Se aproximan las elecciones municipales del 22 de mayo y, como cada cuatro años, los representantes socialistas de la Junta de Andalucía vuelven a prometer una solución a los problemas del agua para los agricultores del valle de Río Verde. Tras dos décadas de permanentes reivindicaciones de mejoras del sistema de regadío, al que la Junta ha hecho oídos sordos, la semana pasada el delegado de Medio Ambiente, Francisco Javier Aragón, mantenía un encuentro con los presidentes de las distintas comunidades de regantes del municipio, a quienes prometía una solución para que el agua llegase a la cota 400, con el consiguiente descenso en los costes energéticos.
No tuvo el delegado socialista reparos en prometer lo que no se ha incluido en los presupuestos de la Junta de Andalucía, ni en la programación aprobada recientemente, que sólo lleva las canalizaciones de Rules-Béznar hasta la ETAP de Molvízar. Lo importante de estas reuniones “es prometer que el año que viene habrá una solución a nuestros problemas, algo a lo que ya nos tienen acostumbrados”, afirmaban algunos agricultores. Uno de ellos, Jesús Ruiz Peralta, miembro de la junta de gobierno de la Comunidad de Usuarios del Bajo Guadalfeo y presidente de la comunidad de regantes de La Sandovala, comentaba que “esa promesa ya la llevaban los socialistas en el programa con que concurrieron en las elecciones, y que ganaron, en el año 1991 y que han incumplido sistemáticamente desde entonces”.
En Almuñécar y La Herradura, los elevados precios del agua están llevando a la ruina a centenares de pequeñas explotaciones, ya que se estima un coste de unos dos millones de euros anuales lo que se paga a Endesa-Sevillana por elevar el agua desde los pozos hasta las fincas más elevadas. Unos precios tan prohibitivos que ponen en entredicho “la propia supervivencia de nuestros subtropicales, al tener que competir con otros lugares donde el precio del agua es incluso menos de la mitad de lo que pagamos aquí. Eso nos hace que no podamos ser competitivos y estemos abocados a la ruina”, sostiene Ruiz Peralta.
Los agricultores escucharon al delegado comentar todo el proceso para la puesta en marcha de las canalizaciones de Rules y la recuperación del canal de Ízbor, que es conocido como ‘la tubería negra’. Unas tuberías construidas por Sevillana, que tenía una concesión administrativa que ya había caducado pero que la Junta ha prorrogado con un nuevo convenio por cinco años. El compromiso, afirmaba Aragón es que al finalizar el mismo, “la Junta recupera el canal y Sevillana tiene la obligación de repararlo, además se consigue una concesión de 450 litros por segundo a un coste de 10 céntimos de euro”.
Los presidentes de las comunidades de regantes volvieron a plantearle al responsable de Medio Ambiente un proyecto anterior de la empresa Aquamed, que tiene como objetivo llevar agua por la ‘tubería negra’ hasta la cota 400 de Almuñécar y La Herradura, y que redundaría de forma importante en el descenso del precio y la garantía del agua. Se trata de un anteproyecto, lo que hace necesario que una asesoría técnica elabore un proyecto real. Algo a lo que se comprometió Aragón. “La Junta está dispuesta a realizar este proyecto y una vez hecho, es necesaria la cesión de la tubería a la Junta o a las comunidades de regantes así como el cambio de uso de la ‘tubería negra’ para su uso para el regadío regadío”, para lo que pidió la colaboración de regantes y ayuntamientos implicados, comprometiéndose a incluirlo en los presupuestos del próximo año.
Jesús Ruiz Peralta espera que no se trate sólo de una mera promesa y un nuevo engaño. “Vamos a hacer un seguimiento día por día para que el proceso y el compromiso no quede solamente en una promesa electoral de cara al día 22 de mayo. El proyecto ha de ser considerado prioritario por la consejería y tramitarlo por la vía de urgencia, ya que muchos agricultores están abandonando las fincas por el elevado coste del agua, con una situación muy crítica de las comunidades. Son años de mentiras, con un anteproyecto que lleva ocho años durmiendo en los cajones de la administración”.
Los agricultores se muestran muy decepcionados, aunque esperan y confían en que el delegado cumpla con su palabra, por lo que algunos mostraban su satisfacción ante el compromiso. Un proyecto, que si se materializa, será de gran trascendencia económica y un revulsivo para el campo. En él se recoge la ampliación de 6.000 nuevas hectáreas en la Costa Tropical, puesto que se abarca desde La Herradura hasta Albuñol, con una mejora de las actuales explotaciones. Se contemplan unos 15.000 puestos de trabajo directos más los indirectos que conllevan las producciones.
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