La buena noticia es que estos rasgos se pueden cultivar con el tiempo.
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Si te estás esforzando por convertirte en el ideal de persona emocionalmente sana, ¿qué rasgos elegirías?
Es una pregunta interesante para académicos y filósofos, y probablemente también para tu terapeuta. Sigmund Freud describió a una persona sana como alguien que sabe "amar y trabajar" y Abraham Maslow dijo que una persona sana tenía que sentirse autorrealizada, es decir, aprovechar todos sus talentos siendo consciente de sus limitaciones.
Pero ahora, un nuevo estudio de la Universidad de California ha identificado los rasgos específicos que una persona psicológicamente equilibrada suele poseer.
El informe, que se publicó en el Journal of Personality and Social Psychology, pidió a 214 psicólogos que describieran a un individuo psicológicamente sano basándose en el grado de manifestación de 30 rasgos de personalidad.
Estos rasgos fueron extraídos de lo que se conoce como las cinco grandes características de personalidad: extroversión (cómo es una persona de social y comunicativa); apertura a la experiencia (cómo de curiosa y aventurera intelectualmente hablando es una persona), responsabilidad (lo centrada que está una persona en sus objetivos), amabilidad (el grado en que una persona es respetuosa, tolerante y tranquila) y neuroticismo (lo proclive que es una persona a sentir ansiedad, depresión o enfado). Cada una de estas categorías se puede dividir en un rango de rasgos que describen comportamientos más específicos.
Además, los investigadores pidieron a dos grupos de estudiantes de psicología (500 en total) que clasificaran los mismos rasgos.
Salud = emociones (y poca fantasía)
Al final, los psicólogos y los estudiantes coincidieron en señalar que una persona emocionalmente sana posee tres rasgos particulares: está abierta a nuevas sensaciones, muestra emociones positivas y es directa y honesta. También tiene un nivel bajo de neuroticismo (qué sorpresa).
Al profundizar en estos rasgos, los investigadores escriben: "La persona psicológicamente sana puede ser descrita como alguien capaz de experimentar y expresar emociones, como alguien franco, cálido, amable, auténtico, seguro de sus propias capacidades, emocionalmente estable y resiliente al estrés".
Además, los participantes del estudio concluyeron que las personas con un tipo de personalidad saludable tienen menos tendencia a fantasear. Pero, ¿por qué resulta negativo el pensamiento imaginativo?
La persona psicológicamente sana es capaz de experimentar y expresar emociones, es franca, cálida, amable, auténtica, segura de sus propias capacidades y resiliente al estrés.
"Podemos suponer que las personas enérgicas y activas que exhiben valores prosociales se consideran más proclives a influir en el mundo de forma más positiva", explica la profesora Wiebke Bleidorn, una de las principales autoras del informe, a la edición estadounidense del HuffPost. "En cambio, la tendencia a fantasear, aunque no tiene por qué ser un mal atributo, suele incitar menos a un comportamiento saludable".
Esos sueños constantes que tienes sobre escribir el próximo Harry Potter, sobre lanzar tu propio negocio o sobre frenar el cambio climático no siempre son sanos si al final te pierdes entre tus pensamientos y nunca persigues esos sueños.
No te preocupes si no encajas en el tipo ideal del estudio. Bleidorn recalca que, aunque los rasgos de personalidad suelen ser bastante estables a lo largo de la vida de una persona, es posible trabajarlos para ser una persona más sana emocionalmente hablando.
"Sabemos por otras investigaciones que la personalidad, pese a ser relativamente estable, puede cambiar con algunas intervenciones, como psicoterapia", señala. "Esperamos que en el futuro haya investigaciones que se centren en estos rasgos con el fin de mejorar actitudes relacionadas con ellos".
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