jueves, 3 de noviembre de 2016

Con todo en contra y con todo por delante granadahoy.com

El programa Atrevi2 permite volver al aula a jóvenes que dejaron los libros para atender a sus familias
A. ASENSIO GRANADA
Algunos de los alumnos del programa Atrevi2, ayer en la Delegación de Educación.

Hay vidas a las que el destino da poco margen de maniobra. Ya están escritas, desde el mismo momento de su nacimiento. Predestinadas a seguir los pasos, casi seguro, de sus padres, de sus abuelos, de los que vinieron antes y que, a duras penas, consiguieron mantenerse a flote. Y, de repente, hay en esa cadena perversa que ata los destinos, muescas, pequeños arañazos que permiten pensar en un camino diferente. Uno de los menores ayer no pudo asistir a la presentación del programa formativo en el que participa como alumno. Estaba recogiendo chatarra para mantener a su familia. Otros, como David y Jonathan, sí estuvieron en la puesta de largo del Atrevi2. Son imberbes -apenas lucen unos pelillos en la zona de las patillas y del bigote- y padres de familia. En su momento dieron la espalda a los estudios y, ahora, vuelven con el objetivo de conseguir terminar la Secundaria. 

"Intentamos que tengan una segunda oportunidad", apunta el responsable del Área de Compensación Educativa de la Delegación territorial, Miguel Ángel Caballero, impulsor del programa Atrevi2, recién estrenado este curso tras la experiencia previa del AtrévT, que ha servido de "revulsivo". El anterior proyecto permitió que siete estudiantes, madres o embarazadas, consiguieran el título de Secundaria. En esta edición, el plan se extiende a los padres que abandonaron sus estudios antes de cumplir los 18. "Algunas chicas, muchas de ellas sus mujeres, ya consiguieron titular. Son ellas las que han tirado" de ellos para que regresen a las aulas, apunta Caballero, que destaca el "anclaje emocional" que los alumnos y sus familias tienen con los responsables del Área de Compensatoria, el negociado de Educación que se ocupa de que el derecho a asistir a clase sea efectivo, real, cualesquiera que sean las circunstancias sociales o familiares del alumno. En 2014, según las cifras recogidas por la Junta, 87 mujeres menores de 18 años dieron a luz en la provincia de Granada. 

"Lo que queremos es un porvenir para ellos", señala David Ávila, un abuelo tan precoz como sus hijos, que ya vivió la experiencia de conseguir el título de Graduado Escolar en una "escuela taller", cuando en casa ya le esperaban su mujer, hijos y un trabajo para mantener a su familia. Ahora, David y Jonathan, sus hijos, han repetido su historia. 

Abandonaron sus estudios antes de conseguir terminar la ESO y han formado sus propias familias. "Cuando tenemos constancia de una situación de este tipo, vemos que hay una ausencia, o que un alumno no se ha matriculado, nos ponemos en contacto" con los chavales, explica la jefa del Servicio de Ordenación Académica de la Delegación de Educación, Iluminada Jiménez. Un trabajo "complejo", según detalló el delegado territorial, Germán González, que destacó que "atraerles es difícil", pero que "con sólo uno que titule, se justifica el programa" presentado ayer, en el que este curso participan diez menores granadinos, tanto de centros públicos como de concertados, como el Luisa de Marillac, situado en el corazón del Almanjáyar. Su director, Basilio Granados, reconoció que los 'problemas' llegan con el paso del colegio al instituto. "Algunos abandonan en segundo, otros en tercero" de la ESO. Su centro ya tiene la experiencia del pasado curso, en el que dos antiguas alumnas consiguieron el título de Secundaria. Lo hicieron gracias a horarios flexibles, tutorías personalizadas y trabajo en casa, además de en el aula. 


"Quiero sacarme el título", señala el joven David, que confía en que "mi padre me ayudará" con la carga que tiene encima, aunque reconoce que "si me pongo, lo veo fácil". "Quieren tener un futuro", asevera su padre, que reconoce que "les animo a que sigan estudiando" e incluso, continuar en clase cuando consigan el título de la ESO. "Que saquen algo de provecho", concluye

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