Efe | Málaga
Sobrevivir a Picasso'
El taller "Sobrevivir a Picasso", organizado por la Fundación Picasso y dirigido por el artista Rogelio López Cuenca, analizará en Málaga entre marzo y junio los peligros que puede entrañar el "monocultivo" de la cultura enfocada "hacia un tipo de consumo demasiado marcado por el turismo".
"Debemos pararnos a pensar en los peligros que tiene el monocultivo en cualquier ámbito. Desde el punto de vista mercantilista es un modelo de mucho beneficio, pero a medio o largo plazo, la sostenibilidad es incompatible con este tipo de explotación, también en lo cultural", ha afirmado este lunes López Cuenca en rueda de prensa.
A su juicio, se ha producido "una deriva impuesta por la centralidad de la cultura vinculada al ocio en la nueva economía", y actualmente "lo que se entiende como cultura se ha desbordado en todas direcciones, y tiene que ver con el urbanismo o con cómo se regenera la economía de las ciudades".
López Cuenca ha recordado "cuando los vanguardistas se reían del museo de las telarañas, aquél en el que no entraba nadie", y ahora "empezamos a echarlos de menos, ese espacio de reflexión frente a los espacios de generación de espectáculo donde lo único que importa es lo multitudinarias que sean las visitas".
"Entre centro comercial y centro cultural conviene volver a trazar una raya, porque parece que ya no hay ningún sitio donde pararse a pensar, y hay que recuperar ese papel republicano y originario del museo, vinculado a la instrucción pública y a la emancipación social", ha subrayado el artista.
Ha advertido de que "el capitalismo nunca se casa con nadie, y por ejemplo la costa de Málaga a Granada está llena de ruinas de fábricas que recuerdan que eso fue, hace no tanto, una zona industrializada, pero en el momento en que al capitalismo no le interesa algo, lo abandona".
"Eso debe hacernos pensar si todos los hoteles y apartamentos de la Costa del Sol pueden ser ruinas dentro de un tiempo", ha alertado López Cuenca.
En el caso concreto de Málaga, ha apuntado que "a falta de referentes, pero también por fortuna", ha tenido la "posibilidad única de vincularse a una marca con un capital simbólico de la magnitud de Picasso, que es una apuesta segura".
Próximo a cumplirse el décimo aniversario de la apertura del Museo Picasso de Málaga y el vigésimo quinto de la Fundación Picasso, con sede en la Casa Natal, cree que es buen momento para analizar "qué ha significado esa traumática anagnórisis, el momento en que en los culebrones alguien descubre que es hijo o hermano de alguien que no sabía".
"De pronto, la ciudad descubre que es madre, y nosotros hermanos o herederos, de esa especie de tío de América, un familiar que ha triunfado lejos, y nos convertimos súbitamente en heredero o en alguien vinculado a una prestigiosa marca", ha afirmado el artista.
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