Lleva meses afrontando, a ras de campo, todos los inconvenientes posibles: plagas, días de lluvias y cielos oscuros, bajos precios y una competencia descomunal. Pero el tomate cherry granadino, en cualquiera de sus múltiples variedades de forma, color o sabor, resiste y se mantiene invicto como el producto hortícola de Granada más reconocido a nivel internacional, si bien por volumen de producción camina tras el pepino holandés.
Pero ahora, ante la campaña veraniega que protagonizan las zonas cultivables de cherry ubicadas en el interior de la provincia, y de las que se nutren las empresas de la Costa Tropical, no cabe hacer un balance positivo de los meses transcurridos de otoño-invierno, los peores -a juicio de todos los consultados- de las última década.
El tiempo, y la irregular climatología que dejó un prolongado otoño y un invierno excesivamente lluvioso lo ha alterado todo, pues los cultivos se adelantaron mucho durante el otoño debido al buen tiempo en octubre y noviembre «pero las lluvias continuadas desde diciembre hasta marzo han dañado los cultivos y han hecho que se agoten mucho antes», indica Fulgencio Spa, responsable de una de las firmas comercializadoras que más volumen de tomate exporta a toda Europa y que califica de «mala», en general, una campaña que también admite matices para algunos cultivos poco dañados por la lluvia y que han logrado compensar, entre febrero y abril, los malos precios de otoño. De hecho, esta empresa señala que el volumen comercializado y exportado ha crecido el 30 % respecto a la campaña anterior
Lo que está claro es que la elevada pluviometría ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza para las empresas y cooperativas comercializadoras. «Ha habido bastantes problemas de calidad por el efecto de las lluvias persistentes, además de los daños en las cosechas derivados de las lluvias como el mildiu, oidiu, inundación de explotaciones, etc», explica Fernando Martín Callejón, gerente de Procam, en Motril, quien asegura que a pesar de todo se ha seguido trabajando con todos los destinos «si bien es cierto que hemos tenido más presiones en los precios por la competencia de terceros países».
A mediados de invierno, de hecho, hubo problemas en la gran mayoría de las comercializadoras debido al acusado descenso de producción en las fincas, lo que puso en un complicado brete a los compromisos de éstas con los mercados.
«Yo calificaría la campaña de regular tirando a mala, en el sentido de que no solo se ha perdido mucha producción, sino porque los precios no han acompañado todo lo que debieran a pesar de ese descenso», comenta José Andrés Rodríguez Maldonado, del área de Agricultura del Ayuntamiento de Albuñol; una zona que ha sufrido -como 'regalo' añadido- el efecto devastador del agua sobre importantes porciones de terreno y explotaciones invernadas.
Una constante
«La campaña, desde luego, no se puede calificar de buena -comenta el director general de la cooperativa Granada-La Palma, David del Pino- ya que la meteorología ha sido la protagonista y en cuanto a los precios bajos, estos ya son una constante en los últimos años».
De hecho, Del Pino corrobora lo señalado anteriormente y es que en la anterior campaña, el frío provocó bajas producciones y los precios subieron, pero este año «las lluvias y las nubes han provocado bajas producciones, pero los precios altos sólo han aparecido al final de campaña», comenta.
Pero, si por un lado sobre la mala campaña comercial sin duda han influido las lluvias frecuentes o las altas temperaturas hasta mediados de diciembre, también hay que apuntar otras causas, según el director de la finca 'La Nacla' de Caja Rural en Motril, Ignacio Escobar, como el tema pendiente de la modernización de las estructuras de los invernaderos o incluso la bajada de consumo por la crisis. «Esto ha provocado, junto a las luchas internas de precios entre operadores por contratos en Europa mas ventajosos, que al final el precio no fuera superior cuando realmente ha existido menos producción de cherry que el año pasado por las mismas fechas».
España y Portugal
Y en este momento, todas las miras están puestas en la campaña de verano, teniendo en cuenta que cada año es más difícil conseguir buen resultado comercial en el mercado europeo debido al aumento de la producción de Polonia, Inglaterra, Holanda, Bélgica y Francia, «por lo que el mercado español y el portugués son nuestros principales destinos en este periodo», explica Fulgencio Spa.
De hecho, desde 'la Palma', su director ilustra la situación con el vaticinio de que la campaña de verano, está definida por los competidores centroeuropeos (especialmente Holanda) cuyas producciones van fuertes y adelantadas. «Sus plantaciones han disfrutado una meteorología excepcional, es el mundo al revés: buen tiempo en el norte, malo en el sur», relata Del Pino.
Aunque, como argumenta Fernando Martín (Procam), «todavía es pronto para hacer pronósticos», máxime cuando hay zonas en el litoral en las que muchos agricultores han tenido que volver a plantar tras las pérdidas de plantaciones por las lluvias, «y se espera bastante producción, por lo que los precios pueden resentirse», advierte José Andrés Rodríguez.
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