La muestra 'Romanorum vita. Una historia de Roma', refleja cómo era la vida en las bulliciosas calles del Imperio y la vida privada de los habitantes
G. CAPPA GRANADA
Escombros en los edificios, olor a carne estofada en la cocina, grafitis en las paredes, un olor ácido en las letrinas... No se trata de la descripción de un barrio cualquiera de la actualidad, sino de algunas particularidades de la exposición Romanorum Vita. Una historia de Roma, que ayer se inauguró en una carpa instalada en el Paseo del Violón para conocer cómo vivían hace 2000 años los habitantes del Imperio Romano. Organizada por La Caixa con la colaboración del Ayuntamiento, la muestra es un nuevo concepto de divulgación histórica que pretende que a los visitante sólo les falte una toga para sentirse como un romano más. La exposición traslada a los espectadores a un paseo por una ciudad romana -con sus negocios, olores, formas de expresión y religiosidad popular-, con la recreación además de una calle con todo el realismo posible y la visita al interior de la casa de un patricio romano. "La muestra refleja las analogías entre una ciudad del siglo I d. C. y una del XXI, con sus problemas de ruido o de comunicación, además de las similitudes de las formas de vida", explicó en la presentación el director territorial de la Caixa en Andalucía Oriental, Victorino Lluch. Por su parte, Isabel Rodá, comisaria de la muestra y catedrática de Arqueología de la Universidad Autónoma de Barcelona, ilustró estos paralelismos destacando que en las calles romanas había problemas de ruido y se llegó a prohibir la circulación, una frase que contó con el gesto de aprobación del alcalde de Granada, José Torres Hurtado, que también participó en la inauguración y que también se vio reflejado en las calles que recrean la muestra. Cuando hizo erupción el Vesubio las ciudades de Pompeya y Herculano acababan de celebrar elecciones municipales, por lo que han llegado hasta hoy vestigios de sus campañas electorales de hace dos milenios. De hecho, según el audiovisual que acompaña a la muestra, "el éxito de los políticos dependía de su contacto con la gente", con lo que lo de visitar mercados y dar besos a los niños para captar votantes no es cosa de ahora.
En Romanorum Vita los visitantes descubrirán que, en las calles, artesanos y comerciantes desarrollaban todo tipo de actividades y cómo estas se llenaban de gente. Paseando por una calle cualquiera o por delante del foro de una ciudad romana, los espectadores comprueban cómo eran las letrinas y el olor que desprendían. O cómo eran los comercios y que ya existía lo que se podría considerar como el precedente de los locales de comida rápida, ya que muchas de las casas carecían de cocina.
En la muestra se ha hecho un uso innovador de distintos elementos -desde la inclusión de ruidos y olores característicos de la época hasta la interacción entre el espacio escenográfico y un gran audiovisual- para lograr que los espectadores se sumerjan en la ciudad y descubran sus similitudes con la vida cotidiana actual. Uno de estos montajes audiovisuales se proyecta sobre la fachada de la domus, de 12 metros de ancho, y en él pueden verse los personajes clave de la ciudad romana gracias a un rodaje realizado con más de 30 figurantes.
La muestra, de 400 metros cuadrados, da la bienvenida a los visitantes en una ciudad arquetípica del Imperio Romano y presenta un día cualquiera de esa ciudad, veinticuatro horas en que descubrirán cómo era la vida en la calle y en el interior de una casa de una familia de clase media alta. En ella se muestran las paredes decoradas, sus vasijas, el despacho del patentado con sus papiros "que se extendían de forma horizontal y no vertical, como aparece en las películas", señaló la comisaria de la muestra, que resaltó que todos los elementos de la exposición son fieles reproducciones de las originales.
El proyecto en línea, accesible desde las web romanorumvita.com y www.laCaixa.es/ObraSocial, permite a los usuarios de la red conocer la exposición gracias a la visita virtual, que contempla elementos creados expresamente para la presencia de Romanorum Vita en la red, como por ejemplo la inclusión de voces romanas que describirán situaciones cotidianas de la vida romana en forma de audio o la descripción de las obras históricas en que se ha basado el proyecto expositivo. También existe un catálogo digital y la explicación de cómo se ha realizado la exposición a partir de vídeos que muestran el rodaje con los actores, entre otros.
Por otra parte, se han creado varios contenidos didácticos para reforzar el carácter divulgativo de la muestra y sha puesto en marcha un blog destinado al público en general, pero también y muy especialmente para el público escolar y familiar, que incluye recomendaciones para antes y después de la visita, y que es actualizado a su paso por las distintas ciudades que visita la muestra. También se utilizan algunas de las posibilidades de las redes sociales para la dinamización de los contenidos y la difusión de la exposición, especialmente entre el público más joven.
El tirón que tiene el mundo romano todavía quedó patente a la salida de la inauguración, donde ya se había formado una cola para ser los primeros en pasear por la Historia.
En Romanorum Vita los visitantes descubrirán que, en las calles, artesanos y comerciantes desarrollaban todo tipo de actividades y cómo estas se llenaban de gente. Paseando por una calle cualquiera o por delante del foro de una ciudad romana, los espectadores comprueban cómo eran las letrinas y el olor que desprendían. O cómo eran los comercios y que ya existía lo que se podría considerar como el precedente de los locales de comida rápida, ya que muchas de las casas carecían de cocina.
En la muestra se ha hecho un uso innovador de distintos elementos -desde la inclusión de ruidos y olores característicos de la época hasta la interacción entre el espacio escenográfico y un gran audiovisual- para lograr que los espectadores se sumerjan en la ciudad y descubran sus similitudes con la vida cotidiana actual. Uno de estos montajes audiovisuales se proyecta sobre la fachada de la domus, de 12 metros de ancho, y en él pueden verse los personajes clave de la ciudad romana gracias a un rodaje realizado con más de 30 figurantes.
La muestra, de 400 metros cuadrados, da la bienvenida a los visitantes en una ciudad arquetípica del Imperio Romano y presenta un día cualquiera de esa ciudad, veinticuatro horas en que descubrirán cómo era la vida en la calle y en el interior de una casa de una familia de clase media alta. En ella se muestran las paredes decoradas, sus vasijas, el despacho del patentado con sus papiros "que se extendían de forma horizontal y no vertical, como aparece en las películas", señaló la comisaria de la muestra, que resaltó que todos los elementos de la exposición son fieles reproducciones de las originales.
El proyecto en línea, accesible desde las web romanorumvita.com y www.laCaixa.es/ObraSocial, permite a los usuarios de la red conocer la exposición gracias a la visita virtual, que contempla elementos creados expresamente para la presencia de Romanorum Vita en la red, como por ejemplo la inclusión de voces romanas que describirán situaciones cotidianas de la vida romana en forma de audio o la descripción de las obras históricas en que se ha basado el proyecto expositivo. También existe un catálogo digital y la explicación de cómo se ha realizado la exposición a partir de vídeos que muestran el rodaje con los actores, entre otros.
Por otra parte, se han creado varios contenidos didácticos para reforzar el carácter divulgativo de la muestra y sha puesto en marcha un blog destinado al público en general, pero también y muy especialmente para el público escolar y familiar, que incluye recomendaciones para antes y después de la visita, y que es actualizado a su paso por las distintas ciudades que visita la muestra. También se utilizan algunas de las posibilidades de las redes sociales para la dinamización de los contenidos y la difusión de la exposición, especialmente entre el público más joven.
El tirón que tiene el mundo romano todavía quedó patente a la salida de la inauguración, donde ya se había formado una cola para ser los primeros en pasear por la Historia.
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