- Hace cien años, en 1919, fue nombrado Ministro de Instrucción Pública el cacique de Albuñol Natalio Rivas
- Gracias al jamón de Trevélez hizo por Granada más que todos los ministros juntos
Natalio Rivas. Ministro de Instrucción Pública. 1919. |
"Para los enemigos la ley; para el amigo el favor". Maldita la gracia que nos hacen los caciques, el caciquismo, el clientelismo y el enchufismo. Era la España de finales del siglo XIX y principios del XX la de los caciques de fuste que perduran per secula seculorum. Canción aún muy de moda por toda España a ritmo de sevillanas, jotas, muñeiras y sardanas.
Con el término cacique se identificaba a cualquier jefe o autoridad de la América prehispánica; aunque algunos de mis alumnos confundieron el término cacique con una marca de ron añejo y dorado.
Joaquín Costa y su obra sobre el caciquismo |
Caciquismo y clientelismo, tanto político como económico, van de la mano. Aún nos suenan ilustres apellidos de caciques: Victorino Fabra en Castellón, los Álvarez de Figueroa, Conde de Romanones de Guadalajara; en Málaga los Larios y el ministro Romero Robledo con sus famosos pucherazos; los Benjumea y los Rodríguez de la Borbolla en Sevilla; los Aramburu en Cádiz; Cervantes en Almería… y un largo etcétera.
A algunos caciques les dio por favorecer muy especialmente a sus paisanos; hacían todo lo que podían por sus vecinos y hasta por los amigos de los vecinos. Quitaban y ponían alcaldes, influían hasta en el cura de la parroquia.
Mapa del Caciquismo en España. Siglo XIX |
El enchufismo era su catecismo; herencia corregida y aumentada en Andalucía. Fue el caso del liberal don Natalio, sobre todo cuando hace cien años, en 1919, fue nombrado por el gobierno de Allendesalazar Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, bajo el reinado de Alfonso XIII.
Pero Granada debe estar muy agradecida a este cacique que barrió divinamente para casa. Si querías conseguir algo había que pedírselo a don Natalio. La Escuela de Artes y Oficios, el Instituto Padre Suárez, la declaración de monumentos arquitectónicos granadinos; apoyó el monumento a Ángel Ganivet; apoyó al Centro Artístico, los proyectos del ingeniero Santa Cruz en la Sierra; la Facultad de Farmacia, creada antes gracias al político almuñequero Seijas Lozano en 1850; el Clínico y la Facultad de Medicina, siendo ministro Fernando de los Ríos ya en 1931, y tantas y tantas intervenciones que directa o indirectamente fueron movidas por la mano de don Natalio; además de mil favorcillos a parientes y amigos de su Alpujarra querida.
El cacique. Viñeta de Tovar. |
Por estar, hasta fue testigo en la boda de Carmen Moragas, la amante de Alfonso XIII, con el torero Gaona en la Virgen de las Angustias.
Se hizo popular la frase aquella ¡Don Natalio, colócanos a toos! Es verdad que no pudo hacer en Pitres un puerto de mar como querían los vecinos, pero hizo tantos favores que pudo confeccionar trece Libros de Favores y Recomendaciones en donde se recogía con todo detalle el nombre del enchufado, el del que lo recomendaba y hasta lo que pedía.
Desde el que quiere ser modesto ordenanza hasta el que aspira a ilustre catedrático. Le piden favores desde el más humilde vecino hasta el propio Alfonso XIII, ministros, presidentes de gobierno, directores de periódicos, obispos… Y en todos intervenía de una u otra forma el jamón de Trevélez; jamones que él recibía primero y con los que luego pagaba favores. (Ver mi artículo en Granada Hoy: Natalio Rivas y el jamón de Trevélez (2/3/2009).
Murió don Natalio en 1958, aunque apareció en una nota de prensa de 1936 como "asesinado por las hordas marxistas". Curioso error que le permitió recibir en vida todos esos elogios que se le suelen dedicar a los muertos. Hoy una calle, detrás del Instituto Padre Suárez, le recuerda medianamente. Celebramos el centenario de su nombramiento (1919) como ministro benefactor de Granada con la esperanza de que nombren a otro que "nos coloque a toos".
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