La Comunidad de regantes y COAG acogen con alegría el proyecto, aunque estas conexiones aún son insuficientes
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El precedente de los 800 agricultores de toda la Costa, desde Almuñécar hasta Albuñol, que llevan tres años esperando que el Gobierno les pague por sus fincas que fueron expropiadas para construir la autovía A-7, hace echarse a temblar a los propietarios de las 350 fincas que tendrán que ser expropiadas para el proyecto de las conducciones de la presa de Rules. Por eso, tanto la organización agraria COAG como la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalfeo advierten que vigilarán muy de cerca que se abonen todas las indemnizaciones a los afectados en los plazos establecidos.
No obstante, tanto para COAG como para la Comunidad de Regantes la publicación en el BOP esta semana del proyecto de las conducciones de Rules -que supondrá la construcción del segundo tramo de la red de tuberías para llevar el agua desde ambos embalses hasta la cota 200- es una gran noticia que llevaban años esperando. «Ya era ahora, es insostenible que después de cinco años terminada la presa todavía no cumpla su función», señaló el secretario de COAG Miguel Monferrer. Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalfeo, José Rodríguez, subrayó que la Comunidad ha consensuado este proyecto con la Agencia Andaluza del Agua. «Ya se ha publicado, pasará un mes y después podrá sacarse a licitación, esperemos que puedan arrancar las obras el año que viene», valoró José Rodríguez.
Ni Motril ni Salobreña
Los agricultores recuerdan que esta primera fase de las conducciones no resolverá el problema de la falta de agua en toda la Costa, ya que las tuberías se quedarán en Los Palmares (a la altura de Ítrabo y Molvízar) pero destacan que es una obra fundamental para que las siguientes conexiones puedan seguir avanzando. «A esta primera fase no le vamos a sacar mucho rendimiento en tanto que no va a regar las fincas de Motril y Salobreña, ni por supuesto Almuñécar y la Costa oriental, pero todo lo que sea avanzar es una gran noticia», apuntó Rodríguez. «Es un trabajo de mucho tiempo y por fin se van consiguiendo cosas», añadió.
El secretario provincial de COAG, en la misma línea, valoró positivamente la ejecución del nuevo tramo de las conducciones por el avance que supone al permitir que muchos agricultores puedan regar sus fincas en las zonas más altas sin los elevados costes de electricidad que tienen actualmente. Sin embargo, aclaró que las obras previstas en el proyecto «resultan insuficientes para los agricultores ya que no posibilitan el crecimiento de las tierras de cultivo en cotas superiores ni tampoco beneficiarán a los regantes de la parte oriental de la comarca».
Las expectativas de los agricultores pasan porque la ejecución total de las conducciones amplíen las zonas de cultivo a las cotas 400 y 500, lo que supondría un incremento del 60% de la superficie agraria en la comarca. «Ésta estaría dedicada a hortícolas, subtropicales y frutales y permitiría una mayor diversificación de producciones y una mayor competitividad en los mercados». COAG estima que la puesta en marcha de todas las conducciones generaría más de 20.000 empleos directos en el campo
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