El director granadino apuesta por una película para niños que se podrá disfrutar el próximo día 20 en los cines de la ciudad El largometraje ha contado con un presupuesto de 22 millones de euros y se podrá ver en 140 países
SOFÍA RAMÓN GRANADA |
Manuel Sicilia, director, productor y guionista de la productora Kandor Graphics, presenta en Granada su segunda película de animación tras ganar un Goya en 2009 con El lince perdido, su primer largo, y estar nominado al Oscar en 2010 por el cortometraje La dama y la muerte. Ahora llega con Justin y la espada del valor una superproducción que nada tiene que envidiar a las americanas, que ha contado con un presupuesto de 22 millones de euros y se podrá ver en 140 países.
-¿Cuál es el atractivo principal de la película?
-Hemos intentado que la cinta tenga dos atractivos principales: uno es el visual, porque tiene un nivel de producción enorme, es una película que para el mercado español tiene un presupuesto muy alto, 22 millones, aunque si lo comparamos con productos americanos, nos separan cien millones de dólares. Aún así lo que hemos intentado es que la factura de la película, la luz, los materiales, la animación, la calidad de animación… tengan el mejor material posible y que un ojo no entrenado o no experto no aprecie la diferencia. El segundo atractivo es que la historia que hemos intentado contar enganche, que los niños se lo pasen bien, que haya comedia, aventura… sobre todo que el personaje se gane al público y se preocupe por lo que le pase.
-¿Cómo se le ocurrió crear Justin y la espada del valor?
-La verdad, aunque el trabajo intenso ha sido los últimos tres años, la idea de hacerla rondaba por la productora desde hace más de una década, porque siempre hemos pensado que el mundo medieval da muchas oportunidades para hacer animación. Cuenta con magos, castillos, dragones, espadas… Siempre hemos querido hacer una historia así, hasta que encontramos una idea que nos pareció bonita para contarla. Empezamos a escribir las primeras versiones, vimos que podía gustar y hasta hoy, que ya está lista.
-En un principio el título de la película iba a ser Góleor, ¿a qué se debe el cambio de nombre?
-La verdad es que el primer nombre era Góleor. El motivo del cambio fue muy granadino, sonaba como a un niño que quiere meter las narices en todo. Como, por suerte, hemos tenido una distribución mundial que llega a 140 países, el nombre no sonaba bien en el mundo anglosajón así que tuvimos que buscar otro. Pensamos en Justin porque fue un caballero de la tabla redonda y su nombre viene de la raíz latina que significa justicia. Como uno de los temas de la película es la justicia de los caballeros, que es más de superhéroes, contra la justicia de los abogados, que es más de libros y juicios, pensamos que era un buen nombre.
-¿Cuál ha sido la parte que más tiempo ha requerido a la hora de crear la película?
-Para mí hay una cosa que tiene mucho mérito y mucho trabajo. Sentíamos que para que la gente se pudiera creer la evolución de personaje de Justin, que empieza siendo un niño pequeño y al final se transforma en un héroe que es capaz de salvar al reino, se tenía que ver como viajaba, conoce gente y sitios distintos. Al final se trata de un proceso de maduración y creo que uno madura cuando conoce personas interesantes o cuando pasa buenas o malas experiencias. La idea de dar forma a un mundo y que realmente el público crea que Justin va creciendo y conociéndolo era una de las cosas que más nos preocupaba. Al final hemos conseguido hacer muchísimos paisajes y personajes con los que Justin crece.
-A la hora de la creación, ¿el tema de los paisajes es lo más complicado?
-Todo es complicado: los escenarios, los personajes... La animación es una de las cosas más difíciles, ya que se trata de un proceso que da vida a los personajes y que así el público crea que hablan, se mueven, piensan y sienten. Ese proceso que hace el equipo de animación es también una cosa muy compleja.
-Antonio Banderas comentaba durante la promoción que se trata de una película solo para niños, ¿está de acuerdo?
-Pienso que no es únicamente para niños. A veces por hacer una película demasiado interesante se nos olvida que el público son ellos y que la animación está especialmente dirigida a los niños. Muchas veces se hacen productos muy sofisticados o un poco más para adultos, olvidándonos del verdadero público. Creo que las películas tienen que tener dos niveles de lectura, por supuesto para niños porque es nuestro público potencial, pero también que el adulto que vaya con ellos no se aburra. Nuestra intención ha sido, a pesar de que esté dedicada principalmente a los más pequeños, que tenga detalles para los mayores.
-¿Cómo ayuda a la película que Antonio Banderas participe en la promoción?
-Antonio nos ha ayudado en todos los aspectos, por supuesto en la promoción, lo que es muy importante, porque creo que es una de las asignaturas pendientes que tiene España. Hay que hacer las películas, tienen que quedar bien, tienen que gustar al público, pero hay que saber promocionarlas. Puedes tener una obra maestra y que no se vea si no hay una buena promoción. Antonio tiene una experiencia enorme a grandes niveles, es director, productor y actor. Además, conoce profundamente el mundo de la animación ya que ha estado en grandes proyectos, en una de las compañías más importantes como DreamWorks y ha hecho grandes éxitos con ellos. Hemos intentado aprender todo lo posible de él.
-Contaban con un presupuesto bastante amplio con respecto a otras películas, ¿cómo ha ayudado esto para la película?
-El presupuesto ha sido fundamental puesto que la animación tiene una especie de barrera visual por la que necesitas tener un nivel bastante alto porque sino, hay mercados a los que no puedes acceder. En el mercado americano tu película tiene que tener una calidad visual alta; y el hecho de que Justin y la espada del valor cuente con muchos detalles visuales hace que la cinta tenga ese estatus que te abra las puertas de mercados como el americano o el europeo.
-Se trata de un proyecto internacional que sale desde Granada ¿cómo ve la proyección que está teniendo?
-La primera buena experiencia la hemos traído de Londres, porque la premier mundial fue allí . Llegar a la ciudad y ver los autobuses y las estaciones de metro con carteles de la película, a Antonio haciendo promoción en un montón de cadenas, fue la primera sensación con la que vimos dónde está llegando realmente nuestro trabajo. Y, sobre todo, ver los pases con los niños y ver que se lo pasan bien es una satisfacción. Todo esto es lo que da la medida real de donde hemos llegado.
-¿Cree qué con las producciones que estamos teniendo en España se está acortando camino con las superproducciones americanas?
-Creo que sí. Por dos motivos, primero porque desde aquí, no solo nosotros, sino todas las compañías que hay, cuanto más trabajo hacemos más experiencia tenemos, se hace todo con más calidad y eso hace que el nivel de la animación española crezca, y además pienso que en Estados Unidos van a dejar de hacerse producciones con esos presupuestos mastodónticos. Quizás a partir de ahora bajen un poco, aunque la diferencia siempre va a existir.
-Muchas veces se comenta que los dibujos animados se parecen a personajes o actores reales. En este caso, ¿hay alguna similitud entre los personajes con algún actor?
-La verdad es que a nuestro diseñador de personajes le encanta incluir referencias para que el final sea más rico. Por ejemplo, el padre de Justin tiene referencia a David Niven, porque se trataba de un actor que era la esencia de la educación y la firma británica, como el personaje. Por otro lado, el mentor de Justin, un caballero antiguo que se llama Blucher, está inspirado en nuestro diseñador de personajes cuando sea viejo. Estas cosas son divertidas porque así se crean personajes distintos.
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