Una década después de depositar el dinero para realizar el
paseo monumental, la Junta devuelve las cantidades al Ayuntamiento porque no se
ha materializado nada
Siglo XI. Las obras dejaron al descubierto el paño original de la Muralla Zirí de hace más de mil años. Ahora presenta este aspecto de abandono. / / ALFREDO AGUILAR
«La Junta de Andalucía ha sido incapaz de ponerse de acuerdo
con la propia Junta de Andalucía». La frase es del portavoz del equipo de
gobierno municipal de Granada, Juan García Montero, que también es concejal de
Cultura y presidente de la junta de distrito del Albaicín. La frase describe,
cual dedo acusador, «la incapacidad para poder realizar el proyecto, el que
sea, para que la Muralla Zirí», que empieza en Puerta Monaita y termina en el
Arco de las Pesas, «sea un atractivo turístico más para la ciudad de Granada. Y
de paso sirva para dar más seguridad al Albaicín y atraiga visitas y movimiento
económico», razona García Montero.
El edil explica: «La junta de gobierno local aprobó en
noviembre una generación de crédito por importe de 467.747 euros procedentes de
la devolución que ha hecho la Junta del dinero depositado en su día para el
proyecto de la Muralla Zirí». El dinero representa casi el 40% de los 1.150.000
euros que aportó el Consistorio en su día. Para García Montero, el reembolso «es
una mala noticia». Los 2,3 millones euros se iban a destinar «a ayudar a
mejorar esa zona del barrio», sin embargo, «transcurridos once años, la Junta
de Andalucía ha manifestado en gestión patrimonial el récord de incompetencia»,
según el edil de Cultura. «Han sido incapaces de poder administrar ese dinero a
través de su empresa pública. El dinero se había depositado en una cuenta
finalista. El Ayuntamiento había aportado su parte, el 50% (1,1 millones de
euros)», detalla García Montero, quien señaló que se ha llegado «hasta el punto
de que no se han puesto de acuerdo con la empresa que tenía la encomienda de
llevar a cabo el proyecto y han tenido que devolver el dinero».
«Visión estratégica»
El portavoz del grupo municipal socialista, Paco Cuenca, entiende
que Granada tiene una serie de temas estratégicos. «Y este de la Muralla Zirí
es uno de ellos». Este concejal sostiene: «Como ciudadano, además de la
responsabilidad política, me resulta vergonzoso que no exista capacidad
política e institucional que sea capaz de sacar adelante este proyecto que es
estratégico, es patrimonial, es turístico y es económico». Razona Cuenca: «Las
murallas tienen un valor como espacio atractivo y además suponen una
identificación con el modelo de vida de sus habitantes».
«Es lamentable que no se haya conseguido», insiste. «Dicho
esto, no me faltan palabras para decirle a la Junta, a la Consejería, que me
parece una desvergüenza devolver los 500.000 euros al Ayuntamiento». Y entonces
Paco Cuenca ofrece una solución: «Aspiro a ser alcalde de esta ciudad. Y me
hubiera sentado a negociar para poder aprovechar una inversión relacionada con
la identidad que además es patrimonio de relevancia mundial». E incide: «Hay un
despropósito por parte de los técnicos de la Junta y del Ayuntamiento. Y lo es
de forma permanente».
Recuerda entonces que «se presentó el proyecto en torno al
año 2000 con buena voluntad política». «Y no es posible que ahora no exista
para llegar a un acuerdo. Lo que convierte en un despropósito que se devuelva
el dinero». «Mi voluntad -explica- era dirigirme directamente a la consejera de
Fomento para que paralizara la devolución de este dinero y que, al menos, lo
retrasara hasta julio de 2015. Porque espero que cambie el color político y,
como menos, exista voluntad hasta encontrar un acuerdo técnico y se aproveche
el dinero». Y termina: «Me parece mal, muy mal, que el Ayuntamiento no haya
sido capaz de defender a Granada. Y me parece mal, muy mal, que la Junta
tampoco haya sido capaz de buscar soluciones». Su conclusión es: «Me niego a
tirar la toalla porque la Muralla Zirí sirve para dar un día más a una visita a
Granada. Es un atractivo en sí mismo».
Vista de la Muralla Zirí, que tenía que haberse convertido en un paseo maravilloso. |
Un poco de historia
El portavoz municipal de Izquierda Unida, Paco Puentedura,
recuerda todos los problemas del proyecto. Se inició mediante un acuerdo entre
Ayuntamiento y la Consejería de Cultura. De este modo se establecieron unas
condiciones económicas mediante las cuales cada administración aportaba
alrededor de un millón y medio de euros y encomendaron a la antigua EPSA (ahora
AVRA) hacer las obras de rehabilitación necesarias. Para este proyecto, el
Ayuntamiento realizó su aportación completa en una cuenta común y por otro lado
la Consejería de Cultura aportaba alrededor de un millón de euros.
