La OCG en el último concierto del Mesías Participativo en el que repartieron los panfletos de protest
Los músicos y demás trabajadores de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) intensifican su campaña de protesta por el mal estado de las cuentas de la entidad cultural. Su último movimiento ha sido la entrega de panfletos en los que se informaba al público del Mesías Participativo y del concierto de villancicos de que, "debido a la política de recortes la institución se encuentra en una situación crítica e insostenible".
"Tenemos miedo de que la OCG se convierta en una orquesta de provincia", confiesa Jaume Esteve, presidente del comité de empresa, que pone de relevancia que uno de los graves problemas que sufre la institución es el déficit presupuestario para poder pagar a artistas invitados, músicos y directores. "No hay dinero ni para pagar un taxi al director que venga, vienen por favores personales a Andrea Marcon -el director artístico- como por ejemplo Joseph Svensen. Pero todo tiene fecha de caducidad", sentencia Esteve.
En la última comisión de cultura del Ayuntamiento quedaron reflejados los contratiempos que acusa la OCG. Ese mismo día la Alcaldía movió ficha o al menos dejó patente su intención de incrementar su aportación económica -aunque no pasaron sin pedir también que el resto de miembros institucionales del Consorcio se sumaran, Junta de Andalucía y Diputación de Granada-.
Si bien desde el comité de empresa de la OCG no han tenido noticias al respecto sí cuentan que el Consistorio les ha afirmado que cobrarán la paga extra de Navidad de este año, aunque seguirán adeudando las que van de 2012 a 2015.
Todos estos problemas podrían solucionarse el próximo día 22, cuando previsiblemente se celebre el Consejo Rector que reúna a todos los miembros del consorcio. Esteve declara tener esperanzas en este encuentro, aunque subraya que la voluntad ya no es suficiente y solo les vale "el compromiso y unos plazos". Las soluciones inapelables, dice, tiene que llegar en lo relacionado con el capítulo uno, asegurar las nóminas de los trabajadores.
Aunque no temen el cierre, sí señalan que la institución cultural ya no brilla como antes. "Se ha descuidado a la OCG y como siga así no vamos a tener la orquesta que merece esta ciudad", señala Esteve que arremete contra una supuesta pasividad por parte de Alicia Pire, la gerente de la orquesta. "Se ha permitido que desde 2008 hasta ahora hayan disminuido las aportaciones muchísimo. Y eso se ha permitido, nadie ha puesto freno".
Desde la gerencia no han querido hacer más declaraciones que las que llaman a una búsqueda de soluciones por parte de las instituciones. "Pretendemos que la bola de nieve no siga creciendo y que cambien la situación".
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