Las figuras volverán a lucir en la fuente una vez concluya, previsiblemente a finales de año, la tercera y última fase de intervención arqueológica acometida en el simbólico patio de la Alhambra
La exposición "Leones. La restauración de un símbolo", que desde hace un año exhibe las doce esculturas, ya restauradas, de la fuente que da nombre al patio más famoso de la Alhambra ha recibido 1,6 millones de visitas durante el año que lleva instalada en la cripta del Palacio de Carlos V de Granada.
La muestra, inaugurada el 29 de julio de 2010 después de que los leones fueran sometidos a un proceso de restauración que se prolongó durante tres años, es uno de los principales atractivos para los turistas del recinto nazarí, ha informado el Patronato de la Alhambra y Generalife, que cifra en 1.640.805 las visitas a la exposición desde su apertura y hasta el pasado 31 de julio.
La exposición hace un recorrido por la restauración a la que fueron sometidos los leones, proceso que consiguió eliminar las gruesas costras calcáreas que recubrían a las figuras, detener la invasión de elementos biológicos, consolidar roturas y retirar adherencias muy perjudiciales como el cemento, según pusieron de manifiesto los expertos durante la inauguración de la muestra.
El proceso desveló además detalles curiosos como que cada una de las piezas tiene un peso, perfil, cabeza y tallas distintos, así como rasgos distintivos que diferencian a unas de otras, lo que lleva a pensar que las esculturas fueron elaboradas por varias manos.
Peculiaridades como la del león número 10 -mucho más rico que el resto desde el punto de vista decorativo y ornamental- o singularidades de unos y otros como la posición de la cola o el tratamiento formal del rostro fueron otras de las curiosidades que quedaron al descubierto con la restauración de estas doce figuras que hacen las veces de surtidores de agua del Patio de los Leones.
Las figuras volverán a lucir en la fuente una vez concluya, previsiblemente a finales de año -según dijo recientemente el consejero de Cultura, Paulino Plata-, la tercera y última fase de intervención arqueológica acometida en el simbólico patio de la Alhambra, que ha estado dirigida a renovar el sistema hidráulico.
Precisamente, esta última intervención dejó al descubierto hace unos meses una canalización de agua que en su momento fue una de las arterias principales de la acequia real, la más importante fuente de abastecimiento del monumento nazarí.
La excavación permitió también el descubrimiento de la cimentación de la Sala de los Reyes, situada en la zona este del Palacio y realizada mediante escalones en mampostería encintada característica de los reinados de Yusuf I y Muhammad V, así como fragmentos cerámicos y restos constructivos que procederían de la construcción anterior al Palacio de los Leones y que pertenecen probablemente a los primeros años de la dinastía nazarí.
El Palacio de los Leones, llamado en los textos árabes del Riyad Al-Sail o Jardín Feliz, fue construido en la segunda mitad del siglo XIV, considerada como la etapa de máximo florecimiento del sultanato de Abú Abd Allah, Muhammad V (1354-59 y 1362-91).
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