Al ambicioso programa regional le han llovido alegaciones desde ayuntamientos hasta asociaciones de usuarios e incluso ecologistas
ROSA FERNÁNDEZ MOTRIL ç
El ambicioso Plan Andaluz de la Bicicleta (PAB), por el que la provincia de Granada estaría unida a través de carriles bici por medio de varios ejes andaluces, ha sufrido de momento algunos 'pinchazos' por el camino, ya que no termina de convencer en cuanto a la forma del proyecto si bien el fondo de promover el uso de la bicicleta parece incuestionable.
En concreto, la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía ha recibido un total de 157 alegaciones al Plan, que corresponden a 42 organismos públicos y privados de toda Andalucía. Entre ellos, se encuentran los dos principales ayuntamientos de la provincia, Granada y Motril, que por distintas razones piden la modificación del texto inicial. También se oponen al documento varias asociaciones, como por ejemplo de ciclistas, u organizaciones ecologistas, y piden un cambio de planteamiento.
En Granada, las vías ciclistas por las que se uniría la provincia a todo el mapa dibujado, enlazarían con los ejes Sur 4 (562 kilómetros), que llega a la capital procedente de Huelva y que confluye con el Litoral 5 (567 kilómetros) que arranca en la capital onubense y finaliza en Almería. También existen otros enlaces, llamados "conexiones externas" que unirán el corazón de Andalucía y que llegarán hasta la ciudad de la Alhambra.
En el caso del Eje Sur, continúa después de Granada, por la zona norte hasta fundirse con el Eje 9 Cazorla-Carboneras, pero también sale un ramal hasta la Alpujarra, que entra directamente a la provincia de Almería y que se encuentra con el Eje Litoral. Aquí es donde surge la oposición al trazado por parte de una de las principales poblaciones. Y es que Motril, de nuevo, se queda fuera de los grandes planes de conexión de las administraciones.
El recorrido viene por toda la costa andaluza y, en este caso, salta Motril y sube a la Alpujarra para continuar hasta Almería. Es el único trozo de litoral de la comunidad autónoma que no está contemplado. Además de ser obviado por el mapa en el litoral, tampoco existe ninguna comunicación con la capital. Estos son dos de los argumentos esgrimidos en las alegaciones que presentó el Consistorio motrileño el pasado 25 de septiembre.
Para Nicolás Navarro, teniente de alcalde de alcalde de Gestión del Territorio de la ciudad costera, no se entiende cómo se llama al Eje Litoral de esa forma, cuando deja fuera a un municipio tan importante como Motril. Asimismo, el portavoz del Ayuntamiento se queja de que "al igual que el tren nos salta (en el caso del Corredor Mediterráneo), la bicicleta también".
En Granada está prevista la construcción de 110 kilómetros y en una primera fase en la capital se harían 34 nuevos kilómetros de carriles bici en dos años que costarían entre 8 y 9 millones de euros, según informó el delegado de Fomento, Manuel Morales. Este último tenía un especial interés de que Granada fuese la primera en adherirse al Plan. Sin embargo, esto de momento no va a ser posible.
La concejal de Protección Ciudadana y Movilidad del Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz, avanzó a este periódico que hace apenas unos días les fue remitido el borrador de convenio en el que se tomaba como referencia el mapa inicial. Su sorpresa sobre todo viene porque desde el verano y hasta el pasado 23 de octubre un equipo formado por técnicos de la Junta y del propio Consistorio granadino hicieron un trabajo de campo y protagonizaron varias reuniones en las que llegaron a algunas conclusiones consensuadas sobre el trazado. "Hay que ir al terreno para ver cómo se hará la señalítica, hay calles que en un principio se piensa que pueden estar incluidas, pero luego se comprueba que las medidas no dan ...", explicó la edil.
"Que nos envíen otra vez en el borrador del convenio el mismo mapa del principio, sin tener en cuenta todo ese trabajo que se ha hecho es un despropósito", afirmó Ruiz, quien achaca a la falta de comunicación entre los departamentos de la propia Consejería de Sevilla y Granada este error.
Mientras que Motril está molesto porque no le han incluido en el mapa, en el caso de la capital, en las alegaciones pedían que se delimiten en el mismo los carriles bici. Sin embargo, en los dos casos, aluden a la indeterminación. El concejal motrileño señala que la Junta ha dicho que van a invertir 400 millones desde 2014 a 2020 "como podían haber dicho cualquier otra cifra, porque no concretan nada".
La edil granadina por su parte se queja de que hasta que no se sepa exactamente por dónde transcurrirán las líneas en el mapa, no se podrá saber de cuántos kilómetros constará, entre otros extremos.
