Placer. Hay dos cosas que hacemos voluntariamente a diario: hablar y comer. La gastronomía es el espacio natural que facilita las relaciones personales, institucionales e internacionales
MARGARITA LOZANO
Se cuenta que, cuando los aliados estaban reunidos con los alemanes para firmar, en 1919 el Pacto de Versalles que pondría fin a la II Guerra Mundial, el Estado Mayor del Ejército francés preguntó a George Clemenceau: "¿señor, le mandamos más soldados?". A lo que él contestó: "No, mándenme más cocineros", convencido de que se conquista antes por el placer que por las armas.
El pasado miércoles 6 de mayo se celebró el Primer Seminario de Gastronomía y Relaciones Internacionales en el Aula Magna del Archivo Histórico del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, organizado por la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI), analizándola desde varios puntos de vista: como sector estratégico en la creación de riqueza, como motor de empleo y como fuente de vida saludable y agente turístico imprescindible. Y por supuesto, como materia indispensable para las relaciones humanas e internacionales. Abrió el seminario el Rector del SEI, Juan Solaeche-Jaureguizar y Bielsa.
El primero en intervenir fue Rafael Ansón, Presidente de la Real Academia Española de Gastronomía y de la Academia Internacional de Gastronomía, quien comenzó diciendo que "hace 20 años, celebrar un seminario como este era impensable. Hoy, la gastronomía es placer, pero también es empleo, economía, relaciones humanas… Es uno de los ejes de las sociedades modernas del siglo XXI". Refiriéndose a nuestro país, Ansón explicó que "la cocina es un arte. España ha creado la cocina de la libertad, la cocina de autor, la cocina de artista. Picasso no hacía pintura española; Adrià no hace arroz con conejo". Pero sobre todo incidió en el tema de la educación gastronómica, ya que la UE sacó una resolución en marzo pasado aconsejando a los gobiernos que se incluya la gastronomía en el sistema educativo. "Me ha costado menos convencer a Naciones Unidas que a los ministros de educación de este país", declaraba Ansón. A partir del acuerdo del Parlamento Europeo, se aprobará el próximo 14 de mayo en el Congreso de los Diputados, una ley de salvaguardia de los bienes inmateriales y que protege el patrimonio gastronómico como bien inmaterial. El nuestro, nos ha hecho llegar a ser número uno del mundo: "nuestras madres y abuelas cocinaban comida 'kilómetro 0' que son obras maestras de la cultura internacional", comentaba Rafael Ansón. "El gazpacho, por ejemplo, ha hecho feliz a más turistas que ir a visitar la catedral de Burgos", decía con sorna (y razón).
Rafael Ansón anunció que en el mes de noviembre tendrá lugar un congreso internacional de la cultura gastronómica de todo el Mediterráneo, "porque en ese espacio nacieron las tres religiones monoteístas, el alfabeto y el sistema decimal. La cultura mediterránea y la cultura occidental nacen en el Medio Oriente". También se refirió a que Marca España va a presentar en la Exposición Universal de Milán (octubre 2015) todo lo referente a innovación y excelencia y la gastronomía lo es".
En otro orden de cosas, Juan José Burgos, Presidente de Slow Food Madrid, afirmaba que "podemos ayudar a transformar el mundo a través de la gastronomía". Para ello, continuaba Burgos, "no debemos ignorar el proceso anterior a que la comida llegue al plato: la producción, el almacenaje, el transporte… Pero también el coste humano de producción y el sufrimiento animal. Y elegir conscientemente lo que comemos para que sea bueno para nosotros pero también para nuestro entorno. Si nos sensibilizamos con todas estas cosas, podemos transformar el mundo. Nuestros hábitos de consumo son importantes". Solo hay que respetar algunas pautas de disciplina: consumir más productos de la tierra que animales; elegir productores cercanos; comprar en mercados locales; ayudar a los pequeños productores del entorno, con lo que mejorará la economía local y de rebote, la nuestra. "Seamos consumidores responsables", terminaba Burgos.
Xavier Medina, Director de la Cátedra UNESCO Food, Culture & Developpement, abordó el tema desde el punto de vista turístico y económico. "Todo turista busca vivir nuevas emociones y atesorar recuerdos. El turismo gastronómico coloca la gastronomía en primer lugar del incentivo del viaje y es un turismo cultural". Para Medina "la gastronomía enlaza directamente con el territorio y cuenta cómo somos y cómo nos mostramos". "Tenemos la impresión, como consumidores, de que hemos perdido el control sobre lo que comemos, a pesar de que cada día se nos da más información en etiquetado, códigos de barras… El turismo gastronómico nos acerca a los productos: cuando hablamos de vino y gastronomía consumimos también la historia y la cultura que los acompaña"
La OMT acaba de crear rutas de turismo gastronómico al igual que ya existen rutas de turismo artístico, natural, etc. Pensemos que, en España, el 38% del gasto de cada turista que nos visita se dedica a comer. El año pasado, 9 millones de turistas vinieron a España movidos por la gastronomía, el mismo número de personas que visitaron las pirámides de Egipto. Y para 18 millones de turistas, la mejor experiencia vivida en España fue comer: el producto y la forma de comerlo.
Ya lo dijo José Manuel Iglesias, Director General de Relaciones Internacionales de la SEI y Director de Expansión Académica del Centro Superior de Hostelería Mediterráneo, al presentar a los ponentes: "La gastronomía se identifica con algo lúdico, pero es mucho más. Es tan importante en la identidad de los pueblos como la lengua o los símbolos".
