El municipio dispondrá de un espacio escénico único en la comunidad autónoma que cuenta con restos arqueológicos en el subsuelo
PACO CASTILLO LOJA
La esperada reapertura del Teatro Imperial es tan solo cuestión de días, por lo que se espera que, en apenas unas semanas, se pueda proceder a la inauguración de un espacio escénico que será único, diferente y muy singular, pues contará en el subsuelo con los restos arqueológicos hallados hace años y que van a darle al edificio un valor añadido que permitirá dinamizar el centro histórico de la ciudad.
Y es que apenas restan unos mínimos detalles para que el emblemático edificio de la calle Real vuelva a acoger contenidos culturales. En concreto, se está a falta de la acometida de luz eléctrica, que se espera pueda estar terminada en los primeros días del nuevo año, y rematar otros aspectos técnicos como cerramientos, carpintería o la instalación de alarmas y videocámaras.
Hay que recordar que la rehabilitación del Imperial ha pasado por un largo y dificultoso camino, con no pocos contratiempos. El convenio se firmó el 23 de diciembre de 2009. Las obras se adjudicaron a la constructora Cyes en julio de 2010 y comenzaron en noviembre del mismo año, pero a primeros de 2014 el Ayuntamiento rescindió el contrato por incumplimiento de la empresa y tuvo que adjudicar la última fase a una nueva constructora, Azuche 88, que ha sido la encargada de concluir la reforma.
Con una capacidad aproximada de 250 butacas, el teatro crea un espacio próximo con el espectador con continuidad desde la grada a la escena. Se distribuye en tres espacios: escena, patio de butacas y vestíbulo. Un pequeño bar, salas de ensayos, camerinos, aseos y vestuarios completan el proyecto de mejora.
La actuación ha conservado la fachada actual -cuyos estucos recuerdan al emblemático cine Aliatar de Granada- y también los restos arqueológicos localizados en el subsuelo, pertenecientes a edificaciones urbanas del periodo nazarí (siglo XV), que se podrán visitar gracias a la adecuación del sótano.
La obra ha supuesto una inversión global de algo más de 5 millones de euros, de los que un 80% lo ha aportado la Junta de Andalucía y el resto el Consistorio lojeño. La delegada del Gobierno en Granada, Sandra García, visitó ayer las obras junto al alcalde de la ciudad, Joaquín Camacho y el parlamentario andaluz Miguel Castellano. García destacó que el proyecto, que ha recuperado íntegramente el espacio como teatro, tiene un "gran valor añadido" con la incorporación y preservación de los restos arqueológicos hallados en el subsuelo.
Y es que apenas restan unos mínimos detalles para que el emblemático edificio de la calle Real vuelva a acoger contenidos culturales. En concreto, se está a falta de la acometida de luz eléctrica, que se espera pueda estar terminada en los primeros días del nuevo año, y rematar otros aspectos técnicos como cerramientos, carpintería o la instalación de alarmas y videocámaras.
Hay que recordar que la rehabilitación del Imperial ha pasado por un largo y dificultoso camino, con no pocos contratiempos. El convenio se firmó el 23 de diciembre de 2009. Las obras se adjudicaron a la constructora Cyes en julio de 2010 y comenzaron en noviembre del mismo año, pero a primeros de 2014 el Ayuntamiento rescindió el contrato por incumplimiento de la empresa y tuvo que adjudicar la última fase a una nueva constructora, Azuche 88, que ha sido la encargada de concluir la reforma.
Con una capacidad aproximada de 250 butacas, el teatro crea un espacio próximo con el espectador con continuidad desde la grada a la escena. Se distribuye en tres espacios: escena, patio de butacas y vestíbulo. Un pequeño bar, salas de ensayos, camerinos, aseos y vestuarios completan el proyecto de mejora.
La actuación ha conservado la fachada actual -cuyos estucos recuerdan al emblemático cine Aliatar de Granada- y también los restos arqueológicos localizados en el subsuelo, pertenecientes a edificaciones urbanas del periodo nazarí (siglo XV), que se podrán visitar gracias a la adecuación del sótano.
La obra ha supuesto una inversión global de algo más de 5 millones de euros, de los que un 80% lo ha aportado la Junta de Andalucía y el resto el Consistorio lojeño. La delegada del Gobierno en Granada, Sandra García, visitó ayer las obras junto al alcalde de la ciudad, Joaquín Camacho y el parlamentario andaluz Miguel Castellano. García destacó que el proyecto, que ha recuperado íntegramente el espacio como teatro, tiene un "gran valor añadido" con la incorporación y preservación de los restos arqueológicos hallados en el subsuelo.
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