Una persona pasa de media unas 90.000 horas en el trabajo a lo largo de su vida, frente a menos de 8.000 horas socializando con sus amigos
Obviamente todos trabajamos para recibir una compensación económica como mínimo, ¿o no? Pero, realmente, ¿es el dinero lo único que nos motiva a levantarnos todos los días para ir a trabajar?
Expertos en la materia se pusieron manos a la obra y realizaron en los tiempos que corren, después de haber vivido meses encerrados y con la pandemia a cuestas, una profunda investigación en más de 22 países y en diferentes idiomas para poder medir cuál era su salario emocional. El estudio se realizó en diferentes idiomas: español, inglés, italiano y portugués para poder evaluar la situación emocional laboral actual.
Marisa Elizundia fue la promotora de esta idea junto a su socia Clodagh Beaty. Elizundia es de origen mexicano y cuenta con una ventaja enorme que le ayudó a profundizar en este tema: su trabajo en organizaciones internacionales como Montblanc, Levi Strauss, Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras, que son empresas de diferente tamaño y con situaciones diversas. Esto fue lo que le hizo ver que “las personas, al referirse a la relación que tienen con su trabajo, se centran principalmente en los beneficios económicos”, y añade:
“Sin embargo, yo me daba cuenta de que cuando analizaba la desmotivación, la falta de productividad, compromiso, cooperación, etc., existían otras razones, muchas veces más o igual de importantes que el factor económico. Esto me llevó a investigar sobre cuando quitamos el dinero de la mesa, ¿por qué trabajamos?”.
Clodagh, su socia, que es de origen inglés, también cuenta con una amplia trayectoria como coach y es experta en Desarrollo Organizacional de empresas, entre otros.
Por su parte, Marisa Elizundia, con su formación en Recursos Humanos y Desarrollo Organizacional y viviendo y trabajando en Alemania, Suiza, Italia y España, decidió arrancar esta investigación y junto con el equipo que formó han creado una herramienta online: El Barómetro de Salario Emocional, que mide los beneficios emocionales que la gente obtiene del trabajo y ayuda a analizar 10 factores diferentes, proporcionando una puntuación junto con un informe personalizado detallado y un plan de acción para ayudar a las personas a centrarse en el aumento de estos beneficios: su “Salario Emocional”.
¿Cómo funciona?
Cuando los empleados de una organización completan el Barómetro, los creadores de la herramienta analizan los datos para buscar tendencias y patrones y utilizan esta información para recomendar medidas que la organización puede tomar para aumentar el Salario Emocional de sus empleados, lo que conduce a una mayor satisfacción de los trabajadores y a un mejor rendimiento de la organización.
Post-pandemia
La señora Elizundia comenta para El HuffPost sobre los cambios en el mundo laboral y empresarial que ha creado la llegada, la permanencia y el paso de la pandemia: “La situación global actual no tiene precedentes. Hemos asistido a un cambio masivo en la forma de trabajar y a una reevaluación por parte de muchas personas sobre cuáles son sus prioridades. Las personas que trabajan esperan de su trabajo algo más que un salario: quieren encontrar un propósito y un significado en lo que hacen. El ser humano requiere satisfacer varios ámbitos, entre ellos el laboral, pero hay otras necesidades que debe cubrir, como las biológicas, psicológicas, emocionales, interpersonales, la de pertenencia social, de valor, las estéticas y espirituales. Esto significa que, en el centro laboral, como en toda comunidad humana, la persona (el empleado o la empleada) tendría que encontrar un espacio que le facilitara y promoviera su desarrollo integral en todas estas dimensiones” destaca.
El Smart Working
Así como al inicio de la llegada del covid esta modalidad consiguió mantener a flote a infinidad de empresas, el trabajo a distancia ha afectado en muchos sectores de una u otra manera y las empresas están sometidas a una presión cada vez mayor y se enfrentan a una incertidumbre constante, comenta Marisa.
Según los análisis que han realizado y pruebas concretas, han llegado a la conclusión de que es necesario empezar a redefinir el trabajo para que encontremos en él una plataforma de crecimiento personal y profesional.
La única fórmula de liderazgo que nos va a ayudar a afrontar ahora y en un futuro las “emergencias complejas”, que son globales, inciertas y extensas como la pandemia vírica o la crisis climática, se compone de ingredientes como desarrollar la capacidad de influir, convencer, cooperar y desarrollar también nuestro propio sentido de responsabilidad y una profunda capacidad de escucha activa. “Necesitamos hacer todo lo posible y aportar nuestro grano de arena para que la co-creación sea una realidad”.
La intención es que los puestos de poder en las organizaciones se democraticen, que se creen equipos autónomos y transversales que nos ayuden a adaptarnos al nuevo orden emergente y, de esta manera, no sólo redefinir el liderazgo, sino redefinir el trabajo en sí mismo. Y hacer de nuestro trabajo una plataforma de crecimiento personal y profesional.
Su intención al crear el Emotional Salary Barometer fue siempre esta: ayudar a las personas y a las empresas para que esto suceda y sea una realidad.
Cálculo del tiempo que pasamos trabajando
Una persona pasa de media unas 90.000 horas en el trabajo a lo largo de su vida, frente a menos de 8.000 horas socializando con sus amigos. Pasamos una cantidad tan grande de tiempo en el trabajo que tenemos que dejar de ver el trabajo como un simple medio para ganar dinero y empezar a asegurarnos de que obtenemos beneficios emocionales positivos de él.
En este video, Marisa Elizundia explica cómo funciona y por qué esta herramienta puede ayudar a tener un salario emocional que motive y de resultados:
Es real que los que viven cada día motivados para desempeñar su trabajo suelen ser personas felices y satisfechas a lo largo de su vida.
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