La Junta se compromete a respaldar la bajada del IVA al sector, bonificará el consumo del producto artístico y abrirá en Córdoba un laboratorio de creación contemporánea
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MARÍA DOLORES TORTOSA | SEVILLA
ndalucía es cuna de Velázquez, Picasso, Luis de Góngora, García Lorca, ... y de un largo listado de artistas de las artes plásticas, la literatura, la música o el cine que dieron y siguen dando fama universal a nuestra tierra. Todo ello es conocido, pero lo es menos que las industrias culturales o creativas de Andalucía dan trabajo a 115.280 personas, más que las industrias agroalimentarias (58.721 empleos), según la contabilidad regional anual. O que la aportación de las actividades culturales al valor añadido bruto de España sea superior al de la agricultura, la ganadería y la pesca. Son datos facilitados por la Junta de Andalucía para comprender el por qué del pacto por la Cultura presentado ayer con toda solemnidad en Sevilla.
Se trata de la tercera alianza incluida en el pacto por Andalucía propuesto por el presidente andaluz, José Antonio Griñán, a todos los sectores sociales y económicos, a los partidos y sindicatos para forjar una red de apoyos que auxilien a Andalucía en su salida de la crisis económica. «La Cultura es nuestra mejor empresa. Tenemos el talento, fabriquemos el mejor producto», manifestó Griñán, quien citó los nombres de Caballero Bonald, Pablo García Baena y Javier Perianes, andaluces recientemente galardonados, como ejemplo de que la Cultura andaluza nunca ha dejado de ser reconocida y apreciada.
El texto, elaborado en consenso con el sector, recoge entre sus propuestas una ley de mecenazgo con rebajas fiscales sobre el consumo cultural; la presencia de una sede de la Unesco en Andalucía; una nueva gestión de los museos con colaboración público-privada; la petición de una reforma de la ley de protección intelectual para adaptarla a la era digital, que también incluya al periodista; y el compromiso del Gobierno andaluz de respaldar la bajada del IVA al sector (fijado en el 21%) «para facilitar el consumo cultural». Andalucía tiene cedidos los ingresos del 50% del citado impuesto, pero carece de capacidad normativa para variarlo, algo que compete al Gobierno de la nación. La propuesta no es más que un gesto de confraternización con un sector que clama de forma unánime por la reducción de este impuesto que grava el consumo. «La Cultura no es un artículo de lujo», apostilló el presidente andaluz.
Pero si la Junta no puede tocar el IVA, sí podrá dar incentivos para contrarrestarlo. La futura ley de Mecenazgo incluirá deducciones de un porcentaje del consumo de bienes y servicios culturales; a las donaciones de artistas a museos públicos; y a la microfinanciación a entidades sin ánimo de lucro y a la industria cultural. El consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, ya anunció el pasado septiembre la deducción en la cuota del IRPF de lo invertido en actividades culturales con el siguiente ejemplo: «Cosas como comprar un cuadro o una entrada para la ópera son actividades en las que se podría aplicar una deducción», manifestó.
Del rock andaluz al circo
El acuerdo avala la inclusión del trabajo de periodista y del gestor cultural en la relación de puestos de trabajo del sector público autonómico. Toca todos los palos y así aboga por difundir la lectura en hospitales; la descarga gratuita de internet de fondos exentos o de dominio público; la promoción de la industria cultural en el mundo digital; llevar el flamenco a las aulas como asignatura; la internacionalización del rock andaluz o el respaldo de la danza y el circo, cuya única escuela está en Granada.
El compromiso contempla la puesta en marcha de un registro creativo andaluz para catalogar las industrias artísticas; el Consejo Andaluz de la Cultura, como máximo órgano consultivo; las escuelas de espectadores; y los llamados laboratorios de creación para impulsar la innovación en la cultura, cuyo máximo exponente será el Centro Andaluz de Creación Contemporánea, con sede en Córdoba
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