Y, por último, uno de los temas que más le ha pillado por sorpresa es que en el borrador que se suponía que tenían que haber firmado hace unos días -y que no lo han hecho- aparecen algunas vías en las que financieramente correspondería su construcción a la Junta y otras al Ayuntamiento. "Se trata de un factor nuevo, del que hasta ahora no se había hablado, puesto que lo que se había planteado es que la inversión corriese a cargo del Ejecutivo andaluz en un 75% y que del bolsillo de las instituciones locales el 25% restante".
Por otro lado, distintas asociaciones u organizaciones ecologistas también quieren bicicleta, pero no así. Ecologistas en Acción, la asociación para la Recuperación de las Realengas en Andalucia (Arrea), la agrupación para la Recuperación del Asno Andaluz, Vegaeduca de Granada, Descubrir la Vega de Granada, la asociación ciclista Biciescuela Granada, o la de amigos de las Acequias Assaqya, en concreto, han suscrito un texto llamado Las amenazas del Plan de la Bicicleta en Granada. Además, presentan una serie de alegaciones y propuestas, en base a su "experiencia y conocimiento del terreno".
Las entidades firmantes aseguran que "esta inversión no va a reducir los desplazamientos en coche, ya que no incide en la situación del Área Metropolitana, donde se encuentra el verdadero origen del problema, no existen accidentes graves de ciclistas urbanos en la calzada que justifiquen la construcción de carriles bici en la ciudad y que no es sostenible duplicar innecesariamente las infraestructuras viales urbanas", entre otros argumentos.
En cuanto a las redes "regionales" que no correspondan a capitales o áreas metropolitanas (que son las primeras que se quieren dejar listas), se quieren poner en valor otras vías secundarias o caminos. En el caso de la Costa, la N-340 o la N-323, una vez que la A-7 y la A-44 estén en pleno funcionamiento, Motril propone que serían buenos exponentes.
A pesar de todos los aspectos que se quieren cambiar, cuando todavía no se ha aprobado (la intención de la Junta era hacerlo antes de finales de año), los objetivos transversales del Plan son compartidos por todos los interlocutores. Algunos de ellos son la movilidad sostenible, disminución del consumo energético, reducción de ruidos y emisiones, mejora de salud ambiental, fomento de hábitos saludables o desarrollo de la actividad turística. Este último atractivo, por el que se quiere crear una malla de articulación regional para ocio, turismo y deporte, es una de las razones de peso por el que todas las ciudades quieren estar en ella, a pesar de que se le acuse al Plan de "utópico".
En concreto, la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía ha recibido un total de 157 alegaciones al Plan, que corresponden a 42 organismos públicos y privados de toda Andalucía. Entre ellos, se encuentran los dos principales ayuntamientos de la provincia, Granada y Motril, que por distintas razones piden la modificación del texto inicial. También se oponen al documento varias asociaciones, como por ejemplo de ciclistas, u organizaciones ecologistas, y piden un cambio de planteamiento.
En Granada, las vías ciclistas por las que se uniría la provincia a todo el mapa dibujado, enlazarían con los ejes Sur 4 (562 kilómetros), que llega a la capital procedente de Huelva y que confluye con el Litoral 5 (567 kilómetros) que arranca en la capital onubense y finaliza en Almería. También existen otros enlaces, llamados "conexiones externas" que unirán el corazón de Andalucía y que llegarán hasta la ciudad de la Alhambra.
En el caso del Eje Sur, continúa después de Granada, por la zona norte hasta fundirse con el Eje 9 Cazorla-Carboneras, pero también sale un ramal hasta la Alpujarra, que entra directamente a la provincia de Almería y que se encuentra con el Eje Litoral. Aquí es donde surge la oposición al trazado por parte de una de las principales poblaciones. Y es que Motril, de nuevo, se queda fuera de los grandes planes de conexión de las administraciones.
El recorrido viene por toda la costa andaluza y, en este caso, salta Motril y sube a la Alpujarra para continuar hasta Almería. Es el único trozo de litoral de la comunidad autónoma que no está contemplado. Además de ser obviado por el mapa en el litoral, tampoco existe ninguna comunicación con la capital. Estos son dos de los argumentos esgrimidos en las alegaciones que presentó el Consistorio motrileño el pasado 25 de septiembre.
Para Nicolás Navarro, teniente de alcalde de alcalde de Gestión del Territorio de la ciudad costera, no se entiende cómo se llama al Eje Litoral de esa forma, cuando deja fuera a un municipio tan importante como Motril. Asimismo, el portavoz del Ayuntamiento se queja de que "al igual que el tren nos salta (en el caso del Corredor Mediterráneo), la bicicleta también".