Este seminario tendrá continuidad en el tiempo, con actividades de team building de cocinas del mundo y el programa Spanish Food Passion, para funcionarios diplomáticos; y Expofooding, a finales de este año en Madrid. Y es que, como decía el Conde de los Andes, "hay dos cosas importantes en la vida: una es comer y la otra es cenar". Así que hagámoslo bien.
El pasado miércoles 6 de mayo se celebró el Primer Seminario de Gastronomía y Relaciones Internacionales en el Aula Magna del Archivo Histórico del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, organizado por la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI), analizándola desde varios puntos de vista: como sector estratégico en la creación de riqueza, como motor de empleo y como fuente de vida saludable y agente turístico imprescindible. Y por supuesto, como materia indispensable para las relaciones humanas e internacionales. Abrió el seminario el Rector del SEI, Juan Solaeche-Jaureguizar y Bielsa.
El primero en intervenir fue Rafael Ansón, Presidente de la Real Academia Española de Gastronomía y de la Academia Internacional de Gastronomía, quien comenzó diciendo que "hace 20 años, celebrar un seminario como este era impensable. Hoy, la gastronomía es placer, pero también es empleo, economía, relaciones humanas… Es uno de los ejes de las sociedades modernas del siglo XXI". Refiriéndose a nuestro país, Ansón explicó que "la cocina es un arte. España ha creado la cocina de la libertad, la cocina de autor, la cocina de artista. Picasso no hacía pintura española; Adrià no hace arroz con conejo". Pero sobre todo incidió en el tema de la educación gastronómica, ya que la UE sacó una resolución en marzo pasado aconsejando a los gobiernos que se incluya la gastronomía en el sistema educativo. "Me ha costado menos convencer a Naciones Unidas que a los ministros de educación de este país", declaraba Ansón. A partir del acuerdo del Parlamento Europeo, se aprobará el próximo 14 de mayo en el Congreso de los Diputados, una ley de salvaguardia de los bienes inmateriales y que protege el patrimonio gastronómico como bien inmaterial. El nuestro, nos ha hecho llegar a ser número uno del mundo: "nuestras madres y abuelas cocinaban comida 'kilómetro 0' que son obras maestras de la cultura internacional", comentaba Rafael Ansón. "El gazpacho, por ejemplo, ha hecho feliz a más turistas que ir a visitar la catedral de Burgos", decía con sorna (y razón).
Rafael Ansón anunció que en el mes de noviembre tendrá lugar un congreso internacional de la cultura gastronómica de todo el Mediterráneo, "porque en ese espacio nacieron las tres religiones monoteístas, el alfabeto y el sistema decimal. La cultura mediterránea y la cultura occidental nacen en el Medio Oriente". También se refirió a que Marca España va a presentar en la Exposición Universal de Milán (octubre 2015) todo lo referente a innovación y excelencia y la gastronomía lo es".
En otro orden de cosas, Juan José Burgos, Presidente de Slow Food Madrid, afirmaba que "podemos ayudar a transformar el mundo a través de la gastronomía". Para ello, continuaba Burgos, "no debemos ignorar el proceso anterior a que la comida llegue al plato: la producción, el almacenaje, el transporte… Pero también el coste humano de producción y el sufrimiento animal. Y elegir conscientemente lo que comemos para que sea bueno para nosotros pero también para nuestro entorno. Si nos sensibilizamos con todas estas cosas, podemos transformar el mundo. Nuestros hábitos de consumo son importantes". Solo hay que respetar algunas pautas de disciplina: consumir más productos de la tierra que animales; elegir productores cercanos; comprar en mercados locales; ayudar a los pequeños productores del entorno, con lo que mejorará la economía local y de rebote, la nuestra. "Seamos consumidores responsables", terminaba Burgos.
Xavier Medina, Director de la Cátedra UNESCO Food, Culture & Developpement, abordó el tema desde el punto de vista turístico y económico. "Todo turista busca vivir nuevas emociones y atesorar recuerdos. El turismo gastronómico coloca la gastronomía en primer lugar del incentivo del viaje y es un turismo cultural". Para Medina "la gastronomía enlaza directamente con el territorio y cuenta cómo somos y cómo nos mostramos". "Tenemos la impresión, como consumidores, de que hemos perdido el control sobre lo que comemos, a pesar de que cada día se nos da más información en etiquetado, códigos de barras… El turismo gastronómico nos acerca a los productos: cuando hablamos de vino y gastronomía consumimos también la historia y la cultura que los acompaña"
La OMT acaba de crear rutas de turismo gastronómico al igual que ya existen rutas de turismo artístico, natural, etc. Pensemos que, en España, el 38% del gasto de cada turista que nos visita se dedica a comer. El año pasado, 9 millones de turistas vinieron a España movidos por la gastronomía, el mismo número de personas que visitaron las pirámides de Egipto. Y para 18 millones de turistas, la mejor experiencia vivida en España fue comer: el producto y la forma de comerlo.
Ya lo dijo José Manuel Iglesias, Director General de Relaciones Internacionales de la SEI y Director de Expansión Académica del Centro Superior de Hostelería Mediterráneo, al presentar a los ponentes: "La gastronomía se identifica con algo lúdico, pero es mucho más. Es tan importante en la identidad de los pueblos como la lengua o los símbolos".
Este seminario tendrá continuidad en el tiempo, con actividades de team building de cocinas del mundo y el programa Spanish Food Passion, para funcionarios diplomáticos; y Expofooding, a finales de este año en Madrid. Y es que, como decía el Conde de los Andes, "hay dos cosas importantes en la vida: una es comer y la otra es cenar". Así que hagámoslo bien.
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