El proyecto original consistía en un parque lineal que va
desde el Arco de las Pesas hasta Puerta de Monaita. Iba a ser la gran actuación
que liberase un espacio público para el Albaicín, una zona donde hallar
espacios públicos es muy difícil. Este proyecto requería de excavaciones
arqueológicas previas en el entorno de la muralla y además de ir adaptando y
recuperando su estabilidad. Además del proyecto arqueológico se estableció una
zona de paseo con unas pasarelas bordeando la muralla para ir integrando los
restos a ese espacio público. El proyecto original dejó mucho que desear.
En primer lugar, según Cuenca, porque «una gran parte tuvo
que ser gastada en las excavaciones. Fueron costosas y requirieron mucho tiempo
sin haber previsto en el proyecto original esos sobrecostes. Por otro lado, «en
la zona junto al Arco de las Pesas se comenzó a construir unas bases de
hormigón y una serie de plataformas a apenas 15 ó 20 centímetros de la muralla
sin haber tenido en cuenta por los propios responsables de Cultura de la Junta
que esa actuación estaba prohibida por la Ley de Patrimonio ya que afectaba a
la propia muralla y su estabilidad. Provocó que hubiese que hacer un modificado
del proyecto y otras pasarelas por la parte exterior de la parcela. Todo ello
supuso un coste altísimo y gran parte del presupuesto se gastó sin finalizar ni
encauzar de forma adecuada el proyecto», añade el edil del IU.
Esto ha implicado que durante años el proyecto de la Muralla
Zirí se haya paralizado, pues para finalizar ese parque lineal no ha habido
dinero, «en especial de la Consejería de Cultura que no ha puesto lo que
faltaba de su aportación». Con el paso de los años, y tras constatar que
Cultura de la Junta ni ha puesto ni tiene intención de financiar el proyecto,
el Ayuntamiento y AVRA han llegado a un acuerdo para cerrar el proyecto. El
Ayuntamiento pone unos 130.000 euros y AVRA otros 130.000 euros. Con ese dinero
financian la protección de los restos arqueológicos excavados, para que no se
sigan dañando tras el abandono, la limpieza de la zona y el desbroce de la
vegetación que ha ido creciendo junto a la muralla y que pone en riesgo su
estabilidad. Por otro lado, integran los restos excavados en un zona pública
abriendo esa parte para que pueda ser integrada como un espacio público para el
barrio. La continuidad del proyecto queda pendiente del plan director de
murallas que está preparando el Ministerio de Cultura y la financiación del
mismo a través de los Presupuestos Generales del Estado y el 1% cultural.
Mediante este acuerdo queda un sobrante del Ayuntamiento de unos 500.000 euros
que son los que se han devuelto a la ciudad.
Izquierda Unida lo tiene claro: «Nos parece una absoluta
irresponsabilidad por parte de la Consejería de Cultura que no ha tenido ni
tiene intención de financiar el proyecto de recuperación de las murallas en el
Albaicín. Las actuaciones han sido muy costosas y nuevamente la ciudad de
Granada se queda con un proyecto a medio hacer».
«Exigimos que el nuevo proyecto abandone esas actuaciones
tan singulares, costosas, y que tan poco tienen que ver con la protección del
patrimonio, como es llenar de plataformas de hormigón la zona. Y pedimos que
conforme se vayan excavando y datando los restos arqueológicos se vayan
integrando en un espacio público previendo una inversión plurianual y
recuperando un espacio público para el barrio de forma adecuada en ese parque y
zona verde que debe rodear a la muralla para que lo disfruten también los
vecinos y vecinas del Albaicín».
Izquierda Unida dice: «Lamentamos que la salida haya sido el
cierre del proyecto (de lo cual es especialmente responsable la Consejería de
Cultura) pues la Junta no ha puesto su parte y el que al Ayuntamiento se le
devuelvan los 500.000 euros de financiación que quedan es dejar el proyecto sin
financiación ninguna para el futuro».
«El Ministerio de Cultura, para murallas en Granada, solo
cuenta con una financiación de 167.000 euros en una inversión en dos años,
cantidad insuficiente, con lo cual hay que exigir al Ministerio que se implique
y aporte financiación suficiente, porque según le ley de patrimonio las murallas
son de su competencia. Una vez más el Albaicín pierde su espacio público y la
ciudad vuelve a tener a su patrimonio abandonado y olvidado», apostillan.
Y la Junta dice...
La delegación de Cultura de La Junta dice respecto a la
Muralla Zirí: «Estamos pendientes de la presentación del proyecto relativo a la
restauración de la Muralla Zirí en esta delegación territorial. Este proyecto
tiene por objeto la consolidación de estructuras arqueológicas que aparecieron
durante las excavaciones y la instalación de medidas para su contemplación y su
visita».
«Este proyecto ha de ser informado por la comisión
provincial de Patrimonio para su ejecución a la mayor brevedad posible. La
financiación corre a cargo del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía a través de
EPSA, Empresa Pública del Suelo de Andalucía, que depende de Fomento». Así que
pasen dieciséis años más. O mil.
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