'Feria' es la nueva serie que Carlos Montero y Agustín Martínez han creado para Netflix
La producción llega esta semana a Andalucía, donde ruedan en Zahara de la Sierra y Minas de Riotinto
Feria es la última creación de Carlos Montero (Élite, El desorden que dejas) y Agustín Martínez (La caza. Monteperdido y Tramuntana) para Netflix y Filmax. Ambientada a mediados de los 90 en un pequeño pueblo andaluz, está dirigida por Jorge Dorado y Carles Torrens y protagonizada por Ana Tomeno y Carla Campra, que encarnan a dos jóvenes hermanas cuyo universo se desmorona cuando descubren que no conocen realmente a sus padres y que el pueblo entero las odia.
La producción de este thriller de ocho episodios con vocación de continuidad aterriza esta semana en Andalucía, donde van a rodar en Zahara de la Sierra y Minas de Riotinto con unos 700 extras y figurantes seleccionados en la comunidad. El equipo, que se alojará en esas dos localidades y también en Ronda, emplea a empresas y servicios de la zona para transporte, lavandería, limpieza, construcción, alimentación, jardinería o alimentación. Conversamos con Carlos Montero, Agustín Martínez y Verónica Fernández (directora de Contenidos de Netflix) unos días antes de iniciar la grabación en Andalucía.
-¿Cómo nació 'Feria'?
Carlos Montero: Con una llamada a Agustín. Hacía tiempo que no trabajaba con él (creo que es uno de los mejores guionistas de este país) y quería hacer una serie juntos. Le dije "tenemos la oportunidad de hacer con Netflix la serie que queramos porque van a confiar en nosotros".
Agustín Martínez: Tenía una idea primigenia de lo que acabaría siendo Feria. A Carlos le gustó mucho ese comienzo y a partir de ahí nos juntamos y las piezas empezaron a encajar. Fue un día, sobre todo, hubo un cambio en la historia y, de repente, todo encajó. A partir de ahí salió todo fluido.
-¿Cómo arranca la producción?
Agustín Martínez: Planteamos la historia a Netflix, al principio muy esquemática, y les encantó. A partir de ahí ha sido un viaje en compañía. Primero desarrollamos nosotros dos la biblia de Feria (el esquema de toda la serie) y luego fuimos guion a guion. Todo este proceso arrancó hace unos dos años.
-¿Qué historia cuenta 'Feria'?
Carlos Montero: Es la historia de un despertar, de dos hermanas que de repente descubren que sus padres pueden ser unos monstruos. Ese conflicto me parecía potentísimo para arrancar una historia, porque tiene mucho de cuento casi gótico. Encima tiene elementos fantásticos, y a partir de ahí el universo va creciendo y se va expandiendo.
Agustín Martínez: Es una serie que tiene varias lecturas. Una es la que dice Carlos, un viaje de madurez de dos hermanas que hacen ese descubrimiento y se quedan completamente solas y enfrentadas a un pueblo que las considera de alguna forma culpables de algo terrible que ha pasado allí. Ese viaje tiene además un componente fantástico, pero esa parte la usamos para hablar de los personajes, de estas hermanas y de cómo se enfrentan a ese crecimiento y a lo que vaya sucediendo. Es un viaje de identidad que emprenden los personajes.
-Pese a ese elemento fantástico, hablamos de monstruos en sentido figurado, porque hay muchas formas de ser un monstruo...
Agustín Martínez: El concepto aquí es descubrir de repente que no conoces a tus padres, ese shock que sufren las protagonistas. Han vivido toda la vida con ellos, tienen una idea de cómo son, y un día encuentran unas capas de las que no tenían ni idea, unas capas ocultas que también están ocultas en el pueblo. Se van abriendo poco a poco a una realidad que desconocían, y por eso es un viaje de iniciación, esa etapa de paso de la adolescencia a la madurez en la que uno descubre realmente cómo funciona el mundo.
Carla Campra y Ana Tomeno, protagonistas de la serie 'Feria' |
-¿Por qué la ambientación en los 90?
