LA AFILIACIÓN EN GRANADA, BAJO MÍNIMOS. |
Los trabajadores afiliados a la Seguridad Social caen un 10,7% desde que comenzó la crisis y se instalan en el mínimo desde el año 2004 · Sólo representan un 67% de la población activa
GRANADA HOY / GRANADA
Puede que las cifras del paro se presten a confusión -por un lado están las que publica mes a mes el Servicio Público de Empleo Estatal y, por otro, la Encuesta de Ocupación Activa que trimestralmente publica el Instituto Nacional de Estadística-, pero si hay un dato que no permite dobles interpretaciones es el de los afiliados a la Seguridad Social. La evolución del número de trabajadores que cotizan por su empleo (los hay que desarrollan su actividad en la economía sumergida, pero este es un dato imposible de saber con certeza) es el mejor termómetro de la crisis.
Porque mientras Granada acumulaba cinco meses de descensos continuados del paro -una racha rota por un catastrófico mes de agosto-, la cifra de afiliación no hacía más que bajar. Lo que quiere decir que en el descenso del paro registrado tienen mucho que ver la pérdida de las prestaciones (para qué estar apuntado al Inem si ya he dejado de cobrar el desempleo) y el desistimiento por parte de los que intentan por primera vez entrar en el mercado de trabajo y se encuentran con un muro infranqueable.
En la actualidad, en la provincia tienen un trabajo legal 295.452 granadinos, que son los que al cierre de agosto de 2012 tenía registrados la Seguridad Social. La cifra por sí sola puede decir poco, pero hay donde comparar para comprobar hasta qué punto la crisis ha hecho daño al mercado de trabajo.
Sólo en el último año la Seguridad Social ha perdido 8.665 afiliados, lo que significa que los granadinos con trabajo han descendido un 1,7% desde agosto de 2011. Claro que las cifras empeoran cuanto más se retrocede en el tiempo. Por no aburrir, es suficiente con comparar los datos de afiliación de 2012 con los de 2008. Por aquel entonces el mes de agosto finalizó con una afiliación media de 330.993 trabajadores, 35.541 más que en la actualidad. Desde 2008, por tanto, Granada ha destruido un 10,7% de su empleo.
La cifra de afiliación que se ha alcanzado en este cuarto año de crisis es poco esperanzadora, ya que desde enero de 2004 -cuando la Seguridad Social contabilizaba 293.984 afiliados- no se había registrado un número de trabajadores cotizantes menor.
Esta bajísima cifra de trabajadores en activo es aún más alarmante al compararlo con el número de habitantes de la provincia y la población que está en edad y disposición de trabajar. Los granadinos que en la actualidad están empleados y cotizan por ello en la Seguridad Social apenas representan un 31,9% de la población total de la provincia (924.550 personas). Y, respecto a la población activa que recoge la EPA, únicamente un 67,8% está realmente empleado, por lo que se puede deducir que el resto se encuentra en situación de desempleo, esté o no inscrito en los servicios públicos de empleo y aparezca o no en los registros oficiales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Porque mientras Granada acumulaba cinco meses de descensos continuados del paro -una racha rota por un catastrófico mes de agosto-, la cifra de afiliación no hacía más que bajar. Lo que quiere decir que en el descenso del paro registrado tienen mucho que ver la pérdida de las prestaciones (para qué estar apuntado al Inem si ya he dejado de cobrar el desempleo) y el desistimiento por parte de los que intentan por primera vez entrar en el mercado de trabajo y se encuentran con un muro infranqueable.
En la actualidad, en la provincia tienen un trabajo legal 295.452 granadinos, que son los que al cierre de agosto de 2012 tenía registrados la Seguridad Social. La cifra por sí sola puede decir poco, pero hay donde comparar para comprobar hasta qué punto la crisis ha hecho daño al mercado de trabajo.
Sólo en el último año la Seguridad Social ha perdido 8.665 afiliados, lo que significa que los granadinos con trabajo han descendido un 1,7% desde agosto de 2011. Claro que las cifras empeoran cuanto más se retrocede en el tiempo. Por no aburrir, es suficiente con comparar los datos de afiliación de 2012 con los de 2008. Por aquel entonces el mes de agosto finalizó con una afiliación media de 330.993 trabajadores, 35.541 más que en la actualidad. Desde 2008, por tanto, Granada ha destruido un 10,7% de su empleo.
La cifra de afiliación que se ha alcanzado en este cuarto año de crisis es poco esperanzadora, ya que desde enero de 2004 -cuando la Seguridad Social contabilizaba 293.984 afiliados- no se había registrado un número de trabajadores cotizantes menor.
Esta bajísima cifra de trabajadores en activo es aún más alarmante al compararlo con el número de habitantes de la provincia y la población que está en edad y disposición de trabajar. Los granadinos que en la actualidad están empleados y cotizan por ello en la Seguridad Social apenas representan un 31,9% de la población total de la provincia (924.550 personas). Y, respecto a la población activa que recoge la EPA, únicamente un 67,8% está realmente empleado, por lo que se puede deducir que el resto se encuentra en situación de desempleo, esté o no inscrito en los servicios públicos de empleo y aparezca o no en los registros oficiales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
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