Esta curiosa iniciativa se suma a otras impulsadas por el cementerio como la de ofrecer el último adiós a ritmo de pop o heavy metal
El 15 % de las personas que incineran a un familiar en el cementerio de Granada opta por conservar un recuerdo de su ser querido adquiriendo un colgante o una joya para depositar en ella parte de las cenizas del difunto, una de las iniciativas del camposanto granadino con mayor aceptación.
El cementerio ofrece esta posibilidad desde 2007, pero la ha ido adaptando a la demanda de las familias y a la oferta del mercado de joyas y colgantes, ha explicado José Antonio Muñoz, gerente de la empresa municipal del camposanto de Granada (Emucesa).
En la actualidad son ocho los modelos de joyas que ofrece el cementerio, básicamente en oro y plata: "Cada año se actualizan en función de lo que hay en el mercado", según el gerente.
La iniciativa, que surgió con la idea de recuperar la tradición de los relicarios pero con un toque más actual, está teniendo cada vez una mayor aceptación entre las familias que optan por la cremación.
Las familias ven en esta posibilidad una forma de conservar un recuerdo de su ser querido ya desaparecido y de llevarlo siempre consigo dado que la joya, cuyo interior está hueco para depositar en él parte de las cenizas, puede lucirla donde vaya.
Según el gerente, quienes optan por esta posibilidad no tienen un perfil determinado porque se trata de un servicio "muy personal".
Esta curiosa iniciativa se suma a otras impulsadas por el cementerio como la de ofrecer el último adiós a ritmo de pop o heavy metal, por lo que ya opta el 90 % de quienes realizan una cremación.
El cementerio dispone de un listado con más de un centenar de canciones que abarcan todos los géneros, desde la música clásica al pop y el rock pasando por la flamenca, la celta, la árabe, la melódica y las baladas, aunque las familias pueden también aportar las suyas propias.
La ceremonia estándar que ofrece el cementerio consiste en la lectura de un texto acompañado de música, aunque admite la personalización del acto en función del deseo de las familias.
Estas iniciativas son ofrecidas para las incineraciones, que igualan ya al número de entierros en el cementerio de Granada y registran desde los últimos años un incremento medio del 3 %, según el gerente.
Enclavado en una dehesa junto a la Alhambra, el camposanto granadino está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) al reunir importantes muestras de la arquitectura funeraria de la época romántica y posteriores, además de destacadas obras de imagineros locales y algunos foráneos.
Desde el pasado mes de octubre permite además a sus visitantes seguir la ruta turística a través del móvil en lugar de con las tradicionales guías en papel gracias a la tecnología bluetooth, en lo que, según sus promotores, constituye una iniciativa pionera en Europa.
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