“Maltratar la historia de una ciudad debería ser delito” |
–La Asociación que preside cumple diez años. ¿Cómo nació?
–Un grupo de personas (Antonio Santiago, José Luis Medrano, Nieves Lomas, Daniel Ayuso, Carmen Medrano, José Antonio Mingorance y Mª Luisa Ripalda, entre otros) veníamos desarrollando actividades relacionadas con el Archivo Municipal, del que entonces era director Manuel Barea. Programamos unas Jornadas de Jóvenes Investigadores con la UCA y nos dimos cuenta de que no teníamos entidad alguna para firmar propuestas, por lo que se nos ocurrió formar esta asociación y así dar continuidad a esta empresa. Nadie en la ciudad había desarrollado antes esta iniciativa. Luego vinieron numerosas actividades, muchas de ellas las hemos documentado en libros para los archivos.
–¿Por qué los archivos? ¿De qué hay que salvarlos? ¿Y qué le atrae personalmente de los archivos?
–Conociendo un archivo, cualquiera, te das cuenta de que en él está la historia, la experiencia de la vida. De sus documentos, sean los que sean (actas, escrituras, cartas, fotografías, contabilidad y hasta ciertos objetos), sabemos lo que hicimos y lo que somos. Si me apuras, también sabremos hacia dónde vamos. Personalmente, siempre he sido un poco Diógenes, no me ha gustado tirar, o salvaguardaba o entregaba donde podían ser útiles. No soy muy ordenado, pero siempre he estudiado las posibilidades que tenía un documento o un objeto. Siempre he archivado y nunca para mí. Preservar, claro que hay que salvar las cosas, nuestros archivos en especial. Hay que interesarse en ello, saberlo hacer, fomentar su investigación. La historia de una ciudad, de una comarca o familia, no se puede maltratar, debería ser delito. Despreciar un archivo público es un delito social. Y existen muchos maltratadores, responsables que esquivan sus funciones.
–¿Qué significan los archivos para el futuro de la humanidad?
–Saber dónde vamos. La historia se repite una y otra vez, porque no investigamos, porque no tomamos la experiencia que hay en los archivos. Vamos a ciegas en nuestros proyectos, porque apenas conocemos otros proyectos, otras situaciones históricas o, y esto es lo peor, porque ponemos por encima nuestros intereses. Nada peor para el futuro que las versiones interesadas de la historia.
–Acaban de celebrar sus décimas jornadas de archivos privados, dedicadas al vino, en las que han contado con destacados ponentes a nivel nacional y regional. ¿Qué le ha sorprendido?
–Primero, haber llegado a las décimas. Es muy complejo montar unas jornadas de esta categoría, se tienen muchos elementos en contra y pocos apoyos. Pero las armas fundamentales son la generosidad de significativos ponentes, la de los directores, el empuje de los patrocinadores, la gran importancia de los colaboradores que nos abren sus puertas de par en par y el buen equipo de la organización. Esta convocatoria nos han descubierto interesantes proyectos e investigaciones. No sabría decir con cuál de ellos he aprendido más. Y mi sorpresa, Ivagro, del Campus de la UCA en Jerez, Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria, formado por un buen número de profesores de la UCA, en sus diferentes departamentos de investigación. Es sorprendente y lo tenemos aquí, a mano.
– ¿Se está tomando conciencia de la importancia de los archivos?
–Tomar conciencia. Es lo que pretenden las jornadas de archivos en sus convocatorias y los Amigos del Archivo todo el año. Sí, se está desarrollando interés. Los actos que se programan tienen respuesta, asiste numeroso público que suele quedar muy satisfecho. Además, son numerosas las consultas de personas o familias que tienen archivos. Nuestra asociación no tiene sede, el esfuerzo en su mantenimiento y costo lo empleamos en llevar a cabo un programa de apoyo y difusión de los archivos y la investigación.
–¿Qué archivos son un referente para usted?
–Un referente es nuestro Archivo Municipal, denostado, sin proyecto, pero con un patrimonio documental extraordinario y con mucho futuro si se deseara. Archivos bodegueros, el de la Fundación González Byass, muy cuidado y abierto a la investigación. El Histórico Provincial, el de la Fundación Medina Sidonia, algunos privados como el de Campo Real, etc.
–Como dice, el Archivo Municipal de Jerez, uno de los más importantes de Andalucía, no pasa por su mejor momento.
–Hace muchos años que no está en su mejor momento. Está lleno de falsas promesas y de grandes olvidos. Yo lo conocí cuando mi padre fue depuesto de sus funciones ganadas por oposición y, por contestatario al político de turno, fue trasladado al archivo municipal. Era un castigo. Prestamos el apoyo que podemos dar, pero hoy por hoy es muy complejo acercarse. Esperamos que la inspección habida en el Archivo dé conclusiones reales y que podamos poner fin a este sin sentido y favorecer un proyecto digno de futuro.
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