Las fiestas están ya aquí, así que cuidadito con pasarse.
RINA DOBROLYUBOVA VIA GETTY IMAGES |
Las fechas navideñas son conocidas por los excesos. Demasiados regalos, mucho tiempo en familia y demasiada comida y alcohol. Llegado el 7 de enero, no es raro sentirse hinchado y aturdido, sin saber cómo han podido desmadrarse tanto las fiestas.
Ahora que ya están aquí, es hora de concienciarse para no pasarse de la raya, ya que los excesos pueden ser peligrosos, sobre todo de alcohol. Los estudios demuestran que beber demasiado está asociado a multitud de problemas, como depresión, ansiedad, cardiopatías y cáncer.
La buena noticia: puedes beber. La mala: no demasiado. Esto es todo lo que necesitas saber sobre cuánto champán o vino deberías tomar como máximo durante estas fiestas.
¿Cuántas copas son demasiadas?
Hay que dejar algo claro desde el principio: emborracharse nunca es una buena idea. La Asociación Estadounidense del Corazón y la Academia de Nutrición y Dietéticarecomiendan no tomar más de una copa al día si eres mujer y dos al día si eres hombre, lo cual no quiere decir que puedas tomarte siete copas en una noche solo porque te hayas abstenido durante toda la semana.
Vincent Pedre, especialista en salud intestinal, y Kelli McGrane, dietista de Lose It!, insisten en ceñirse a la regla de una o dos copas al día, incluso durante las fiestas. No obstante, si te pasas (que suele ocurrir), para Pedre la clave está en controlar el ritmo.
"Asegúrate de comer para frenar la absorción del alcohol y limítate a una copa por hora, sin pasarte de cuatro por noche. Es un consejo general, pero si no dispones de tanto tiempo, no deberías tomar más de dos copas. Conócete a ti mismo. Escucha a tu cuerpo", aconseja.
Reduce el azúcar donde puedas
Durante las fiestas, las bebidas alcohólicas te rodean por todas partes, pero no todas son iguales. Por lo general, las bebidas azucaradas sientan peor que las no azucaradas, además de que contribuyen más a la ganancia de peso.
Si buscas acabar las Navidades sin resaca y cabiendo todavía en tus pantalones favoritos, es primordial que vigiles las bebidas.
"Aunque existen estudios de todo tipo sobre los beneficios de ciertas bebidas alcohólicas, es importante la bebida que utilices para la mezcla", advierte McGrane. "Para mantener las calorías bajo control, evita las bebidas cremosas, con refrescos o con zumos muy azucarados. Si no te gusta tomarte las bebidas a palo seco, puedes mantener las calorías a raya con los cócteles clásicos: un old-fashioned, un Manhattan, un paloma, un mojito, un Sazerac, un gintonic o un martini.
Pedre, por otra parte, prefiere el tequila o el spritzer. "La bebida con menos calorías que puedes tomar es un tequila con hielo. El tequila tiene poco azúcar y es más fácil de metabolizar que otras clases de alcohol, por lo que es una buena opción si estás tratando de controlar el peso. Otra bebida más ligera es el spritzer de vino. Tiene menos alcohol que el tequila y las burbujas le dan un toque festivo".
Cómo moderarse con el alcohol sin sacrificar la diversión
Si limitarte a una o dos bebidas bajas en azúcar te resulta una lata, no te preocupes: hay un montón de formas de pasarlo bien sin excederse con el alcohol. "Sustituyendo parte del vino o el licor por kombucha reducirás las calorías y el alcohol y seguirás manteniendo el sabor", sugiere McGrane.
Pedre recomienda centrarse en vivir el presente: "La diversión depende de la espontaneidad y de saber vivir el momento. Si utilizas el alcohol para reducir tu incomodidad social, superar obligaciones familiares estresantes o ayudarte a pasarlo bien, trata simplemente de conversar".
"Creemos que conocemos a nuestros familiares y amigos, pero no siempre es así. Ten curiosidad, indaga y habla sobre algo de lo que nunca hayáis hablado. No dejes que lo que crees saber guíe tus conversaciones. Aprende algo nuevo sobre alguien", concluye Pedre.
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