La movilización ciudadana consigue que Rosa se quede en su casa · La tragedia ha perseguido a esta mujer, que en 2008 perdió a un hijo y hace pocos días a una hija
SERGIO SEBASTIANI / SALOBREÑA Una movilización ciudadana desarrollada ayer en Salobreña consiguió parar de momento el desahucio de Rosa, una vecina del municipio que, además de afrontar esta situación, viene de perder a su hija en un accidente de tráfico hace poco más de una semana. Más de un centenar de personas se congregaron a las puertas de la urbanización Salobreña Beach, donde se encuentra la vivienda que iba a ser desahuciada. La ejecución de la medida estaba prevista para las diez de la mañana, aunque ni a esa hora ni más tarde se presentó en la vivienda ningún responsable judicial. Posteriormente, miembros de la plataforma Stop Desahucios presentaron un escrito en el Juzgado, que informó sobre un aplazamiento del desahucio, de manera que según los plazos legales no se produciría antes de abril o mayo. En estos meses el colectivo pondrá el caso en manos de abogados idóneos, ya que consideran que Rosa no ha estado bien asesorada y, si bien hay varias vías de actuación, su objetivo es conseguir que se impugne el contrato de compraventa que derivó en esta orden de desahucio.
La movilización ciudadana se inició a las 9 de la mañana en la parada de autobuses de Salobreña, desde donde un grupo de miembros de Stop Desahucios llegados desde distintos puntos de la comarca y la provincia marcharon hacia la vivienda situada en la playa. Poco a poco se fueron sumando vecinos de Salobreña hasta reunir a más de un centenar de personas. El hecho suscitó también el interés de numerosos medios de comunicación nacionales, como algunas cadenas de televisión que realizaron conexiones en directo con Rosa, quien además de reivindicar la situación de su vivienda pidió que se esclarezca la muerte de sus dos hijos.
La afectada afirmó que quiere terminar con el luto que empezó en 2008 cuando murió su hijo de dieciocho años en extrañas circunstancias, presuntamente asesinado. Quiere "saber qué ocurrió" y también pide responsabilidades por el reciente fallecimiento de su hija, ya que nadie le avisó que se había fugado del centro de acogida de la Junta de Andalucía en el que se encontraba hasta "tres días después, y un día más tarde de su muerte". Además, tiene otra hija en situación de acogida, y ante la desconfianza por lo ocurrido lo que desea es tenerla a su lado.
Respecto al desahucio, en este caso no lo solicitó un banco, sino un prestamista. Rosa explicó que "ante una deuda de 6.000 euros que tenía, y como ningún banco me daba un crédito, busqué un prestamista por internet". Asegura que, sin saberlo, le hicieron firmar un contrato de compraventa de su vivienda, y por ese motivo ahora se le reclama la casa en la que habita desde hace diecisiete años y que estaba totalmente pagada cuando solicitó el préstamo, que según manifiesta no se ha negado a pagar en ningún momento.
La movilización a favor de Rosa, quien desde hace unos años sufre problemas de alcoholismo por las duras situaciones que le ha tocado vivir -también enviudó en dos ocasiones- fue organizada por amigos y conocidos que, al conocer su situación, se solidarizaron y se pusieron manos a la obra para impedir el desahucio. Uno de ellos, Aziz Sbahi, agradeció su apoyo a todos los presentes, aunque también lo solicitó para más adelante, puesto que "el caso no se termina aquí pese a haberse detenido el desahucio, y seguramente se volverá a necesitar la movilización para evitarlo en el futuro". Entre los más de cien manifestantes que acudieron no sólo había vecinos del municipio, sino también integrantes de Stop Desahucios de Motril, Almuñécar, Salobreña y Padul.
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