La falta de vallas de protección facilitó la entrada de una gran piara que ha hozado casi la totalidad de una ladera con poblaciones de cinco especies amenazadas
JUAN ENRIQUE GÓMEZ | GRANADA
Botánicas fotografían lo poco que ha quedado en la ladera de Cerro Gordo. :: J. G.
Esta primavera puede ser la última en la que se vean ejemplares de varias plantas en peligro de extinción y que tienen sus únicas poblaciones de la provincia de Granada en el paraje de Cerro Gordo. Una gran piara de jabalíes acababa el pasado fin de semana con las posibilidades de pervivencia de tres especies incluidas en la 'Lista Roja de la Flora de Andalucía y España' y otras dos consideradas como endemismos béticos. Entre ellas, una orquídea, Gennaria diphylla, que tiene en Cerro Gordo su único territorio conocido de la provincia de Granada, un arbusto único de zonas litorales, llamado espino cambrón (Maytenus senegalensis), una planta que crece en zonas de roquedos y junto a acantilados, Scrophularia arguta, y dos narcisos considerados como endemismos béticos e ibéricos, los llamados Narcisus baeticus y gaditanus.
El presidente de la Sociedad Andaluza de Botánica, Jorge Garzón, y un grupo de botánicos se llevaron una desagradable sorpresa cuando acudieron a esa zona de Cerro Gordo, calificada como espacio natural protegido, para realizar un seguimiento de la población de orquídeas Gennaria diphylla, de la que en el mes de febrero habían contabilizado 22 ejemplares. «La presencia de los jabalíes estaba clara, habían hozado la totalidad de la ladera y destrozado las posibilidades de supervivencia de esta especie, y que solo pudimos encontrar tres ejemplares viables», dice Garzón, que considera que esta especie, hasta ahora calificada como en peligro crítico de extinción, ha pasado a estar «casi extinta».
Incursión
Los expertos indican que la incursión de jabalíes en este espacio natural protegido, y los efectos que causan en la vegetación, «por la remoción de la capa edáfica superior», son generalmente catastróficos, «no solo por la destrucción de las partes aéreas, sino también por la ingestión de raíces tuberosas y bulbos de orquídeas y otras monocotiledóneas que pueden llegar a desaparecer en su totalidad», señala Garzón, que junto a otros botánicos realizan seguimientos de especies de orquídeas ibéricas que se encuentran amenazadas en la totalidad de la provincia de Granada, donde habitan más de medio centenar de especies de orquidáceas.
Los destrozos realizados por jabalíes en los espacios naturales de la provincia se han convertido en habituales, ya que han crecido de forma considerable las poblaciones de estos animales que, ante la escasez de alimento en el medio natural, se ven obligados a acudir a espacios con cultivos y en lugares donde la vegetación crece sin dificultades debido a que son territorios con un nivel de protección que no pueden ser alterados por el hombre.
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