A mayor IMC en el embarazo, mayor es el riesgo de efectos psiquiátricos adversos en los niños.
PorRaquel Marín, Contributor
Se sabe que un índice de masa corporal (IMC) elevado durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de problemas psiquiátricos en la nueva generación. Una de las causas se debe al aumento de la inflamación como consecuencia del sobrepeso en la embarazada. Sin embargo, no todos los bebés de mamás con alto IMC desarrollan estos problemas. Un nuevo estudio ha demostrado que uno de los factores beneficiosos reside en el consumo de las grasas omega 3.
Adiposidad en la madre y riesgo de trastornos psiquiátricos en los niños
Cada vez es más elevado el número de mamás gestantes con un alto IMC. Este factor no solamente aumenta los peligros en la salud durante el embarazo sino que aumenta el riesgo de secuelas en la salud de los nacidos.
Se sabe que la inflamación es uno de los efectos colaterales del sobrepeso que afectan la salud materna. Por otra parte, las sustancias tóxicas que se liberan en la sangre durante los procesos inflamatorios también llegan al útero, donde pueden afectar el desarrollo del cerebro fetal.
Como resultado, los científicos asocian el sobrepeso y la inflamación durante la gestación con un mayor riesgo en los nacidos de déficit de atención e hiperactividad, ansiedad y alteraciones del ánimo.
El sobrepeso no lo es todo
Aunque la obesidad en el embarazo compromete la salud psicológica y emocional de la descendencia, no todos los niños de madres con alto IMC desarrollan esos problemas. Ello quiere decir que hay otros factores además del sobrepeso que pueden estar influenciando la salud cerebral del feto. ¿Cuáles serían esos factores?
“A mayor IMC en el embarazo, mayor es el riesgo de efectos psiquiátricos adversos en los niños.”
Lo más lógico es pensar que hay anti-inflamatorios naturales que se incorporan en la comida o como resultado del propio metabolismo de la mamá que influenciarían el desarrollo fetal del cerebro. Uno de los nutrientes candidatos serían los aceites grasos omega 3. Como ya se ha comentado en otros artículos, el cerebro es muy rico en aceites del tipo omega. En particular, las grasas omega 3 son esenciales para la función del cerebro. Sin embargo, el cerebro no produce apenas omega 3 ya que carece de los elementos del metabolismo que hacen falta para fabricarlo, por lo que es esencial su consumo en la dieta.
Suplementos de omega 3 reducen la inflamación asociada al sobrepeso
Algunos estudios han demostrado que los omega 3 tienen capacidad anti-inflamatoria y mejoran algunos trastornos psiquiátricos. Por otra parte, los nuevos hallazgos indican que estas grasas también podrían contribuir a paliar los efectos nocivos asociados al alto IMC durante el embarazo.
En un nuevo estudio efectuado en diversos centros de EE UU se reclutaron 62 mujeres en el segundo trimestre de gestación con distintos grados de IMC. Se analizó durante el tercer trimestre de embarazo los niveles de ácidos grasos circulantes así como marcadores de inflamación en la sangre de estas mujeres. Además, se hizo un seguimiento durante el embarazo y durante años después de dar a luz para comprobar la evolución en el desarrollo de la descendencia.
Los resultados indicaron que a mayor IMC en el embarazo mayor es el riesgo de efectos psiquiátricos adversos en los niños. Sin embargo, cuando los niveles de omega 3 eran elevados en la sangre de la mujer embarazada (el ácido eicosapentaenoico en particular) se reducía el riesgo de problemas en el desarrollo cerebral de la nueva generación.
Aunque este estudio es preliminar, refleja la importancia de tener los niveles adecuados de omega 3 durante el embarazo tanto para la salud de la madre como del recién nacido. En mi libro Dale vida a tu cerebro de Roca Editorial encontrarás una lista extensa de alimentos ricos en estos ácidos grasos.
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