Estas células muertas que preservan ciertas características vitales se utilizan, entre otros fines, para minimizar los efectos de las terapias contra el cáncer porque retrasan los fenómenos tóxicos y proinflamatorios provocados por la muerte celular.
DIARIO DE SEVILLAEl grupo de investigación de José Antonio Sánchez Alcázar, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo -centro mixto del CSIC, la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y la Junta de Andalucía- ha patentado una composición y procedimiento para preservar y estabilizar células apoptóticas, un método que sirve para generar células zombis (células muertas pero que conservan ciertas características vitales). El trabajo de investigación que ha originado la patente ha sido publicado en Cell Death and Disease, según ha informado la Universidad Pablo de Olavide.
La apoptosis es un proceso de muerte controlado y fisiológicamente ventajoso ya que las células apoptóticas son eliminadas por fagocitosis antes de que se permeabilicen y liberen el contenido celular, y de esta forma previenen el daño a las células vecinas y la inducción de una respuesta inflamatoria. En el supuesto de no ser fagocitadas, las células apoptóticas sufren un proceso de necrosis secundaria con liberación de los componentes intracelulares citotóxicos y proinflamatorios. En esta invención, los investigadores presentan una metodología para conseguir la estabilización de células apoptóticas que garantizan su integridad temporal evitando que pasen a necrosis secundaria.
La estabilización y preservación de células apoptóticas tiene gran interés en diferentes aplicaciones. La utilización de la tecnología propuesta con esta invención permitirá estabilizar las células apoptóticas y de esta forma realizar una medida más fiable y exacta del número de células apoptóticas, pues la determinación de células en apoptosis se ve a menudo afectada porque en el proceso de manipulación de las células muchas de ellas entran en necrosis secundaria y por lo tanto las cuantificaciones no son exactas. La cuantificación de las células apoptóticas mediante kits diagnósticos es una técnica muy utilizada para evaluar los efectos citotóxicos de diferentes compuestos.
Otra de las ventajas de este método es que supone un mecanismo protector para minimizar los efectos secundarios derivados de tratamientos que busquen la muerte celular (terapia anticáncer), ya que la estabilización de las células apoptóticas y el retraso en su entrada en necrosis secundaria puede evitar los fenómenos tóxicos y proinflamatorios inducidos por la muerte celular. Las células apoptóticas son utilizadas también para diversas formas de terapia, fundamentalmente con el objetivo de desarrollar inmunotolerancia en los individuos receptores. La estabilización de las células apoptóticas mediante esta invención garantiza que las células apoptóticas inoculadas retengan sus típicas características hasta ser fagocitadas por los macrófagos. Las células apoptóticas estabilizadas pueden ser también utilizadas para el transporte de sustancias terapéuticas, como proteínas, con el objetivo de inducir inmunotolerancia o terapia de reemplazo proteico.
Finalmente, hay formas de muerte (tóxicos, frío, etcétera.) que por sus características dificultan la formación de la red de microtúbulos apoptóticos (AMN, Apoptotic Microtubule Network) imposibilitando que las células apoptóticas tengan sus características esenciales y provocando graves efectos secundarios. La estabilización de las células apoptóticas mediante esta invención puede permitir el desarrollo de terapias que ayuden a una correcta formación y estabilización de la AMN y por lo tanto, a la inducción de un tipo de muerte más fisiológico y controlado por el organismo.
El trabajo de investigación que ha dado como resultado la patente ha sido financiado con fondos del Ministerio de Sanidad, Feder, la Consejería de Economía de la Junta y la Asociación de Enfermos de Patología Mitocondrial (Aepmi).
El trabajo de investigación que ha originado la patente ha sido publicado en Cell Death and Disease, Sus aurores son: Manuel Oropesa-Ávila, Yuniesky Andrade-Talavera, Juan Garrido-Maraver, Mario D. Cordero, Mario de la Mata, David Cotán, Marina Villanueva Paz, Ana Delgado Pavón, Elizabet Alcocer-Gómez, Isabel de Lavera1, Rafael Lema, Ana Paula Zaderenko, Antonio Rodríguez-Moreno y José A. Sánchez-Alcázar.
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