Rosa de Gabriel muestra algunos de sus dibujos de 'Retratos para la cuarentena' |
De los urban sketchers de Córdoba
Rosa de Gabriel (Córdoba, 1964) lo tenía clarísimo desde pequeñita. Con poco más de dos años hizo su primer dibujo expresivo, el mismo que guardó con todo el amor su tía Dolores Córdoba para darle la sorpresa hace pocos años. Hoy coordina el grupo de urban sketchers (dibujantes urbanos) de Córdoba que sale varios sábados a dibujar la vida de la ciudad y sube sus trabajos a las redes sociales, lo que le ha valido el mote cariñoso de ‘la jefa’ entre compañeros. Estudió Bellas Artes en Sevilla y dio clase varios años en escuelas de arte. Hoy sólo se dedica a dibujar.
–Dibujantes e ilustradores habéis promovido los ‘Retratos para la cuarentena’, ¿cómo surge la iniciativa?
–Empezó con un grupo de urbansketcher (dibujantes urbanos) de Madrid que los domingos se reúnen para hacer retratos a personas que quieren posar y con el confinamiento pasó al grupo de Facebook ‘Retrarresto domiciliario’. Luego se hicieron a abuelitas y abuelitos de residencias de mayores, por sacarles alguna sonrisa. Se les pedía una foto con garantía de confidencialidad, se publicaba el retrato y se enviaba al centro de mayores.
–El personal sanitario ha sido otro gran protagonista de esos retratos
–Sí, enfermeras, médicos y demás personal sanitario que han estado trabajando en el confinamiento, como reconocimiento a su labor; y personas de comercios que no han cerrado nunca, policías, bomberos, camioneros, de todo. La premisa era retratar a todas las personas que estuvieran en primera línea luchando por los demás en esta pandemia.
–El éxito ha sido rotundo.
–Esto ha sido un boom que no esperábamos. Hay más de 2.300 fotos que nos han llegado de toda España y tienen su dibujo correspondiente. Se harán todas las que hemos recibido hasta el 31 de mayo, cuando se cerró el plazo para enviar fotos. Al decir que se cerraba el plazo hubo otro boom con fotos de grupos de hospitales.
–¿Esos retratos pueden verse en Facebook?
–En vista de que se estaban mezclando los retratos de los domingos con los del covid-19 se hizo otro perfil, el de ‘Retratos para la cuarentena’.
–Lo hacéis sin pedir nada a cambio
–Sí, somos unos 200 dibujantes y por supuesto de forma gratuita, como agradecimiento, como homenaje a la gente que ha estado trabajando por todos. Detrás de cada retrato hay una historia, a veces triste. Algunos quieren dar las gracias a un conocido, amigo o familiar que trabaja en un hospital, y en ocasiones el retratado cuando se ve en el dibujo escribe al dibujante agradeciendo el detalle y contando su historia. Es muy emotivo.
–¿Qué habéis percibido detrás de cada foto?
–Me gusta decir que, a pesar de la tragedia que hemos vivido, la gran mayoría de las personas sonríen, hacen el signo de la victoria. Me emociono al contarlo. Ha sido y es muy bonito. Y esto no se ha acabado. Estamos pensando en poner en marcha algún proyecto con este material, bien una exposición o un libro o reunir a retratados y a sus dibujantes. Serían más de 2.300 personas!
–Los dibujantes sois muy diversos.
–La promotora principal es Gema Guaylupo Villa, que vive en Madrid. El grupo es abierto a todas las personas que quieran participar. Hay profesionales, arquitectos, aficionados y personas que nunca habían hecho un retrato. Y hasta tres niños pequeños, uno de 7 años que adora dibujar bomberos y policías, y otros de 13 y 15 años. Con la desescalada y la vuelta a los trabajos quedamos la mitad de dibujantes.
–¿Alguna historia bonita o curiosa?
–El personal que trabaja en las UCI de los hospitales nos ha contado su historia. Son experiencias muy duras y eso se refleja en los retratos: ojos cansados y tristes, marcas de mascarilla. Nos ha sorprendido mucho recibir tantas muestras de agradecimiento de los sanitarios, que se emocionan y lloran viendo los retratos y lo que estamos haciendo.
Le dan mucha importancia al trabajo de esos dibujos cuando realmente la labor tremenda y de agradecer es la de ellos. Entonces ves con qué poquito, un pequeño gesto como es coger un lápiz, algunos sanitarios te lo agradecen infinitamente cuando es la sociedad la que tiene que estar agradecida a todos ellos. Me emociono otra vez.
Nos han pedido retratos de grupos de familiares o de compañeros en los que había algún sanitario ingresado por covid-19. Es duro. Sobre todo hemos retratado a enfermeros y enfermeras de UCI con el equipo de EPI, mascarillas, gorros, pantallas, gafas, guantes que muestran lo que han vivido. Parejas que querían homenajear a su cónyuge y pagar el retrato, hijas pequeñas que pedían a su padre un retrato de su madre que trabaja en el hospital todo el día y llamaban emocionadas al ver el dibujo.
–Tu experiencia con esta historia…
–Es más que buena. Acercarme a las historias de las personas que he dibujado ha sido como asistir por una mirilla a lo que sucedía dentro de esos hospitales o en las casas de las familias de los sanitarios o de los comerciantes que volvían a su hogar con miedo. Todo eso lo he vivido así y ha sido muy satisfactorio. El confinamiento me tuvo bloqueada una semana y pico. Era incapaz de leer, no sabía qué dibujar. Y esta experiencia me ha abierto el camino de retrato. Ha sido un descubrimiento. A nivel creativo muy bien, y mejor aún a nivel emocional.Una experiencia muy bonita.
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