Las Leónidas. |
La lluvia de meteoros de las Leónidas, visible todos los años entre el 14 y el 30 de noviembre, tendrá su máximo visible este 2018 en la madrugada del sábado al domingo, a partir de la medianoche, según informa el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).
Sin embargo, este año el máximo de las Leónidas coincidirá con la Luna en fase creciente, por lo que las condiciones de observación no serán las mejores. Según el OAN, la tasa de actividad de esta lluvia de meteoros suele ser modesta -entre 10 y 20 meteoros por hora-. Este año, se espera que superen los 20 meteoros por hora.
Los meteoros de las Leónidas son fragmentos del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que fue descubierto en 1865 y tiene un periodo orbital de 33,2 años. Como todos los años a mediados de noviembre, la Tierra atraviesa un anillo poblado con los fragmentos desprendidos de este cometa en anteriores pasos cerca del Sol. Cuando uno de esos fragmentos (o meteoroides) entra en contacto con la atmósfera terrestre, se vaporiza por la fricción con el aire, creando así el resplandor luminoso que se conoce como meteoro o estrella fugaz.
Todos los meteoros de una lluvia parecen tener un único punto de origen. Este punto se denomina radiante, y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así, las Leónidas deben su nombre a que tienen su radiante en la constelación de Leo.
El radiante de las Leónidas |
Pese a su modesta tasa de actividad, cada 33 años las Leónidas dan lugar a espectaculares tormentas de meteoros, llegando a una frecuencia de miles de meteoros por hora, debido al paso del cometa 55P/Tempel-Tuttle por el perihelio de su órbita.
De hecho, tal y como destaca la Organización Internacional de Meteoros (IMO), las más potentes tormentas de meteoros registradas se produjeron en 1833, 1866, 1966, 1999 y 2001. Algunas de estas tormentas estelares alcanzaron proporciones importantes, como la de la noche del 13 de noviembre de 1833 en la costa oeste de Estados Unidos.
Cómo verlas
Para poder ver este fenómeno astronómico, el OAN informa de que el lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro, aunque es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos (edificios, árboles o montañas) y no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión.
Aunque las Leónidas parecen venir de la constelación de Leo, se pueden ver en cualquier parte del cielo. El Observatorio aconseja dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso.
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