Mantiene las fechas de ejecución previstas, 2012 en el caso de la autovía y 2013 en la alta velocidad, con el criterio de que son obras "fundamentales" no sólo para Granada, sino para Andalucía y España
GUILLERMO ORTEGA / GRANADaTramo de la A-7 entre La Herradura y Taramay, ya en funcionamientoLas dos infraestructuras en construcción más necesarias para la provincia de Granada se salvan del tijeretazo. Fuentes del Ministerio de Fomento confirmaron ayer que ni el AVE ni la Autovía del Mediterráneo serán reprogramadas, término que se aplica para definir a las 112 obras financiadas por el organismo ministerial que, en mayor o menor medida, sí se retrasarán.Dos factores han influido poderosamente en que tanto la A-7 como la alta velocidad se libren del drástico recorte presupuestario detallado ayer en el Congreso por el titular de Fomento, José Blanco. Por un lado, se trata de dos obras que, salvo en tramos puntuales y de pocos kilómetros, ya están en ejecución. Las máquinas están trabajando en el terreno, para ser claros.
Por otro, y posiblemente eso ha pesado aún más a la hora de inclinar la balanza, son dos obras consideradas de interés no sólo para la provincia de Granada, sino también para Andalucía -en el caso de la A-7, que discurre por varias provincias andaluzas pero cuyos únicos tramos sin finalizar están todos en la costa granadina- y para España. La alta velocidad tiene, para Fomento, prioridad absoluta.
En la A-7, especificaron las citadas fuentes del Ministerio, el principal escollo, y casi el único, está entre La Gorgoracha y Puntalón, puesto que se tiene que readjudicar. Se trata de un tramo de 6,1 kilómetros que ya está ejecutado en un 67%, lo que lo convierte en uno de los más avanzados. Sin embargo, los trabajos no podrán reanudarse hasta que la obra no vuelva a licitarse. Fomento pretende hacerlo cuanto antes para evitar retrasos indeseados de última hora.
Las previsiones son las que regían hasta ahora: finalizar tres tramos (Lobres-Guadalfeo, Puntalón-Carchuna y Polopos-Albuñol) a lo largo del año 2011 y los otros tres (Taramay-Lobres, La Gorgoracha-Puntalón y Carchuna-Castell de Ferro) durante 2012.
En cuanto a la infraestructura ferroviaria, Fomento dio la confirmación absoluta de que no sufrirá ningún retraso motivado por el recorte presupuestario. Por lo tanto, se mantiene como fecha de finalización el año 2013.
En ese caso, el obstáculo sigue siendo el que era: la variante de Loja, todavía sin licitar. Cuando Fomento dé ese paso -lo que podría suceder en cuestión de pocas semanas, si da el visto bueno al proyecto constructivo que ya tiene sobre la mesa- fijará las condiciones para adjudicar ese tramo y su periodo de ejecución, que en principio se estima sea de tres años. Si la obra se adjudica antes de que finalice 2010, el AVE llegará a tiempo.
Pero lo hará a la actual estación de Granada y entrará a la capital por superficie. Ya es absolutamente inviable que para esa fecha esté lista la estación proyectada por el arquitecto Rafael Moneo, ni que se pueda acometer el último tramo de la obra, los 2,6 kilómetros que discurrirán por debajo del barrio de La Chana. Todo eso queda pendiente de un acuerdo de financiación a tres bandas -Gobierno central, Junta de Andalucía y Ayuntamiento- que por ahora parece muy lejano.
Las mismas fuentes agregaron que ayer, tras la comparecencia del ministro, sólo se detallaron algunas de las muchísimas reprogramaciones previstas -112 obras de las 1.116 que están en una u otra fase de ejecución- y que no se conocerán detalles más precisos hasta la vuelta de las vacaciones.
En concreto hasta que, en septiembre, se elaboren los anexos de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2011, unas cuentas marcadas por la contención en el gasto público. En especial en el área de Fomento, que durante los dos próximos ejercicios (2011 y 2012) se verá obligado a ahorrar 1.300 millones de euros.
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