Mayo 2008 La corrección de tendidos eléctricos peligrosos, impulsada por la Junta de Andalucía por importe de más de 1.400.000 euros, ha disminuido notablemente la mortandad de diferentes especies de aves, entre ellas el águila perdicera Mayo 2008
La Consejería de Medio Ambiente inició la corrección de todos los tendidos eléctricos peligrosos reales y potenciales de la provincia de Huelva. Con cargo a una partida presupuestaria de 1.469.971,23 euros Medio Ambiente está actuando en veinticinco municipios de la provincia para erradicar una de las mayores amenazas de las aves. Estas actuaciones que lleva a cabo Medio Ambiente comenzaron con la corrección completa de un tendido ubicado en Villanueva de los Castillejos que estaba considerado como uno de los principales puntos negros de electrocución de la provincia. A partir de esta corrección se han llevado a cabo el resto de acciones atendiendo al grado de peligrosidad de las diferentes líneas que han determinado los técnicos. Huelva es, junto con Navarra y Aragón, la única entidad territorial española que tiene identificado, georreferenciado y catalogado cada apoyo peligroso por electrocución y colisión para la avifauna. Una vez determinados los puntos negros y el orden de prioridades se colocarán 33 kilómetros de balizamiento y se corregirán 500 apoyos.El pasado año la Junta de Andalucía aprobó un decreto de medidas para proteger a las aves frente a los riesgos de electrocución y colisión con tendidos eléctricos de alta tensión, una de las principales causas de mortandad de estos animales en Andalucía. Las medidas antielectrocución, hasta ahora limitadas a los espacios naturales y a las nuevas líneas eléctricas, se extenderán a todo el territorio andaluz e incluirán la exigencia de adaptar los tendidos antiguos si van a ser ampliados o bien si discurren por zonas declaradas de Especial Protección para las Aves (Zepas). La norma establece que las empresas propietarias de las líneas eléctricas deberán instalar elementos de aislamiento en aquellos puntos de los postes en los que con más frecuencia se posan las aves. Además, prohíbe realizar tareas de mantenimiento en aquellos enclaves que alberguen nidos de especies amenazadas durante las épocas de reproducción y crianza. Otras condiciones técnico-ambientales que deberán cumplir las instalaciones de distribución eléctrica hacen referencia al tipo de cable, las distancias entre apoyos y postes y la instalación de transformadores y crucetas. Todas estas medidas antielectrocución serán de obligado cumplimiento para las nuevas líneas, mientras que las ya existentes tendrán un plazo máximo de adaptación de cinco años. En cuanto a las disposiciones orientadas a evitar las colisiones, la norma introduce la obligatoriedad de instalar, a modo de señalizadores visuales, espirales o salvapájaros cada cinco o diez metros en aquellos tendidos que atraviesen y zonas declaradas Zepas por su importancia para la avutarda y el sisón, así como en los que se ubiquen en un radio de dos kilómetros alrededor de las líneas de máxima crecida de los humedales. Para impulsar la adopción de estas medidas la Junta de Andalucía prevé una inversión millonaria a lo largo de los próximos años sumando recursos propios, del Estado español y de la Unión Europea que superarán los diez millones de euros. Con ello se pretende eliminar todos los tendidos eléctricos peligrosos para las aves en Andalucía en un ejercicio de sostenibilidad que mantenga las obligaciones de transporte de energía a los municipios, sin que ello incida negativamente sobre la conservación de los recursos ornitológicos. Con el fin de valorar los resultados, está previsto un periodo de seguimiento, control y vigilancia sobre las zonas objeto de las mejoras realizadas en la red de tendidos eléctricos para comprobar que el índice de mortalidad por electrocución ha descendido. Por otro lado, la mejora de estas infraestructuras aéreas repercutirá positivamente en la prevención de incendios forestales. |
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