La residencia de mayores inicia un trabajo de rehabilitación para que recuperen su nivel de vida
Fisioterapia respiratoria para los pacientes postcovid de San Juan de Dios |
R.G.
La Residencia de Mayores San Juan de Dios, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Granada, ha implantado entre sus mayores un servicio especializado de fisioterapia respiratoria para pacientes post COVID con el objetivo de mejorar su calidad de vida tras la enfermedad.
De esta manera, el centro ha iniciado el trabajo de fisioterapia de forma individualizada partiendo de la situación personal de cada usuario para alcanzar, de manera progresiva mediante estas sesiones, el estado basal previo a la COVID-19. “Lo primero que se está tratando de recuperar en todos los casos ha sido la función pulmonar y mejorar la fatiga y la disnea”, explica la fisioterapeuta de la residencia de Mayores San Juan de Dios, Avelina Delgado. “Posteriormente, el foco de atención pasa a la recuperación muscular, inicialmente con ejercicios pasivos y en progresión pasar a ser activos-asistidos. Finalmente llevamos a cabo ejercicios activos-resistidos para conseguir que vuelvan con confianza a su actividad cotidiana, encontrando el equilibrio entre fases de actividad y fases de reposo”.
Según los profesionales del centro de mayores, la mayoría de los residentes que han vivido esta enfermedad habían experimentado un deterioro físico importante viéndose mermada su independencia en este nivel. Algo que ha experimentado un giro de 180 grados tras la puesta en marcha de esta terapia especializada de los profesionales. “Un gran porcentaje de residentes han recuperado totalmente su autonomía previa, por lo que tanto los propios residentes como sus familiares han recuperado la seguridad y la tranquilidad tras tantos meses de incertidumbre y miedo”, explica la fisioterapeuta.
Las personas mayores son uno de los grupos especialmente más vulnerables ante la enfermedad producida por la COVID-19, presentando habitualmente un peor pronóstico por su fragilidad asociada al envejecimiento. Según los profesionales de la Residencia de San Juan de Dios, si tenemos en cuenta no solo su salud física, sino también su salud emocional podemos observar un estado de tristeza provocado por la pérdida de relación social con sus familiares y entorno. “Desde nuestra residencia, trabajamos diariamente para que su bienestar emocional también esté cuidado y mimado en estos difíciles momentos. Aunque llegados a este punto cabe destacar el ejemplo de valentía, fuerza de voluntad y buena aceptación que han tenido y siguen teniendo todos los mayores ante esta situación de confinamiento”, comenta Avelina Delgado.
Entre las secuelas físicas más evidentes que se han podido observar en todos los mayores, tanto los que han pasado el coronavirus como los que no, se encuentra la limitación del movimiento provocada por el inmovilismo en aquellos pacientes que han pasado la enfermedad, y por el confinamiento en aquellos que no lo han pasado. Además, es común que los pacientes que han pasado la COVID hayan presentado episodios de disnea ante situaciones de mínima actividad, dificultando su vida diaria.
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