Un nuevo estudio publicado ha demostrado que tener buen humor en el trabajo
Por Raquel Marín
Neurocientífica y catedrática de Fisiología en la Universidad de La Laguna (Tenerife)
TIM ROBBERTS VIA GETTY IMAGES |
La risa y el humor son vitales y saludables. Mejoran la salud cerebral, el sistema inmunológico, alivia el estrés, la relajación de la musculatura y hasta alivian el dolor. Además, mejora el rendimiento en el trabajo. Un nuevo estudio publicado por la Universidad de Stanford (EEUU) ha demostrado que tener buen humor en el trabajo aumenta la productividad de la plantilla en un 50% y los jefes son un 27% más admirados si tienen sentido del humor.
El humor decae con la edad
El humor es esencial e intrínseco en la especie humana. Como seres sociales por excelencia, el humor es necesario para sobrevivir en el grupo.
Entre los primeros contactos que tienen los bebés con sus congéneres en su vida está el humor. Ya desde los 2 meses de edad, el humor está sirviendo para consolidar aspectos de nuestro cerebro como la memoria. En promedio, se ha calculado que los bebés ser ríen unas 300 veces al día. Los adolescentes se ríen menos, y sobre todo de los infortunios de los demás. Al llegar a los 50 años, nos reímos 100 veces menos que de bebés y a partir de los 60 apenas llegamos a reírnos dos veces al día.
El humor es gimnasia cerebral
Reírnos y hacer reír es como llevar el cerebro al gimnasio. Lo ejercita en numerosas regiones cerebrales distintas. De hecho, se distinguen dos circuitos neuronales distintos con la risa:
Uno involuntario o emocional, que hace trabajar a una serie de áreas cerebrales relacionadas con la confianza, las emociones positivas, la recompensa, las sensaciones placenteras (como la amígdala y el tálamo).
Otro voluntario (sobre todo en la parte frontal) que hace que incrementemos la atención, la memoria y la toma de decisiones. De alguna manera nos permite sincronizar mejor con otros cerebros, lo que contribuye a que aprendamos más rápidamente a la hora de hacer una tarea conjunta. Ambos sistemas están coordinados.
El cóctel químico de la risa
El humor genera un aumento de sustancias químicas en el cerebro. Por ejemplo, se reducen los niveles de cortisol (la hormona del estrés), lo que provoca una sensación de mejor bienestar. Además, el exceso de cortisol es enemigo de la memoria, el aprendizaje y la atención, por lo que bajar los niveles de esta hormona nos puede mejorar la concentración y la ejecución de tareas después de la carcajada.
El humor también genera endorfinas, que son las sustancias endógenas del cerebro que estimulan el placer. Ello permite que nos sintamos más recompensados desde el punto de vista emocional, por lo que es probable que trabajemos más y mejor, con mayor concentración y menos sensación de fatiga. Las endorfinas también reducen el umbral del dolor, por lo que es probable que ni te enteres de que tienes una contractura en el cuello de tanto mirar el teclado.
El humor también aumenta la producción de oxitocina, que es la “hormona del amor”. Esta hormona también se produce en el intercambio sexual, el ejercicio, la meditación o incluso cuando abrazamos a alguien. La oxitocina también mejora la visión de nosotros mismos y aumenta la confianza en los demás. Así que, si nos hacen reír nos sentiremos mejor en las propias carnes.
El humor también aumenta la producción de dopamina, lo que permite aumentar la motivación, y la serotonina, que nos ayuda a tener mejor ánimo.
¿De qué manera la risa mejoraría el trabajo?
El humor aumenta la confianza en los demás y en uno mismo. También mejora la cercanía entre los desconocidos. Por ejemplo, cuando tienes que hacer algún tipo de tarea con alguien desconocido y empiezas por unos minutos de risas, las interacciones para intimar y tener éxito en la tarea aumentan en un 30%.
Por otra parte, las personas con sentido del humor están mejor dotados para afrontar situaciones difíciles y de riesgo.
En los tiempos actuales en los que los servicios de salud han estado desbordados, las risas y el buen humor son herramientas fundamentales para reducir la tensión en las urgencias de un hospital o en una situación de estrés importante.
¿Aconsejado en tiempos de COVID?
En estos tiempos, el humor es un acto de generosidad hacia los demás que permite conseguir un bálsamo ante la ansiedad, el miedo, el estrés, la tristeza y la soledad. Hay que buscar el humor ahora más que nunca, nuestro cerebro lo necesita y necesitamos el cerebro para salir airosos de cualquier situación adversa.
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