En una época de crisis en la que pocos datos invitan a la felicidad, una vía para conseguirla es la alimentación. Buen humor, clave para la salud, independientemente del placer que se encuentra en ladegustación de determinados productos, es lo que persigue el movimiento Mood Food.
Fuertemente arraigado en Estados Unidos y Japón, llega ahora a España de la mano del investigador y experto en alimentación Miguel Ángel Almodóvar, que encabeza esta asociación en el país y queha presentado en Madrid su libro Mood Food. La cocina de la felicidad (Oberon).
"No se trata de una pseudociencia. A mediados de los ochenta, científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets demostraron que un puñado de cerezas es mejor que cualquier medicamento antidepresivo por sus nutrientes", explica Almodóvar.
Ya en la antigüedad se asociaban determinados alimentos al vigor físico, la paz de espíritu, el mayor rendimiento intelectual o la alegría de vivir. Ahora se ha probado que influyen en el estado de ánimo, controlan la ansiedad y el estrés, evitan la melancolía y alejan el peligro de la depresión, según recoge el autor.
Son aquellos que activan neurotransmisores como la serotonina, que incrementa los niveles de tolerancia al dolor, reduce la irritabilidad y mejora la cantidad y calidad del sueño. Endorfinas, dopamina y noradrenalina también tienen efectos positivos en nuestro estado de ánimo, sostiene este movimiento.
En el lado opuesto se sitúan las catecolaminas, presentes en excitantes como el té, el café, los destilados, las carnes rojas o los quesos muy curados que, si bien inducen a la excitación, también se asocian al nerviosismo.
Entre los nutrientes y principios activos que promueven la felicidad está el triptófano, la teobromina -que se encuentra sólo en el guaraná y el chocolate-, la fenilalanina, la tirosina, las vitaminas del grupo B, la C, hidratos de carbono, ácidos grasos Omega 3, magnesio, hierro, fósforo, selenio, litio, zinc y capsaicina.
Por ello, la búsqueda de la felicidad a través de los alimentos discurre por la ingesta de aceite de oliva, aguacate, ajo, albaricoques secos, almejas, legumbres -Almodóvar insiste especialmente en el garbanzo-, arroz y cereales integrales, frutos secos como las nueces y las almendras, y frutas como plátano, piña, fresa y manzana.
También por bacalao, sardina, caballa, berberechos, marisco, hígado de ternera, lechuga, brécol, espinacas, champiñones, jamón, levadura de cerveza, carnes magras que no sean rojas, dátiles, miel chiles y guindillas y el inevitable chocolate negro. Se incluye el vino, pero con moderación.
Así, sugiere Almodóvar, un día feliz comenzará con un desayuno que incluya una combinación de algunos de estos ingredientes: pan integral con aceite de oliva, plátano, zumo de pomelo y leche de vaca desnatada. Continuará con un puñado de nueces, almendras o avellanas a mediodía.
Le seguirá un almuerzo en el que el aguacate es indispensable en la ensalada, y en el que se podrá optar por legumbres, pescados preferentemente azules o carnes magras, pavo o pollo; proseguirá con un chocolate a la taza como merienda y terminará, felizmente, con una cena compuesta por una lata de sardinas en aceite de oliva.
"Piña en todo, y como dijo el detective Pepe Carvalho -creación de Manuel Vázquez Montalbán- a su ayudante Biscuter, garbanzo en todo", resume el autor.
Fundamentales también en el movimiento Mood Food son los productos de temporada, erradicar la bollería industrial, las grasas trans y los precocinados, que contienen conservantes como "el E-621, glutamato monosódico, que inhibe la sensación de saciedad y favorece la obesidad", comenta Almodóvar.
Asimismo, "que la gente vuelva a cocinar, no a hacer grandes platos sorprendentes, sino a hacer comida". Para alentar al lector en este propósito, su libro incluye recetas de 16 grandes chefs,apóstoles de este movimiento, como Joaquín Felipe, Paco Roncero, Mario Sandoval, Carlos Durán o Teresa Gutiérrez.
Pilar Salas./ Efe
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