Un estudio de Maestros de Hojiblanca desvela que el 93,5% de los andaluces comemos a diario delante de una pantalla
La marca ha colaborado en un proyecto de investigación que pone de manifiesto los perjuicios de esta práctica y propone alternativas
Merienda y un 'smartphone' |
SUSANA C. GÓMEZ
Casi todos lo hemos hecho alguna vez o lo hacemos a diario: desayunamos, comemos y cenamos delante de la tele o con el teléfono en la mano. Incluso las comidas en casa, en familia, están acompañadas por el runrún de la tele (en ocasiones como ruido de fondo; en otras, acaparando toda nuestra atención).
Comemos delante del ordenador cuando vamos con prisa y tenemos que seguir trabajando mientras masticamos. Y hasta cuando lo hacemos solos, en un bar, restaurante o cafetería, tenemos el teléfono en la mano (aunque quizás en estos casos se debe más al reparo social que muchos tienen a comer solos en público).
La marca de aceite de oliva virgen extra Maestros de Hojiblanca ha elaborado un estudio para poner cifras a esa costumbre, y los resultados son abrumadores: el 93,5% de los andaluces comemos a diario delante de una pantalla (ligeramente superior a la media nacional, del 91,6%).
Los extremeños son los que más afirman ver algún dispositivo durante las comidas (97%), seguidos de los riojanos (95%) y los cántabros (94,4%). Por el contrario, los que menos lo hacen son los aragoneses (85,3%), seguidos muy de cerca por los vascos (85,4%) y los baleares (85,9%).
Como es de esperar, este uso de pantallas se ha disparado con la pandemia: el 67% de los andaluces que trabajan o estudian desde casa emplean ahora más estos dispositivos durante sus comidas (las principales razones son por entretenimiento, 42,4%, o para estar al día y más informados, 40,4%).
El trabajo Comer con los cinco sentidos de Maestros de Hojiblanca desvela que, en cuanto a las pantallas favoritas para acompañarnos mientras comemos, la reina es la televisión (85,3%), seguida del smartphone (61,7%). La cena (88,2%) y el almuerzo (86,1%) son los momentos con un mayor porcentaje de andaluces delante de una pantalla.
Cómo nos perjudica
Pese a su elevado uso, más del 87% de los encuestados considera que el hecho de utilizar dispositivos electrónicos o pantallas mientras come es un mal ejemplo y solo 3 de cada 10 (aquí la media andaluza está en línea con la española) conocen las consecuencias que la distracción de las pantallas tiene en la capacidad de disfrutar de la comida.
Los que hayan leído el muy recomendable ¡Es la microbiota, idiota! de la doctora Sari Arponen ya sabrán por qué no es bueno comer delante de una pantalla ni, en general, hacerlo cuando no estamos prestando suficiente atención a lo que comemos.
El trabajo de Maestros de Hojiblanca incide en algunos de esos problemas que puede causar a nuestra digestión y nuestra alimentación el hecho de comer distraídos con otras cosas. Así, se señala que poner la atención en una pantalla mientras comemos perjudica a nuestra salud porque, entre otras cosas, nuestro cerebro no envía señales cuando estamos saciados porque está ocupado con lo que nos muestran la tele o el teléfono. Comemos más de lo necesario y no lo masticamos todo lo que deberíamos para facilitar la digestión y el procesado de los nutrientes.
Además, estar entretenidos con pantallas altera la percepción gastronómica y el disfrute, pues estamos limitando la atención de los sentidos sobre la comida. Así, en ocasiones no seremos capaces de percibir y recordar la experiencia, porque el cerebro inhibirá el proceso consciente y no almacenará ningún recuerdo de ello.
Podcast de Maestros de Hojiblanca 'Comer con los cinco sentidos' |
Qué podemos hacer
Maestros de Hojiblanca ha trabajado en una alternativa a este uso de pantallas a la hora de comer a través de un proyecto de investigación realizado de la mano de Jesús Porta-Etessam, jefe de sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos: "Evitar el uso de las pantallas y adecuar el ambiente a través de un nuevo elemento sensitivo puede cambiar totalmente la percepción final de la experiencia gastronómica. En el ser humano, la alimentación es una sublimación y presenta aspectos realmente relacionados con el arte y el disfrute", explica.
El proyecto propone una creación de ambientes sonoros en formato podcast, basados en la "importancia de la música en las experiencias gustativas, y capaces de modular los aspectos multisensoriales de la experiencia gastronómica. De este modo, cuando los escucha sin distracciones, el comensal es más consciente del proceso y participa activamente con todos los sentidos, logrando una experiencia mucho más positiva", añade Porta-Etessam, que apunta que "los aspectos propios de la gastronomía trascienden la alimentación y, como el resto de las actividades humanas, se deben valorar también dentro de una perspectiva creativa".
Estas experiencias sonoras pueden influir también positivamente inhibiendo aspectos de tensión emocional, lo que estimula aún más el centrarse en la propia experiencia culinaria: "Es conocida la capacidad que tiene la música de modular el estado de ánimo y modificar aspectos emocionales de los oyentes", asegura el doctor, que detalla que se ha observado cómo los "diferentes tipos de música o aspectos ambientales pueden modificar no solo la experiencia, sino el apetito. Estudios muestran que ritmos jazzísticos pueden inducir un incremento en la necesidad de comer, mientras que otros tipo hip-hop lo pueden disminuir".
El podcast
Los episodios del podcast abordan cinco momentos distintos del día relacionados con la comida: el desayuno, la pausa de la mañana, la comida, la merienda y la cena. Han sido diseñados bajo los criterios del experto en neurología, atendiendo al tipo de ambiente, el ritmo y la melodía en función de las necesidades de cada momento, para favorecer el disfrute de una comida consciente y plena. Asimismo, se ha tenido en cuenta el tiempo medio recomendado para cada comida, coincidiendo así con la duración de cada uno de los podcasts en cuestión.
Las melodías se han testado con una muestra de personas antes de su lanzamiento y cerca del 65% de los participantes afirmaron que habían disfrutado mucho más de la experiencia gastronómica gracias al ambiente musical. Además, más del 80% sintió emociones positivas.
Según Maca Garau, directora de Marketing de Deoleo en España, "con esta serie buscamos hacer reflexionar a la sociedad sobre la importancia de parar y comer de forma consciente y plena, ayudando a recuperar el disfrute y placer en nuestras comidas prestando atención a los matices, sabores y texturas. Al igual que el aceite de oliva virgen extra potencia y eleva el sabor de los alimentos, nuestros podcasts ayudan a comer con los cinco sentidos para maximizar el disfrute".
Los podcast Comer con los cinco sentidos de Maestros de Hojiblanca están disponibles de forma gratuita en Apple Podcast, Amazon Music e iVoox.
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