Agustín Martínez: Los 90 es una década de transición, de paso entre una era analógica y los 2000, que es una era digital. Conceptualmente nos parecía que eran los años en los que tenía que transcurrir Feria.
Carlos Montero: España entra en la modernidad a partir del 92, con las Olimpiadas, la Expo y el AVE. Ahí es cuando realmente nos creemos europeos, y eso era muy importante en la historia.
-¿Cómo ha sido el casting? ¿Escribían con actores determinados en mente o la selección del reparto ha sido posterior?
Carlos Montero: Lo hemos hecho como siempre, una labor muy concienzuda. Hasta que no damos con el actor perfecto, no paramos. Aquí el reto era sobre todo encontrar a las adolescentes. Ha sido arduo pero estamos encantados con el resultado, porque hemos dado con dos chicas que parecen hermanas.
Agustín Martínez: Nunca escribo a priori para alguien. Tú escribes tu historia y luego hemos tenido unos meses de casting para ir encontrando a los actores adecuados.
-¿Cómo se decidió Netflix a apoyar este proyecto?
Verónica Fernández: Todos los días nos llegan cantidad de historias, pero esta, además de encantarnos, venía de manos de Carlos y Agustín. Nos enamoró poder hacer una serie con elementos fantásticos y poder hacerla con una personalidad autorial tan fuerte. Es una historia que nadie más podría haber contado, con su propia personalidad y ese situar el mundo real en contraste con el mundo fantástico. Desde el punto de vista de la producción, tenemos como objetivo con Feria hacer muy real lo real y muy fantástico lo fantástico. Creo que va a destacar entre nuestro catálogo en España por su ambición tanto narrativa como de producción.
-¿Por qué rodarla y ambientarla en Andalucía?
Carlos Montero: Por un lado la historia tiene ese lado fantástico que nos parecía que encajaría con Andalucía, que tiene esa conexión con lo fantástico, con lo místico hasta cierto punto. Aparte, tiene una historia mitológica, podemos irnos a las Columnas de Hércules o el mito de la Atlántida. También está todo el sentimiento religioso, que uno puede analizar como una perspectiva fantástica de la realidad. Me parece que toda esa identidad de los personajes, de la tierra, casaba muy bien con toda esa parte, entre comillas, sobrenatural de Andalucía. Además, como comentaba Verónica, ese contraste entre dos mundos que está muy presente en la serie nos funcionaba muy bien en Andalucía: el paisaje, los pueblos blancos... una fachada ideal tras la que se esconde un mundo más oscuro.
Agustín Martínez: De la misma forma que no pensamos en actores, desde el primer momento estaba la foto del pueblo en el que vamos a rodar. Ahí sí que estuvimos los dos pensando desde el principio en ese lugar.
Verónica Fernández: Los creadores ahora pueden pensar en hacer historias donde quieran. Te metes en un plató y puedes simular estar donde sea, pero tenemos la posibilidad de rodar donde la historia lo requiera y además ayudar a que la industria en España no esté centralizada en Madrid y Barcelona. En Andalucía hay técnicos, actores, un tejido que puede crecer, y nosotros estamos muy por la labor de que cada uno ruede donde le apetezca. En este caso ha sido Andalucía y Feria será la primera de muchas que queremos hacer.
Ana Tomeno y Carla Campra, protagonistas de la serie 'Feria' |
-¿Qué ha supuesto la llegada de Netflix a España para la producción audiovisual?
Verónica Fernández: La llegada de Netflix hace que de repente muchos creadores cuenten historias que hasta ese momento no podían contar porque en la televisión lineal no se pueden hacer apuestas tan caras o tan ambiciosas. Es el caso de Feria.
Agustín Martínez: Ha abierto las ventanas. Antes estábamos muy constreñidos en el tipo de historias que contar, que cabían en la ficción, y de repente nos hemos dado cuenta de que existen otras historias, otros géneros. Para los creadores es muy estimulante esa oportunidad de lanzarte a otros terrenos, algo casi imposible hasta entonces.
