Amnistía Internacional celebra su 50º aniversario con una exposición ideal.es

Los mensajes de Amnistía Internacional, en la exposición. :: KARIN BURÉNIUS

El Teatro Alhambra acoge una colección de fotos sobre la historia de la organización de defensa de los derechos humanos
INÉS GALLASTEGUI | GRANADA.

El mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo. Esta frase preside desde el pasado mayo el 50 aniversario de la fundación en Londres de Amnistía Internacional (AI), la mayor organización de defensa de los derechos humanos, con más de 3 millones de socios repartidos por todo el mundo. En Granada, el grupo local lo celebra con una exposición en el vestíbulo del Teatro Alhambra que reúne fotos de Sofía Moro y textos de Lola Huete para explicar la trayectoria de esta ONG.
La muestra incluye una veintena de imágenes de activistas e investigadores en lugares tan conflictivos como China, Nigeria, Rusia o Colombia, así como un vídeo que relata este medio siglo de historia. Además, un panel con una línea de tiempo muestra los principales hitos de la organización. En ella pueden verse, entre otros documentos, la carta que escribió a Amnistía Nelson Mandela, uno de los primeros presos defendidos por la organización, la concesión del Premio Nobel de la Paz en 1977 o la derogación de la pena de muerte en tiempos de guerra en España en 1995.
La exposición podrá verse los días que el Teatro Alhambra abra sus puertas para acoger una función teatral desde ahora hasta finales de abril. Pero también con motivo de las otras actividades organizadas por el grupo local para conmemorar el aniversario: un recital de poesía el 11 de abril y una charla de la periodista y activista colombiana Mary Luz Avendaño, el 25 de abril.
La muestra fue inaugurada ayer por la tarde por el delegado de Cultura de la Junta, Pedro Benzal, y el portavoz del grupo local de Amnistía Internacional, Pablo Simón. Su lema es '¿Una vela que sigue encendida después de 50 años?', en alusión al logotipo de esta ONG, una candela rodeada por una alambrada que recuerda una de sus primeras acciones en favor de los presos de conciencia. La organización fue fundada en mayo de 1961 por el abogado británico Peter Benenson, que escribió un artículo llamando a la movilización ciudadana en favor de unos jóvenes portugueses encarcelados por brindar por la libertad.
Simón recordó que, durante sus primeros treinta años de existencia, AI se dedicó casi exclusivamente a promover la liberación de prisioneros por motivos ideológicos y a organizar campañas contra la pena de muerte. «Desde 2000, sin embargo, ha asumido la defensa integral de los derechos humanos», explicó Simón. La denuncia de la pobreza, la lucha contra el comercio ilegal de armas, la defensa de los emigrantes y los exiliados políticos y la promoción de la libertad de expresión son algunos de sus objetivos.
La asociación local de AI está formada por un grupo matriz de media docena de personas, una treintena de colaboradores activos y un millar de socios «económicos», es decir, que pagan su cuota pero no trabajan activamente por la organización.