Los ayuntamientos mantienen una primera reunión con los responsables de la Junta y creen que el traspaso de competencias desde el Gobierno no acaba con los problemas
NACHO MARTÍN / MOTRIlImagen de un chiringuito de Almuñécar, cuyo ayuntamiento se muestra por lo menos escéptico ante la nueva situación administrativa.
Algunos alcaldes y concejales abogan por una nueva ley
"Diálogo, diálogo y diálogo". Esa fue la receta que propuso la consejera de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, el pasado 12 de enero para solucionar los problemas que rodean la gestión del litoral andaluz en general y la regularización de los chiringuitos en particular.Lo dijo tras la firma del decreto por el que la Junta asumirá desde el 1 de abril las competencias de ordenación y gestión del litoral andaluz, después de que el ministro de Política Territorial y Administración Pública, Manuel Chaves, y la consejera andaluza firmaran el acuerdo de transferencia de competencias.
A dos meses vista de la fecha indicada en el convenio, y con el objetivo de regularizar los 51 establecimientos hosteleros establecidos en la Costa granadina, desde la Delegación de Medio Ambiente se han puesto manos a la obra y en la mañana de ayer se reunió con los ayuntamientos implicados para diseñar una "hoja de ruta" que permita delimitar el camino a seguir con el máximo consenso.
En la reunión, a la que estaban convocados los ayuntamientos de Albuñol, Sorvilán, Polopos-La Mamola, Rubite, Lújar, Gualchos-Castell de Ferro, la ELA de Carchuna-Calahonda, la ELA de Torrenueva, Motril, Salobreña y Almuñécar, y a la que también asistieron el delegado de este área, Francisco Javier Aragón, y el jefe del servicio provincial de Costas, Miguel Calleja, se valoró la actuación realizada hasta ahora por el Estado, para precisar sus fortalezas y superar aspectos en los que se podía mejorar.
Aragón dejó claro que la transferencia no cambia la Ley de Costas y que "velará por el cumplimiento y el respeto a la normativa, como se venía haciendo hasta ahora". No obstante, puntualizó que "la mayor concienciación que tiene la Junta de la importancia que el sector de los chiringuitos tiene para Andalucía como un elemento muy relevante y singular que aporta personalidad al turismo andaluz, y la mayor proximidad permitirá más diálogo, estar más cerca de la realidad y esperamos que una capacidad mayor de arreglar los problemas más rápido". También añadió que "uno de los objetivos es que la Costa siga generando crecimiento económico y de puestos de trabajo conjugando el desarrollo sostenible y el respeto a las leyes".
Cada ayuntamiento trasladó al delegado los problemas concretos de las localidades del litoral para afrontar una solución global y Aragón se comprometió a crear una comisión de seguimiento que permitirá mantener reuniones a corto y a largo plazo y crear una "estructura sólida para afrontar la nueva competencia".
Tras la reunión, María José Sánchez, alcaldesa de Albuñol, valoró como positiva la transferencia de competencias de la Junta. "Todo lo que sea descentralización y acercar la administración al ciudadano es positivo". Sin embargo, para otros representantes municipales se trata de un parche hasta que no cambie la legislación actual.
Daniel Barbero, concejal de Medio Ambiente de Almuñécar, municipio que concentra buen número de estos locales, recordó que ya a mediados de los años 80 el Ministerio de Obras Públicas pretendió derribar todos los chiringuitos. "El Consistorio sexitano intercedió entonces a favor de estos empresarios para alcanzar un acuerdo con Costas, resultado del cual se tuvieron que trasladar siete de estos chiringuitos a lo que en la actualidad son los Bajos del Fenicio, Tesorillo y San Cristóbal. El resto tuvo que reubicarse en la playa".
A la vista de estos precedentes y después de la reunión mantenida en Granada, el edil sexitano se mostró escéptico y pesimista. "No va a cambiar mucho el panorama, ya sea la Junta o el Gobierno central deberá aplicar la ley y velar porque se cumpla y en tanto no cambie ésta, poco recorrido les queda a las administraciones".
Así que abogó por sustituir la actual ley por otra que permita compatibilizar el uso y disfrute de las playas con el respeto al medio ambiente. "Las leyes se reforman y se sustituyen por otras más acordes y no pasa nada, conceder licencias a los chiringuitos, sea por 10 o sea por 20 años, no soluciona el problema", finalizó.
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