La poeta palestina presentó 'Poeta en Andalucía', la réplica al poemario lorquiano
JUAN LUIS TAPIA | GRANADA
Juan Pinilla, Francisco Manuel Díaz y Nathalie Handal, ayer, en la Huerta de San Vicente. :: ALFREDO AGUILAR
Nathalie Handal y Juan Pinilla convirtieron la Huerta de San Vicente en un espacio donde se trufó el flamenco con los versos de 'Poeta en Andalucía', el último poemario de la autora palestina afincada en Nueva York. Podría decirse que este poemario es el 'feed-back' neoyorquino de 'Poeta en Nueva York', el envés, la mirada desde la otra orilla del 'charco' sobre lo andaluz, y con los ojos de quien se puede considerar heredera del legado andalusí. Para Nathalie Handal (Haití, 1969), Andalucía supone el espacio de una posible convivencia entre culturas que hoy ve imposible en su tierra natal. Viajera por motivos familiares y escritora en cuatro lenguas, la autora, quien se considera palestina más allá del lugar de nacimiento, defiende el mestizaje de la cultura andaluza que puede observase en Lorca y en Granada y que él mismo transmitió cuando viajó al Caribe y Nueva York.
Un adelanto del poemario que presentó en la Huerta de San Vicente junto al cantaor granadino Juan Pinilla se pudo escuchar en el ciclo 'Poesía en el Palacio' de los Patos, donde también presentó 'Puerto calcinado', un poemario publicado por Valparaíso Ediciones, el sello que dirigen los responsables del FIP.
'Poeta en Andalucía', publicado primero en inglés y posteriormente en español, un detalle que también juega con 'Poeta en Nueva York' (primero en español y luego en inglés), es una recreación a la inversa del poemario neoyorquino del autor de Fuente Vaqueros, un viaje desde la ciudad norteamericana hasta la tierra natal del poeta que realiza la propia Handal.
Multicultural
Handal defiende la poesía como género capaz de romper el desconocimiento entre culturas. «Cuando hablo de sentimientos como el amor, el abandono o la tristeza, intento llegar a gente que no sepa nada de esa historia, pero que pueda identificarse con los sentimientos humanos. Cuando comprendes que el otro tiene sentimientos iguales que los tuyos, es el primer paso para abrir tu mente y ser capaz de escuchar», señaló la poeta palestina.
Handal nació en Haití en 1969, aunque sus orígenes están en la ciudad de Belén. Ha vivido en EEUU y Francia en diferentes momentos por motivos familiares y profesionales y actualmente reside en Nueva York, donde ejerce como profesora universitaria. Este año ha visto la primera edición de uno de sus libros en castellano, Las horas suspendidas, al que espera pronto siga su particular homenaje a García Lorca. Ha sido galardonada el Premio de la Fundación Lannan, La Orden Alejo Zuloaga 2011.
Aunque escribe mayormente en inglés, la autora salpica sus diferentes poemas de palabras en alguno de los otros tres idiomas en los se expresa: árabe, español y francés. «Puedo ver la influencia árabe en la música, la comida o la poesía de Lorca, que estudió a los poetas andalusíes, y eso hace que quiera convertirlo en un ejemplo tan importante», añadió.
La contrarréplica tanto al poemario lorquiano como al andaluz de Handal la dio Juan Pinilla con su cante flamenco en el que utiliza los versos de diferentes autores, entre ellos a la misma Handal, porque Pinilla considera también al género como un territorio de mestizaje entre el verso, las culturas y, por supuesto, el cante jondo.
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