Hoy es un día de recuerdo para quienes ya no están con nosotros, pero también de esperanza para las mujeres que se atreven a denunciar la violencia que sufren
Hoy es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una jornada a la que llegamos de nuevo teniendo que lamentar el asesinato de nueve mujeres y dos menores en lo que va de año. Unas muertes que nunca debían haber ocurrido ni tienen explicación. Este año, además, este 25 de noviembre viene marcado inexorablemente por los efectos que la pandemia de Covid-19 que padecemos y que tienen en las mujeres víctimas de la violencia machista a uno de los colectivos más afectados.El coronavirus se manifiesta no sólo con las desoladoras cifras de fallecidos que ha causado, sino también en una profunda crisis económica y social que está poniendo a prueba nuestras capacidades como sociedad democrática avanzada. A las mujeres que sufren la violencia, el acoso, las humillaciones, los insultos y los abusos sexuales, esta pandemia las ha revictimizado ya que las ha obligado a vivir bajo el mismo techo de su agresor durante meses. Este encierro ha venido a sumar un plus de angustia a una situación que ya de por sí es límite.
Sin embargo, quiero destacar que esta pandemia también nos ha permitido constatar que los instrumentos que desde la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación se ponen al alcance de las andaluzas han funcionado. Las medidas que tomamos desde el primer momento, con la adecuación del servicio de atención del teléfono 900 200 999 para que las profesionales que lo atienden pudieran hacerlo desde su casa las 24 horas o la puesta en marcha de un plan de contingencia en las casas de acogida han dado resultados más que satisfactorios. La cifra de llamadas se ha disparado y eso demuestra que, aunque aún nos queda mucho camino por andar, las víctimas cada vez se acercan más a pedir ayuda.
Pero si hay algo de lo que debemos sentirnos orgullosos es de la implicación ciudadana que hemos detectado. La puesta en marcha de iniciativas como Mascarilla 19, de la mano de las más de 3.000 farmacias que hay en Andalucía, o la campaña No estás sola que organizamos junto a los administradores de fincas han permitido salvar vidas y, sobre todo, han hecho realidad un anhelo que perseguimos en nuestro día a día: lograr que los andaluces y andaluzas den la voz de alarma cuando perciben situaciones de violencia de género en su entorno doméstico o laboral.
Para que podamos acompañar a nuestras mujeres supervivientes es fundamental que alcemos la voz contra los abusos a mujeres. Tal y como reclamamos con la campaña institucional #Yoreacciono25N que hemos desplegado estos días es necesario que cada andaluz y cada andaluza actúe como actor principal para acorralar a los maltratadores; que seamos todos portavoces en la defensa del principal derecho que tiene todo ser humano y que no es otro que el derecho a vivir.
Desde la Junta de Andalucía tenemos claro este compromiso y por eso en los presupuestos para 2021 las políticas en favor de los derechos de la mujer y contra la violencia de género están blindadas. Con un nuevo récord presupuestario en la historia del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), que supera de nuevo los 44 millones de euros. Con un centenar de iniciativas desarrolladas con los fondos procedentes del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Con nuevas líneas de ayudas para las las mujeres con discapacidad, víctimas dobles de la violencia de género. Un presupuesto para mantener y mejorar los recursos de acogida, los programas de atención psicológica y jurídica, el servicio para víctimas de violencia de género… En definitiva, los pilares básicos del IAM: atención a las víctimas de violencia de género, fomento de la igualdad, coeducación y empleo.
Por eso hoy queremos que sea un día de recuerdo para quienes ya no están con nosotros, pero también de esperanza para todas esas mujeres que se atreven a denunciar la violencia que sufren. Y para las que aún no han dado el paso de salir de la espiral de miedo en la que están inmersas. Por todas ellas es por lo que estamos aquí. Porque no queremos ver a más mujeres asesinadas, ni más niños y niñas huérfanos. Tenemos que reaccionar como sociedad, tenemos que lanzar un mensaje de sororidad con las mujeres que se escuche en toda Andalucía.
En la lucha contra la violencia de género no hay posibilidad de pasos hacia atrás, sólo pasos hacia adelante. Compromiso, entrega, dedicación, solidaridad y apoyo. Entre todos y todas podemos acabar con la violencia de género.
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