VÍCTOR OLIVENCIA GRANADA |
¿Cuánto pesa la solidaridad? En Granada, 500.000 kilos. Tantos como esos son los que el Banco de Alimentos ha logrado en comida en su Gran Recogida de este año. Sustentos que irán a parar a casi 300 entidades de la provincia, en un reparto que ya ha comenzado. Organizaciones que recibirán raciones todas las semanas. "Hemos calculado la forma de repartir los alimentos para que cada una reciba en las 52 semanas que tiene el año", explica Antonio López-Barajas, presidente del Banco.
El trabajo no se detiene ningún día. Aunque ayer era festivo y MercaGranada -donde tienen su sede habitual- no estaba operativa, no sólo se puede ayudar entregando un cartón de leche. Varias decenas de voluntarios se congregaron en una de las naves que un particular cede en el Polígono El Rey para que puedan guardar lo cosechado. Desempleados, jóvenes, adultos y hasta familias enteras, con sus niños, clasificaban los alimentos y los repartían en cajas. Hasta personas llegadas desde ciudades como Sevilla que quisieron colaborar. Andalucía es solidaria.
Pero esa es, únicamente, uno de los puntos de almacenado. Como el mismo Antonio López -Barajas expone, todavía no se ha contado con lo recogido en las distintas delegaciones. "Hoy [por ayer] está prevista la última expedición por los pueblos; en el almacén de Granada tenemos unos 400.000 kilos pero, luego, en nuestras delegaciones de Motril, Guadix, Huéscar y Loja, están los alimentos que se han recogido en esas zonas", apostilló.
Todos los días, unos 40 voluntarios se citan en una de las sedes y comienzan su labor de empaquetado de arroz, garbanzos, pasta o galletas que los granadinos entregaron el último fin de semana de noviembre. Según López-Barajas, el Banco de Alimentos cuenta con unas 150 personas que, desinteresadamente, colaboran a diario. Número que se incrementó en varios guarismos: "Para la Gran Recogida movilizamos a unos 2.500 voluntarios, fue algo espectacular".
La alegría y el buen ambiente reinan en cada jornada. El orgullo, también. "En proporción de habitantes, los granadinos hemos superado con creces lo que han recogido en ciudades como Sevilla o Málaga", comentaba uno de los espontáneos empleados mientras tomaba un café en lo que ellos llaman su "zona de catering". Y es que cada uno aporta lo que puede para que todos los que se reúnen y colaboran en las naves puedan desayunar o tomarse un pequeño tentempié en los breves descansos.
Las entidades beneficiarias del reparto pueden ser de dos tipos, como informa el presidente del Banco. Por un lado, se encuentran "las de consumo", aquellas que gastan la comida que se les entrega como los comedores sociales o las residencias infantiles y de ancianos. Por otro, "las de reparto", algunas como Cáritas, las que se encargan de distribuir entre los más necesitados los alimentos que les hacen llegar.
Pero no sólo dividen alimentos no perecederos. De hecho, éstos sólo constituyen un 20% de los que asignarán este año. Los perecederos, generalmente entregados por mayoristas y empresarios, igualmente se tienen en cuenta. Todos, como era de esperar, en perfecto estado. "Por ejemplo, si un mayorista nos da 50 cajas de naranjas y cada caja tiene 15 malas, éstas se quitan y se reparten las otras. Así evitamos que se tiren ya que, muchas veces, cuando una caja tiene unas cuantas en mal estado ya no se puede vender; antes, las buenas, también iban a la basura, ahora nosotros las aprovechamos", detalla Antonio López-Barajas.
Aunque parezca contradictorio, el éxito recolectado supone, a su vez, una "preocupación" y una responsabilidad para Antonio: "Somos conscientes de que la sociedad tiene una confianza muy grande en nosotros y eso nos obliga a ser muy cuidadosos con el reparto y la asignación de alimentos".
El trabajo no se detiene ningún día. Aunque ayer era festivo y MercaGranada -donde tienen su sede habitual- no estaba operativa, no sólo se puede ayudar entregando un cartón de leche. Varias decenas de voluntarios se congregaron en una de las naves que un particular cede en el Polígono El Rey para que puedan guardar lo cosechado. Desempleados, jóvenes, adultos y hasta familias enteras, con sus niños, clasificaban los alimentos y los repartían en cajas. Hasta personas llegadas desde ciudades como Sevilla que quisieron colaborar. Andalucía es solidaria.
Pero esa es, únicamente, uno de los puntos de almacenado. Como el mismo Antonio López -Barajas expone, todavía no se ha contado con lo recogido en las distintas delegaciones. "Hoy [por ayer] está prevista la última expedición por los pueblos; en el almacén de Granada tenemos unos 400.000 kilos pero, luego, en nuestras delegaciones de Motril, Guadix, Huéscar y Loja, están los alimentos que se han recogido en esas zonas", apostilló.
Todos los días, unos 40 voluntarios se citan en una de las sedes y comienzan su labor de empaquetado de arroz, garbanzos, pasta o galletas que los granadinos entregaron el último fin de semana de noviembre. Según López-Barajas, el Banco de Alimentos cuenta con unas 150 personas que, desinteresadamente, colaboran a diario. Número que se incrementó en varios guarismos: "Para la Gran Recogida movilizamos a unos 2.500 voluntarios, fue algo espectacular".
La alegría y el buen ambiente reinan en cada jornada. El orgullo, también. "En proporción de habitantes, los granadinos hemos superado con creces lo que han recogido en ciudades como Sevilla o Málaga", comentaba uno de los espontáneos empleados mientras tomaba un café en lo que ellos llaman su "zona de catering". Y es que cada uno aporta lo que puede para que todos los que se reúnen y colaboran en las naves puedan desayunar o tomarse un pequeño tentempié en los breves descansos.
Las entidades beneficiarias del reparto pueden ser de dos tipos, como informa el presidente del Banco. Por un lado, se encuentran "las de consumo", aquellas que gastan la comida que se les entrega como los comedores sociales o las residencias infantiles y de ancianos. Por otro, "las de reparto", algunas como Cáritas, las que se encargan de distribuir entre los más necesitados los alimentos que les hacen llegar.
Pero no sólo dividen alimentos no perecederos. De hecho, éstos sólo constituyen un 20% de los que asignarán este año. Los perecederos, generalmente entregados por mayoristas y empresarios, igualmente se tienen en cuenta. Todos, como era de esperar, en perfecto estado. "Por ejemplo, si un mayorista nos da 50 cajas de naranjas y cada caja tiene 15 malas, éstas se quitan y se reparten las otras. Así evitamos que se tiren ya que, muchas veces, cuando una caja tiene unas cuantas en mal estado ya no se puede vender; antes, las buenas, también iban a la basura, ahora nosotros las aprovechamos", detalla Antonio López-Barajas.
Aunque parezca contradictorio, el éxito recolectado supone, a su vez, una "preocupación" y una responsabilidad para Antonio: "Somos conscientes de que la sociedad tiene una confianza muy grande en nosotros y eso nos obliga a ser muy cuidadosos con el reparto y la asignación de alimentos".
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