Mientras en Tarragona se cuestiona la legalidad del cultivo del cannabis sátiva, del que se extrae la marihuana, en la Alpujarra se habla de los beneficios de una planta milenaria que procede de la misma familia.
JUANJO ROMERO
El caso del municipio tarraconense de Rasquera, en el que su Ayuntamiento ha decidido implantar cultivos de marihuana, ha vuelto a abrir un interesante debate entre quienes dudan de su legalidad o quienes lo apoyan, ya sea por sus beneficios medicinales o incluso económicos. El caso es que en este municipio están por la labor de impulsar una empresa pública, ceder terrenos y cultivar cannabis, como solución a la búsqueda de alternativas para paliar los efectos de la crisis. Precisamente el hecho de buscar alternativas ha hecho que últimamente se hable de los beneficios que tiene la plantación del cáñamo, unos beneficios que se conocen desde tiempo atrás y una actividad que se está fomentando cada vez más con el fin de que se sepa de sus beneficios. Un ejemplo de ello se puede encontrar en la comarca de la Alpujarra, donde el cultivo de esta planta milenaria se está convirtiendo en algo totalmente natural.
Juan Zurita, empresario y agricultor alpujarreño, desde hace algunos años cultiva cáñamo en esta comarca y aclara en primer lugar que "ninguna de sus 4 hectáreas de cultivo de cáñamo industrial que dispone en Pórtugos, pese a formar parte de la familia cannabis sativa, cuenta entre sus componentes con el tetrahidrocannabinol (THC), uno de los elementos activos de la marihuana". Una confusión que le ha hecho rendir cuentas a las autoridades en varias ocasiones tras ser detenido por delitos contra la salud pública por transportar algunos kilos de cáñamo, ingresando incluso varios días en el calabozo. Denuncias que al final han sido archivadas por no considerarse delito el vender cogollos de cáñamo industrial.
Este agricultor, que ha tenido que someterse a duros controles para poder plantar en la Alpujarra cáñamo industrial en grandes cantidades, asegura que "la planta no representa ningún peligro para la salud, sino todo lo contrario, ya que tiene propiedades medicinales. El cogollo te limpia el hígado, el corazón y los riñones, y el cañamón, que es el fruto, es lo que te alimenta. "Por ello", comenta orgulloso, "cada vez son más los interesados en plantar cáñamo". Los vecinos, según cuenta este agricultor, "lo ven como algo totalmente natural y medicinal, precisamente una vecina de Mecina-Fondales (La Tahá) me pidió el otro día cáñamo para su hermano que tiene el colesterol muy alto".
Dentro de la búsqueda de alternativas en un sector muy castigado por los efectos de la crisis, en los últimos meses la comarca de la Alpujarra viene celebrando jornadas y encuentros entre agricultores con el objetivo de dar a conocer los beneficios del cultivo del cáñamo y donde se ha podido escuchar a expertos como es el caso del responsable de la Cátedra Unesco de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la UGR, José Luis Rosúa, que planteó en unas jornadas recientes en Bubión "las posibilidades que ofrecen cultivos alternativos para la diversificación de la economía en la comarca".
Lo mismo piensan algunos organismos públicos, desde el Grupo de Desarrollo Rural Alpujarra Sierra Nevada de Granada apoyan la iniciativa porque "no solo es un cultivo que puede adaptarse muy bien a la zona y que permite la diversificación económica al obtenerse de él productos que pueden ser utilizados por varios tipos de industria, sino que, además, puede trabajarse en ecológico y se puede ayudar a los interesados a abrirse camino".
Precisamente en estos días se está trabajando en la constitución de una Asociación Nacional de Productores de Cáñamo con sede en la Alpujarra, una tarea que, nunca mejor dicho, va ganando terreno en la zona. Uno de los técnicos del Grupo, Miguel Fernández, asegura que "esto parte del interés de algunos agricultores por cultivar cáñamo industrial y sobre todo por las posibilidades que tiene en la comarca a la hora de su transformación y aprovecharlo para sectores tan importante como la artesanía y el turismo, un proceso como el de separar la cañamiza de la fibra, en definitiva, una interesante línea de transformación social".
Se quiere contemplar como una posible línea de futuro que ha partido de una serie de agricultores y promovida por Francisco Montero, agricultor que está cultivando cáñamo durante un par de años en un proyecto de colaboración con la UGR. "Tras ver los resultados, ya hay agricultores que se están sumando a esta iniciativa". En la actualidad son pocos los que producen cáñamo en la Alpujarra pero se prevé que en la siguiente campaña se sumen más agricultores al proyecto y puedan adquirir semillas certificadas.
Fernando Montero, que cuenta con una plantación de cáñamo industrial en una parcela experimental en Bubión, señala que "la intención de constituir esta asociación no es otra que la de empezar a trabajar con el objetivo de difundir el cultivo del cáñamo, un cultivo agroindustrial con numerosas expectativas a nivel económico y que supone una ayuda extra al agricultor". Asegura que "actualmente el campo está muy desatendido y de esta forma se pretende ofrecer al agricultor la posibilidad de cultivar el cáñamo desarrollando las economías locales y evitando el desarraigo en zonas rurales como ésta."
Y cuando se habla de parentescos entre unas plantas y otras, Montero agrega que "desgraciadamente hay muchos prejuicios contra la planta y se asocia la palabra cáñamo con la marihuana, ya que son de la misma familia y muy parecidas en todo, pero tenemos que tener en cuenta que el cáñamo es una planta muy antigua que existe antes de que apareciera el componente THC. El asociarlo con la marihuana es un problema para nosotros, es nuestro enemigo, pero precisamente el objetivo de esta asociación es el de empezar a dar a conocer estas diferencias. El saber la procedencia de la semilla y que siempre haya un control para que se haga su cultivo correctamente".
Desde un sustitutivo del petróleo, hasta plástico, materiales de construcción, papel, artesanía, cosméticos, infusiones, aceites, harinas proteicas y así hasta 20.000 productos diferentes se pueden extraer a partir de la transformación del cáñamo industrial, un cultivo ecológico y beneficioso para el clima. Aunque como todo inicio se han topado con un pequeño problema, y es que la producción por ahora no está teniendo una salida comercial, por lo que "hay que ir trabajando en este campo, en esa línea vamos a trabajar nada más constituirse la asociación".
domingo, 11 de marzo de 2012
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