Es importante discriminar y juzgar bien la información que se consulta, sabiendo que al final, un médico es siempre la mejor opción
Para una primera consulta, para investigar sobre aquello que no nos atrevemos a preguntar a conocidos, o para buscar una segunda opinión. De temas triviales o importantes, millones de personas buscan cada día en internet información sobre salud, en especial aquellas relacionadas con la sexualidad, la ginecología, la cirugía estética o la pediatría, como mostró el barómetro Doctoralia de 2014.
Pero ¿es fiable internet? Como en otras áreas de conocimiento, la red alberga todo tipo de sitios web y opiniones. Por ello es importante discriminar y juzgar bien la información que se consulta, sabiendo que al final, un médico es siempre la mejor opción. Unos consejos a tener en cuenta:
1.- Compruebe quién es el autor. No todo lo que está en Internet es cierto. Incluso puede ocurrir justamente lo contrario. Y no quien dice ser médico o experto necesariamente lo es. Evita las páginas anónimas o no profesionales y quienes cuentan su experiencia personal.
2.- Priorice fuentes oficiales. Casi todos los organismos públicos de salud internacionales, nacionales o regionales tienen publicadas guías e informaciones sobre las principales enfermedades y dolencias. También muchos centros sanitarios públicos o privados. Pueden ser una primera buena fuente donde informarse, aunque siempre serán genéricas como descripción de síntomas, explicaciones, informes, etc.
3.- Tenga cuidado con los foros no profesionales. Hay muchos foros de internet donde cualquier persona opina, y donde es posible encontrar informaciones totalmente erróneas. Dichos foros le pueden crear desinformación y vinculada a esta ansiedad o esperanzas infundadas.
4.- Busque espacios o directorios profesionales. Existen diversas web o directorios de profesionales de la salud claramente identificables e identificados que además de localizar al profesional que necesitas más cercano ofrecen servicios de preguntas básicas a médicos reales de forma gratuita. Son fiables porque los médicos y profesionales que responden están certificados como tales.
5.- Compruebe la fecha del contenido.
La Medicina es una ciencia que avanza rápido, sobre todo en ciertos campos. Es muy importante verificar cuándo se publicó la información que se está leyendo. Es preferible utilizar el filtro temporal del buscador para consultar únicamente informaciones publicadas durante el último año.
6.- Cuidado con los buscadores.
No siempre la primera información que sale en el buscador es la mejor o la más adecuada a su caso. Es mejor comprobar toda la página o ajustar mejor la búsqueda.
7.- Las informaciones generales deben ser verificadas.
Las fuentes fiables en internet puede ser un buen comienzo para quedarse tranquilo, pero la Medicina es una ciencia que tiene que tener en cuenta muchos aspectos personales del paciente. Un médico analiza muchos aspectos antes de aconsejar un tratamiento a los pacientes, y por supuesto, tiene en cuenta su historia clínica anterior y la de su familia.
8.- No le dedique mucho tiempo. Internet puede ser una buena primera fuente de información e incluso de contacto con médicos, pero siempre con un límite. Si pasa demasiado tiempo, encontrará respuestas contradictorias. Si algo le preocupa mucho, contacte a un médico y visítese. No se convierta en un hipocondriaco digital.
9.- Nunca compre medicinas de prescripción por Internet. Es peligroso (la venta online de medicamentos falsos es un gran negocio a nivel mundial) y en el mejor de los casos puede que esté comprando “pastillas que no hacen nada”. En el peor, puede intoxicarse, además de alimentar mafias. En ciertos países pueden comprarse medicinas que no necesitan prescripción médica (OTC y suplementos) a farmacias: no se deje engañar y busque claramente la presencia de un titular y un establecimiento reconocible.
Con información de Dr. Frederic Llordachs. Médico y fundador de Doctoralia (www.doctoralia.com)
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