Ocho millones de españoles sufren alergia al polen.
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La primavera la sangre altera. Y también la alergia. Las plantas han crecido más gracias al otoño lluvioso de 2018, pero las escasas precipitaciones en las últimas semanas de invierno no han sido suficientes para limpiar la atmósfera de polen. Los vegetales son más grandes, pero también están más estresados por la contaminación, y los alérgicos lo notan. La primavera ha empezado y ya pueden estar prevenidos porque viene con fuerza, especialmente en las ciudades.
Todos estos ingredientes conforman el cóctel perfecto para el 100% de los alérgicos al polen. Lo primero que notan es cómo les afecta a la nariz —les pica, estornudan, se inflama y se obstruye—. El picor de ojos y cómo lagrimean es un problema también para el 80% de esos alérgicos y los bronquios se cierran, lo que dificulta la respiración al 40%, que también tienen tos y pitidos. En definitiva: rinitis, conjuntivitis y asma que no le ponen fácil el día a día. Siete de cada 10 alérgicos afirma que su afección les impide llevar una vida normal (cumplir con sus obligaciones laborales como lo haría habitualmente, conducir o hacer vida social), según el comparador de seguros Acierto.com.
En España hay diagnosticados 8 millones de alérgicos al polen, aunque la cifra no se frenará ahí. En 2030 serán alrededor de 12 millones. De hecho, en las últimas décadas se ha duplicado el porcentaje, según los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), presentados por su presidente, Antonio Valero, y el presidente del Comité de Aerobiología, Ángel Moral.
Las cifras también parecen aumentar entre los menos afectados, los niños. Tan solo el 5% de ellos sufren alergia al polen o polinosis y suelen padecer más el problema con los ácaros. Sin embargo, los especialistas se están encontrando con un cambio de tendencia de la polinosis infantil. “Una persona se hace alérgica dependiendo de su exposición y su nivel de sensibilidad, aunque vemos cada vez más niños con incidencia de enfermedades alérgicas por polen y pacientes que debutan con sintomatología a partir de los 40 años”, ha explicado este jueves el doctor Moral. Parece que, como apunta Valero, “nunca es pronto y nunca es tarde para hacerse alérgico al polen”.
Cualquier alérgico mejora sus síntomas con una tormenta que limpie los pólenes, a menos que su problema sea el hongo de la humedad (que afecta a un 10% de la población), ya que las precipitaciones favorecen el crecimiento de la alternaria, que es la que les produce este tipo de alergia —aunque está en el ambiente todo el año en las zonas de mayor humedad, aumenta en agosto, septiembre y octubre—. Lo mejor para que las alergias sean leves es que en la época de polinización esté lloviendo.
En España hay diagnosticados 8 millones de alérgicos al polen, aunque la cifra no se frenará ahí. En 2030 serán alrededor de 12 millones
Cada planta tiene su propio espacio temporal. Los pólenes más frecuentes son los de gramíneas (a las que son alérgicos 7 millones de españoles, es decir, el 80% de los alérgicos), olivo y arizónicas. Las dos primeras son más frecuentes en primavera. Quienes sufren su presencia tendrán más problemas de lo habitual entre el 15 abril y el 15 de junio, con la polinosis primaveral. Sin embargo, si alguien estornuda en esta fechas en las grandes ciudades (y no está resfriado), probablemente sea por culpa del plátano. Muchos pacientes tienen alergia a 4 o 5 pólenes a la vez.
La polialergia cada vez es más frecuente, por tanto ya no se habla tanto de alérgicos estacionales, sino perennes, explican los médicos de la SEAIC. La Organización Mundial de la Salud recomienda la presencia de un alergólogo por cada 50.000 habitantes y la SEAIC reclama que se respete el ratio.
La polialergia cada vez es más frecuente, por tanto ya no se habla tanto de alérgicos estacionales, sino perennes
Tampoco ayuda el estilo de vida y mucho menos la contaminación: los coches crean un ambiente hostil para las plantas, que liberan más proteínas de estrés y crean pólenes más agresivos. A eso se suma que las ciudades están en plena inmersión térmica y los pólenes no abandonan la atmósfera, por lo que la exposición de los alérgicos es mayor. Si el dióxido de carbono empezara a disminuir o se estabilizara, la incidencia sobre los alérgicos se reduciría.
Por otro lado, la teoría de la higiene apunta directamente a los países más modernos, en los que se trabaja en la prevención del microorganismo, se tienen más medicamentos y el sistema inmunológico no prospera porque está menos expuesto. La teoría, explican los doctores, se sustenta en que en las zonas de mayor exposición hay un menor número de alérgicos.
La alimentación es el otro punto que nos expone a la alergia. Los conservantes nos ponen en contacto con sustancias químicas que pueden interaccionar, aunque “esto es solo una teoría que no se ha demostrado”, subraya Valero.
La contaminación y la inmersión térmica de las ciudades se han convertido en un gran problema para los alérgicos
Uno de cada cuatro españoles pueden presentar alergia a lo largo de su vida. Además, el 20% de los pacientes con alergia al polen son alérgicos también a alimentos. Esto se debe a que la proteína presente en el polen de plantas como, por ejemplo, el platanero está también en los frutos secos o la piel del plátano.
Este será un año muy malo para los alérgicos al plátano, una planta muy presente en las grandes ciudades, a pesar de no ser un árbol urbanita. Si no llueve en los próximos 20 días, advierten los médicos, los niveles de platanero serán muy altos. Por otro lado, en algunas ciudades de España se ha multiplicado por diez el polen, especialmente en las de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura. Esta comunidad autónoma será la peor parada por las gramíneas.
“Cada vez más niños con incidencia de enfermedades alérgicas por polen y pacientes que debutan con sintomatología a partir de los 40 años”doctor Ángel Moral
Los alérgicos se encontrarán de aquí al verano con una gran polinización del ciprés, con la plena polinización del platanero (ahora), con la gramínea de abril a julio y con el polen de olivo en mayo y junio.
Recomendaciones para los alérgicos al polen
- Las horas de mayor concentración de polen son entre las 12 y las 16. Por eso se recomienda no salir a la calle a esas horas.
- Cambiarse de ropa al llegar a casa.
- Usar purificadores de aire.
- Usar gafas de sol.
- Usar mascarillas homologadas, con una válvula que evitan que se calienten y creen humedad.
- Ventilar la casa a primera o última hora.
- Es importante acudir al médico para hacerse un estudio y saber a qué tenemos alergia. Después de seguir estas normas ambientales de exposición y tratar los síntomas, hay que aplicar inmunoterapia en una tercera fase. Si se aumenta la tolerancia con las vacunas se necesitará más cantidad de polen para tener síntomas. Esto se traduce en en menos síntomas de menor intensidad y menor cantidad de medicación.
Pólenes más alergénicos
- Gramíneas
- Olivo
- Arizónica
- Salsola
- Plátano de sombra
- Artemisia
- Parietaria
- Palmera (Levante)
- Abedul (Galicia y cornisa cantábrica)
Puedes consultar más información en polenes.com
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