Cuidar de nuestra flora bacteriana, cuidar de nuestra salud
Mantener sano el intestino, el 'segundo cerebro' ¿Qué diferencias hay entre probióticos y prebióticos?
MADRID
en el sistema digestivo existen l00 millones de neuronas que constituyen que constituyen el sistema nervioso entérico, el responsable de que ciertas emociones tengan su reflejo en nuestras tripas y que explicaría como la salud del sistema digestivo afecta a nuestra salud emocional. Las disfunciones del sistema digestivo podría así estar en gran medida estar implicas en trastornos como la depresión y la ansiedad.
Según la describe el periodista y divulgador especializado en Nutrición y Gastronomía Miguel Ángel Almódovar en su libro "el Segundo Cerebro" la disbiosis es un equilibrio tanto cualitativo como cuantitativo del ecosistema bacteriano intestinal que afecta a su función metabólica y a su correcta distribución por el intestino. Un consumo excesivo de proteínas animales, azúcares simples, o estrés o abuso de fármacos pueden ocasionar disbiosos.
En la actualidad sabemos que, tanto por su peso como por sus funciones específicas, el microbiona, también conocido como flora intestinal, debe pasar a ser considierado como un nuevo órgano y que la alteración del equilibrio del ecosistema intestinal, la disbiosis, está en estrechisima relación como la aparición de innumerables problemas de salud. El microbioma intestinal tiene que ver con casi todo lo que nos impide gozar de una razonable calidad de vida, apunta el autor.
Con la disbiosis se procide un fenómeno de permeabilidad intestinal que conlleva que los productos que contiene el sistema intestinal atraviesen sus barreras naturales y alcancen el resto del organismo. Los síntomas pueden ir desde cansancio generalizado, picores de todo tipo, dolores de cabeza injustificados, digestiones pesadas y síntomas difusos que dificultan describir el origen de todos estos malestares.
Almódovar señala que la opción de proba a introducir cambios en la dieta como tomar alimentos no procesados, cocinar en casa, cambiar a productos integrales y evitar los azúcares simples y las harinas blancas además de evitar el uso indiscriminado de fármacos podría suponer un cambio suficientemente importante como para mejorar la salud global a través del regreso a un equilibrio de este sistema intestinal.
La importancia del sistema digestivo en la salud global del organismo uno de los ámbitos en los que más estudios científicos se publican. Desde la aparición en 2.010 de la secuenciación genética del microbioma humano estamos ante un nuevo paradigma, si Hipócrates decía somos lo que comemos, en la actualidad podríamos decir que somos lo que comemos y lo que come nuestro microbioma, señala Almódovar.
La secuencia genética de la estructura microbiana que habita en el cuerpo humano arrojó un saldo de más de 3000 millones de genes que realizan unas 20.000 lunaciones, de las que 5.000 eran totalmente desconocidas hasta el momento. Des los aproximadamente l00 billones de microorganismos con los que habita el ser humano, entre el 90 y el 95 por ciento habita en el tracto digestivo.
DIETAS MÁS SALUDABLES, MENOS FÁRMACOS
El uso de fármacos o el abuso de los antibióticos y el entres se encuentra entre los factores que los expertos situan como elementos desequilibrantes de nuestra flora intestinal. "En diez años se ha duplicado el consumo de antidepresivos en España y el consumo de antibióticos., que ha aumentado caso un 16 por ciento en el último año en España, ha producido un grave aumento en la resistencia a los antibióticos, señala Almodovar.
Según señala su autor, el libro recoge un trabajo de plena actactualidad ya que se incluye la información más reciente sobre el estado de la materia en la investigación sobre el microbioma incluyendo la práctica de los implantes fecales que ya en Estados Unidos ascienden entre 300 y 400 casos.
La dieta supone ya una forma de tratamiento en trastornos como como la mastitis. que constituye la primera causa de abandono de la lactancia materna, una infección de la glándula mamaria que se suele tratar con antibióticos, señala el autor.
Para Almódovar la dieta como forma de intervención terapéutica constituye un método no lesivo en el que la importancia,por ejemplo, de la fibra alimentaria procedente de frutas, verduras o legumbres supone una vuelta a la cultura gastronómica mediterránea al igual que el consumo de encurtidos y productos fermentados.
son pequeños cambios que no son complicados de realizar y que pueden dar lugar a un bienestar digestivo y a una mayor salud global. Este cambio de paradigma podría ser también un punto de partida para contrarrestar la excesiva toma de medicamentos del ciudadano medio de la sociedad actual, apunta el autor.
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