En Granada está prevista la construcción de 110 kilómetros y en una primera fase en la capital se harían 34 nuevos kilómetros de carriles bici en dos años que costarían entre 8 y 9 millones de euros, según informó el delegado de Fomento, Manuel Morales. Este último tenía un especial interés de que Granada fuese la primera en adherirse al Plan. Sin embargo, esto de momento no va a ser posible.
La concejal de Protección Ciudadana y Movilidad del Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz, avanzó a este periódico que hace apenas unos días les fue remitido el borrador de convenio en el que se tomaba como referencia el mapa inicial. Su sorpresa sobre todo viene porque desde el verano y hasta el pasado 23 de octubre un equipo formado por técnicos de la Junta y del propio Consistorio granadino hicieron un trabajo de campo y protagonizaron varias reuniones en las que llegaron a algunas conclusiones consensuadas sobre el trazado. "Hay que ir al terreno para ver cómo se hará la señalítica, hay calles que en un principio se piensa que pueden estar incluidas, pero luego se comprueba que las medidas no dan ...", explicó la edil.
"Que nos envíen otra vez en el borrador del convenio el mismo mapa del principio, sin tener en cuenta todo ese trabajo que se ha hecho es un despropósito", afirmó Ruiz, quien achaca a la falta de comunicación entre los departamentos de la propia Consejería de Sevilla y Granada este error.
Mientras que Motril está molesto porque no le han incluido en el mapa, en el caso de la capital, en las alegaciones pedían que se delimiten en el mismo los carriles bici. Sin embargo, en los dos casos, aluden a la indeterminación. El concejal motrileño señala que la Junta ha dicho que van a invertir 400 millones desde 2014 a 2020 "como podían haber dicho cualquier otra cifra, porque no concretan nada".
La edil granadina por su parte se queja de que hasta que no se sepa exactamente por dónde transcurrirán las líneas en el mapa, no se podrá saber de cuántos kilómetros constará, entre otros extremos.
Y, por último, uno de los temas que más le ha pillado por sorpresa es que en el borrador que se suponía que tenían que haber firmado hace unos días -y que no lo han hecho- aparecen algunas vías en las que financieramente correspondería su construcción a la Junta y otras al Ayuntamiento. "Se trata de un factor nuevo, del que hasta ahora no se había hablado, puesto que lo que se había planteado es que la inversión corriese a cargo del Ejecutivo andaluz en un 75% y que del bolsillo de las instituciones locales el 25% restante".
Por otro lado, distintas asociaciones u organizaciones ecologistas también quieren bicicleta, pero no así. Ecologistas en Acción, la asociación para la Recuperación de las Realengas en Andalucia (Arrea), la agrupación para la Recuperación del Asno Andaluz, Vegaeduca de Granada, Descubrir la Vega de Granada, la asociación ciclista Biciescuela Granada, o la de amigos de las Acequias Assaqya, en concreto, han suscrito un texto llamado Las amenazas del Plan de la Bicicleta en Granada. Además, presentan una serie de alegaciones y propuestas, en base a su "experiencia y conocimiento del terreno".
Las entidades firmantes aseguran que "esta inversión no va a reducir los desplazamientos en coche, ya que no incide en la situación del Área Metropolitana, donde se encuentra el verdadero origen del problema, no existen accidentes graves de ciclistas urbanos en la calzada que justifiquen la construcción de carriles bici en la ciudad y que no es sostenible duplicar innecesariamente las infraestructuras viales urbanas", entre otros argumentos.
En cuanto a las redes "regionales" que no correspondan a capitales o áreas metropolitanas (que son las primeras que se quieren dejar listas), se quieren poner en valor otras vías secundarias o caminos. En el caso de la Costa, la N-340 o la N-323, una vez que la A-7 y la A-44 estén en pleno funcionamiento, Motril propone que serían buenos exponentes.
A pesar de todos los aspectos que se quieren cambiar, cuando todavía no se ha aprobado (la intención de la Junta era hacerlo antes de finales de año), los objetivos transversales del Plan son compartidos por todos los interlocutores. Algunos de ellos son la movilidad sostenible, disminución del consumo energético, reducción de ruidos y emisiones, mejora de salud ambiental, fomento de hábitos saludables o desarrollo de la actividad turística. Este último atractivo, por el que se quiere crear una malla de articulación regional para ocio, turismo y deporte, es una de las razones de peso por el que todas las ciudades quieren estar en ella, a pesar de que se le acuse al Plan de "utópico".
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