El trazado y los intereses por demorar los pagos hasta 2015 elevan el presupuesto inicial un 50%
El precio de la A-7, de por sí una de las autovías más costosas de España, es ya un 50% superior a lo que se preveía, unos 500 millones de euros más. La primera causa está en las dificultades del terreno, como en el tramo de La Gorgoracha y Puntalón, donde un yacimiento de filitas ha obligado a sacar otra vez el concurso porque hay que pagar el doble de lo que se pensaba.
En segundo lugar, está la mala suerte, que llevó a replantear el tramo entre La Herradura y Taramay, el del accidente. Y en tercer lugar están los intereses que habrá que pagar a las empresas sin cobrar, en algún caso, hasta 2015, cuando llegaron a decir que todo estaría liquidado en 2009.
Así, si en 2010 el tramo entre Polopos y Albuñol se quedaba en 155 millones, en los presupuestos para 2011 su financiación se ha disparado a más de 252 millones.
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