La provincia incrementará su PIB un 2,2% en 2015, año en el que volverá a resurgir la construcción
ÁNGEL RECIO MÁLAGa
La economía andaluza parece haber salido definitivamente del hoyo con Málaga y Granada como su principal aval. Ha encadenado cinco trimestres consecutivos de crecimiento y las estimaciones para el año en curso, salvo imprevistos, son favorables. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer porque, si bien se reducirá el número de parados, la tasa de desempleo en la comunidad autónoma seguirá siendo "una vergüenza".
Así de claro lo expresó ayer Francisco García Navas, consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía -un grupo de estudios dependiente de Unicaja- en la presentación del último informe sobre las cuentas regionales.
Todo apunta a que ya ha pasado lo peor y ahora viene la "reactivación". Según las previsiones de estos expertos, Andalucía cerró el pasado año con un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,3% y este año lo conseguirá aumentar un 2%, calcando las cifras obtenidas y previstas a escala nacional. Si el signo negativo fue habitual en las distintas variables macroeconómicas entre 2011 y 2013, ahora cambian las tornas y brillan los números negros.
Una clave para relanzar la economía era que las familias intentaran sacudirse el miedo a perder su puesto de trabajo y aumentaran su volumen de gasto. Tras varios años de encogimiento en los bolsillos, el consumo final de los hogares se elevó un 1,9% el año pasado y se estima que lo hará un 2,3% en 2015. Si a eso también se le añade un incremento del consumo final de las Administraciones Públicas, la tormenta deja paso al sol y todo rebrota.
Analistas prevé que las empresas aumentarán su volumen de inversión un 3,4% este año y que todos los sectores productivos, a excepción de la agricultura cuya volatilidad es habitual, tendrán un buen ejercicio.
En este contexto, el hecho más llamativo es que la construcción volverá a crecer por primera vez desde el año 2007. Los economistas apuntan a un alza del 2,3% y lo justifican en un aumento de la licitación pública, de las compraventas de inmuebles, de las hipotecas o del número de viviendas terminadas. El visado de nuevas viviendas sigue en mínimos históricos, pero el sector parte de un margen tan bajo que cualquier signo de mejoría ya puede llevar a una tasa de variación positiva.
El sector servicios, con el turismo como principal referente, seguirá sacando las castañas del fuego -solo ha descendido una vez en estos años de crisis-. Por provincias, Málaga se mantiene como el motor andaluz. El año pasado logró incrementar su PIB un 1,7% y en 2015 se prevé que también lidere el aumento en la comunidad llegando al 2,2%. En 2015 solo conseguirán mantener el ritmo Granada, con otro 2,2%, y Sevilla con un 2%. El resto crecerá menos que la media andaluza.
Así de claro lo expresó ayer Francisco García Navas, consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía -un grupo de estudios dependiente de Unicaja- en la presentación del último informe sobre las cuentas regionales.
Todo apunta a que ya ha pasado lo peor y ahora viene la "reactivación". Según las previsiones de estos expertos, Andalucía cerró el pasado año con un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,3% y este año lo conseguirá aumentar un 2%, calcando las cifras obtenidas y previstas a escala nacional. Si el signo negativo fue habitual en las distintas variables macroeconómicas entre 2011 y 2013, ahora cambian las tornas y brillan los números negros.
Una clave para relanzar la economía era que las familias intentaran sacudirse el miedo a perder su puesto de trabajo y aumentaran su volumen de gasto. Tras varios años de encogimiento en los bolsillos, el consumo final de los hogares se elevó un 1,9% el año pasado y se estima que lo hará un 2,3% en 2015. Si a eso también se le añade un incremento del consumo final de las Administraciones Públicas, la tormenta deja paso al sol y todo rebrota.
Analistas prevé que las empresas aumentarán su volumen de inversión un 3,4% este año y que todos los sectores productivos, a excepción de la agricultura cuya volatilidad es habitual, tendrán un buen ejercicio.
En este contexto, el hecho más llamativo es que la construcción volverá a crecer por primera vez desde el año 2007. Los economistas apuntan a un alza del 2,3% y lo justifican en un aumento de la licitación pública, de las compraventas de inmuebles, de las hipotecas o del número de viviendas terminadas. El visado de nuevas viviendas sigue en mínimos históricos, pero el sector parte de un margen tan bajo que cualquier signo de mejoría ya puede llevar a una tasa de variación positiva.
El sector servicios, con el turismo como principal referente, seguirá sacando las castañas del fuego -solo ha descendido una vez en estos años de crisis-. Por provincias, Málaga se mantiene como el motor andaluz. El año pasado logró incrementar su PIB un 1,7% y en 2015 se prevé que también lidere el aumento en la comunidad llegando al 2,2%. En 2015 solo conseguirán mantener el ritmo Granada, con otro 2,2%, y Sevilla con un 2%. El resto crecerá menos que la media andaluza.
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