Carlos Montero: Ya no es sólo una cuestión de ventanas, también de confianza de Netflix en los creadores. Con esta historia, una vez la tengamos terminada, las cadenas podrían decir "¿por qué no la tenemos nosotros?". Y bueno, es que no se habrían atrevido, porque hace falta mucha valentía y confianza. Netflix les dice a los creadores "qué quieres hacer, vamos a por ello". Y no es, en nuestro caso, una serie de dos hablando, sino una historia muy ambiciosa.
-Luego está la cuestión del maltrato que determinadas series sufren en las cadenas generalistas.
Carlos Montero: Quisiera romper una lanza aquí por las cadenas generalistas. Una vez que la serie está hecha, evidentemente intentan cuidarla, pero si el público no responde, la colocan donde pueden. Pero en principio creo que es raro que una cadena, una vez tiene una serie, la deje por ahí olvidada.
-¿Han tenido en cuenta la posible proyección internacional o eso es algo que surge después?
Carlos Montero: Surge después. Tienes la vocación de llegar a todo el mundo, evidentemente, y sabes que al estar en una plataforma como Netflix lo puedes conseguir. En mi caso, cuando escribo procuro ceñirme a la historia y no pensar en nada más que la historia, porque podría volverme loco pensando en si esto o lo otro lo van a entender en Nueva York o India. Intentas desde lo local llegar a lo universal, pero sin darle demasiadas vueltas.
Verónica Fernández: Buscamos el impacto local, contar nuestras historias y que funcionen en España, y darle voz a nuestros creadores. Cuando una historia es buena traspasa fronteras, y siempre digo que la serie que peor funciona en Netflix hay alguien viéndola en algún país de los 190 en los que estamos. No hay que pensar en gustar a todos, sino en buenas historias como ésta, con elementos universales como quién conoce de verdad a sus padres.
-Temas como el amor, el desamor o los conflictos paterno-filiales funcionan en casi todas las culturas. Compartimos esas mismas coordenadas.
Agustín Martínez: Faulkner decía que cuanto más local, más universal. No hay que renunciar al localismo o de repente borrar la identidad española con la intención de cruzar fronteras. Es todo lo contrario: nosotros somos españoles y podemos contar cómo es España.
-¿Cómo ha afectado la pandemia a la producción?
Carlos Montero: En plazos, muy poco, pero las medidas son férreas y eso hace que todo sea un poco más complicado. Si embarcarse en una producción ya era algo titánico, con la Covid-19 se hace casi imposible, pero lo bueno es que lo estamos haciendo. En España volvimos a trabajar hace ya bastante, en torno al verano, pero en Estados Unidos por ejemplo han empezado hace poco.
magen promocional de la serie de Netflix 'Feria'. |
Verónica Fernández: Es impresionante cómo se está esforzando la gente. La seguridad en un rodaje es lo primero; si se tiene que parar, se para. Estamos demostrando que se puede hacer, y de manera segura. Creativamente, Feria no ha renunciado a nada por la pandemia.
-Como espectadores, ¿qué opinan del modelo Netflix de estrenar las series o las temporadas completas, de una tacada?
Carlos Montero: Yo soy partidario de que esté todo a la vez y ser yo el que decida. Como soy además compulsivo, me fastidia mucho tener sólo un capítulo. Me recuerda a cuando solamente había televisión generalista y te tenías que aguantar. Cuando salían los packs de DVD de las series, para mí era la mayor felicidad: comprarla un viernes y para el domingo ya la habías terminado. Cuando llegó Netflix con esa filosofía, me encantó, y me da rabia que otros no hagan lo mismo. Entiendo la estrategia, porque así consigues hablar más tiempo de una serie, pero creo que ser tú dueño del consumo es fantástico.
Agustín Montero: El hábito de consumo ha cambiado. Nadie, o muy poca gente, respeta ya el calendario de un capítulo a la semana. Tienes toda la serie y no hace falta que te hagas un maratón el primer día, la vas consumiendo cuando a ti te viene bien.
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