Al contrario de lo que se cree, el consumo de vitamina C apenas reduce el riesgo de caer enfermo en las personas normales
Los bebedores moderados de alcohol son menos propensos a los constipados
Tomar antibióticos no sirve de nada y puede ser incluso peor: mucho mejor la miel
La llegada de las bajas temperaturas traen cada año las mismas escenas: estornudos, mocos, lagrimeos, toses, fiebres, malestar... los resfriados y las gripes leves son las enfermedades más comunes y unas de las que más sujetas están a los recetarios de toda la vida: trucos y remedios de las abuelas que no siempre tienen base. La BBC se ha puesto en contacto con Michael Allan, de la Universidad de Alberta, en Canadá, un estudioso de estos remedios tradicionales, para desmontar mitos. Vitamina C: al contrario de lo que se cree, para la gente normal el consumo en grandes cantidades de vitamina C sólo reduce el riesgo de sufrir un resfriado en un 3%. "Si un adulto sufre dos resfriados al año, la vitamina C sólo podrá evitar un resfriado cada 15 años", explica Allen. La vitamina C sí que es positiva para gente sometida a grandes esfuerzos físicos, como los atletas. Pastillas de zinc: son más efectivas que la vitamina C. Michael Allan asegura que los estudios dicen que los niños que toman suplementos de zinc de manera regular sufren una media de 1 o 1,5 resfriados por año, muy lejos de la media normal, que es de 6 a 8 constipados anuales. Además, los procesos duran menos. El problema es que no tiene buen sabor y es astringente, así como que para que dé resultado hay que consumirlo al menos un año. Alcohol: se cree que el alcohol es negativo para los constipados, pero a falta de estudios serios sobre el tema, se ha comprobado que los bebedores regulares y moderados tienen menos propensión a sufrir procesos gripales. Pero ojo, ocurre con el vino, no con la cerveza. Los antibióticos están pensados para combatir bacterias y los resfriados los provocan virus Antibióticos: no ayudan en nada. Están pensados para combatir bacterias y los resfriados los provocan virus. Además, pueden ser incluso contraproducentes para el sistema digestivo. Los antihistamínicos, los descongestionantes o los analgésicos reducen los síntomas, pero suelen ofrecer resultados poco llamativos. Miel y hierbas: las visitas al herbolario no suelen funcionar para resfriados, pero hay un producto natural muy útil, la miel. Una cucharada antes de irse a la cama es efectiva contra la tos, según la conclusión de tres estudios diferentes. Elementos externos: a veces, detalles como el médico que nos atiende puede influir en la recuperación. Así, se ha demostrado que los pacientes que tienen una mejor relación con su doctor de cabecera se curan más rapidamente. El afecto al enfermo no hace ningún daño. Sentido común: ante el trago casi siempre inevitable de resfriarse, Michael Allan acoseja dos cosas: sentido común, lavarse las manos con frecuencia y no compartir bebidas con gente ya afectada.
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