdidas superiores a los 100.000 euros.
Dichas solicitudes han sido trasladadas de forma urgente a la delegación del Gobierno de la Junta, a fin de buscar una solución para poder ayudar a los afectados.
Y todo lo anterior sin contar con el mazazo económico al perderse la totalidad de las cosechas. En el municipio de Albuñol el cultivo más afectado ha sido el del tomate, que supone unas tres cuartas partes de los cultivos de la zona, siendo el resto pepino, judía y pimiento principalmente.
Esto ha dejado sin un duro a los productores y ha puesto en jaque-mate a la comercialización hortícola, que se las está viendo y deseando para responder -en muchos casos con un aluvión de reclamaciones diarias por rajado de cherry, entre otros problemas- a las peticiones de clientes.
Enfermedades
La persistencia de las lluvias ha provocado, aparte de muchos encharcamientos y muertes de las plantas por asfixia radicular, altas humedades dentro de los invernaderos, siendo un caldo de cultivo idóneo para el desarrollo de enfermedades y otros daños.
El efecto más directo ha sido el rajado de los frutos de las variedades de tomate cherry con varios ramilletes por planta perdidos en la practica totalidad de las fincas, seguido de enfermedades fúngicas como mildiu y brotytis, «que debido a la imposibilidad de realizar tratamientos fitosanitarios, están empezando a causar la pérdida de plantas enteras, que puede ir a más si el tiempo no da tregua en estas próximas dos semanas permitiendo tratar y ventilar los invernaderos», apunta, con preocupación, el concejal albuñolense.
Las pérdidas en cosechas se pueden estimar, dependiendo de las fincas, entre un 30 y un 80 % de la producción. Aún es pronto para saber las pérdidas finales que se producirán, pero se podría hacer una estimación en unas 15.000 toneladas de tomate sólo en el municipio de Albuñol.
Difícil completar pedidos
Y, en el siguiente escalafón de la cadena agro-alimentaria, las empresas de la zona se las ven y se las desean para completar sus pedidos. El presidente de la cooperativa Granada-La Palma, Pedro Ruiz, expresaba su preocupación ya que ve incluso más motivos para mirar con desánimo el desarrollo de los acontecimientos.
«Hemos visto los daños inmediatos, pero en las próximas semanas se irá poniendo de manifiesto la falta de cuaje en tomate y pepino... Esto va a traer cola y más aún cuando la vida útil del producto se ha reducido considerablemente», añade Ruiz.
Desde esta cooperativa, la mayor del sector en la provincia, se está moviendo cielo y tierra para garantizar la cobertura de seguros, garantizada por ahora en un 60-65% de los casos y en los marcos de las líneas 52 -específica para la cooperativa- o 18.
«Pero todo lo que está ocurriendo es nefasto -concluye el presidente de la SCA- y nos va a afectar muchísimo». Así, el sector pide ayuda a gritos para no cerrar éste como el peor año de sus vidas.
De parte de manolo, que haber si vienes por estas tierras, que le encanta tu blog y dice que como pones tantas cosas, que eres un makinon y que lo llames!!! pa que veas que por aqui se acuerdan de ti bastante albuñolero.
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